Manuales de la Primaria y del Tiempo para compartir
La sabiduría del rey Salomón


Lección 31

La sabiduría del rey Salomón

Objetivo

Fortalecer en los niños el deseo de parecerse más a Jesucristo al desarrollar sabiduría y tener un corazón entendido.

Preparación

  1. Con oración, estudie:

  2. Estudie la lección y decida qué método empleará para enseñar a los niños el relato de las Escrituras (véase “Cómo preparar las lecciones”, pág. VII, y “La enseñanza por medio de las Escrituras”, pág. VIII). Elija las preguntas para analizar y las actividades complementarias que mejor promuevan la participación de los niños y los ayuden a alcanzar el objetivo de la lección.

  3. Materiales necesarios: Un ejemplar de la Biblia para cada niño.

Sugerencias para el desarrollo de la lección

Pida a uno de los niños que ofrezca la primera oración.

Actividad para captar la atención

Pida a los niños que nombren qué les gustaría pedir si supieran que podrían solicitar a nuestro Padre Celestial lo que quisieran y que Él se los concedería. Escriba las ideas de los niños en la pizarra.

Muestre a los niños algunos objetos que sean impermeables para representar los bienes del mundo, tales como una joya, una moneda, una piedra bonita, etc. Coloque estos objetos en una jarra o en un recipiente grande a medida que hable acerca de ellos y analice cómo algunas personas dedican la mayoría de sus esfuerzos a acumular bienes materiales. Luego, agregue algo de agua al recipiente para representar las buenas acciones y los dones espirituales a medida que analiza la clase de buenas acciones que podemos hacer y los dones espirituales que podemos desarrollar, tales como ayudar a un miembro de nuestra familia o a un amigo, obtener un testimonio, ser honrados o tener un corazón entendido. Pase el contenido del recipiente a otro a través de un colador. Explique que el primer recipiente representa la vida de una persona, el colador representa la muerte y el segundo recipiente la vida después de la muerte. Analice cómo es imposible que nos llevemos los bienes materiales con nosotros cuando muramos, pero que sí nos llevamos los dones espirituales que hemos desarrollado y las buenas acciones que hemos llevado a cabo.

Pregunte a los niños cuáles de las cosas que se encuentran anotadas en la pizarra representan bienes que podrían durar para siempre y si les gustaría cambiar algo de lo que nombraron anteriormente. Diga a los niños que van a aprender acerca de alguien que le pudo pedir directamente a Dios algo y eligió un don espiritual y eterno en lugar de una cosa temporal y terrenal.

Relato de las Escrituras

Enseñe a los niños el relato del rey Salomón que se encuentra en los pasajes de las Escrituras enumerados en la sección “Preparación”. (En “La enseñanza por medio de las Escrituras”, pág. VIII, encontrará varias sugerencias de cómo enseñar los relatos de las Escrituras.)

Preguntas para analizar y aplicar

Al preparar la lección, estudie las preguntas y los pasajes de las Escrituras que se encuentran a continuación. Después, utilice las preguntas que usted considere que mejor ayudarán a los niños a comprender las Escrituras y a aplicar los principios en su vida. El leer los pasajes en clase con los niños hará que éstos entiendan mejor las Escrituras.

• ¿Quién habría de suceder a David como rey de Israel? (1 Reyes 1:39; 2:12.) ¿Qué consejo le dio David a su hijo Salomón? (1 Reyes 2:1–3.) ¿De qué manera podemos aplicar el mismo consejo en nuestra vida?

• ¿Por qué piensan que Salomón decía de sí mismo que era un “joven”? (1 Reyes 3:7; él se sentía inepto para cumplir con su llamamiento de gobernar y ser juez de su pueblo.) ¿Qué hizo Salomón al sentirse incompetente? (1 Reyes 3:3–9; se preparó a sí mismo para recibir dones espirituales.) ¿Qué debemos hacer cuando enfrentamos una tarea difícil y abrumadora y no estamos seguros de nuestra capacidad para llevarla a cabo? ¿Qué podemos hacer para ser dignos de recibir dones espirituales? (Véase la actividad complementaria N° 1.) ¿Cómo podemos desarrollar esos dones? (Por medio del estudio, el servicio, la oración y siguiendo la inspiración del Espíritu Santo.) (Véase la actividad complementaria N° 2.)

• ¿Quién se le apareció a Salomón en un sueño? (1 Reyes 3:5.) ¿Qué se le dijo a Salomón que hiciera? ¿Qué pidió Salomón? (1 Reyes 3:9; 2 Crónicas 1:10.) ¿Por qué la sabiduría y un corazón entendido eran tan importantes para Salomón? ¿Por qué deberían ser importantes también para nosotros?

• ¿Cómo se sintió el Señor con relación a lo que Salomón solicitó? (1 Reyes 3:10.) Explique que Dios se sintió complacido con Salomón cuando éste le pidió dones espirituales en lugar de riquezas y deseos egoístas. ¿Qué le dio el Señor a Salomón además de lo que él había solicitado? (1 Reyes 3:11–14.)

• ¿Por qué se le conocía a Salomón por todo su país y por otras naciones? (1 Reyes 4:29–30, 34.) ¿Por qué era eso más importante que ser conocido por su riqueza y su poder? ¿Por medio de qué cualidad cristiana les gustaría que se los conociera entre sus familiares y amigos? ¿Qué pueden hacer para desarrollar esa virtud? (Véase la actividad complementaria N° 2.)

• Debido a que Salomón, por medio de su sabiduría y entendimiento, fue capaz de juzgar con rectitud, la gente le llevaba sus problemas para que él los resolviera. En una de esas ocasiones, ¿por qué dos mujeres reclamaban ser la madre del niño vivo? (1 Reyes 3:16–22.) ¿De qué manera la sabiduría de Salomón le ayudó a descubrir a la verdadera madre? (1 Reyes 3:24–27; el entendimiento de Salomón le ayudó a saber cómo se sentía la madre del bebé.) ¿Cómo se sienten los demás cuando ustedes son buenos y comprensivos con ellos? ¿En qué forma han ayudado a alguien a ser comprensivo y bondadoso? ¿De qué manera alguien les ayudó de esa forma?

• ¿Qué creen que significa tener “anchura de corazón”? (1 Reyes 4:29; demostrar amor por todos y ser bueno y generoso con los demás.) ¿Cómo podemos nosotros tener “anchura de corazón” dentro del núcleo familiar?, ¿y con nuestros amigos?

• ¿Qué logró alcanzar Salomón debido a que el Señor lo bendijo con sabiduría y entendimiento? (1 Reyes 3:27–28; 1 Reyes 5–8.) Explique que Salomón hizo mucho bien durante su mandato como rey. Él recibió permiso del Señor para edificar un templo en Jerusalén, el cual construyó con los materiales más finos que su padre David había reunido con ese propósito. (Véase la actividad complementaria N° 3.) Salomón ofreció su sabiduría a los demás. Muchos de sus dichos sabios se registran en el libro de Proverbios, en la Biblia. (Véase la actividad complementaria N° 4.)

A pesar de todos esos logros, finalmente Salomón se alejó de Dios; utilizó sus riquezas y su sabiduría para su propia gloria; y además se casó con mujeres que no pertenecían al convenio. Esas mujeres adoraban ídolos y persuadieron a Salomón para que también lo hiciera. Haga hincapié en que cuando Dios nos da un don, debemos utilizarlo para glorificarlo a Él y prestar servicio a los demás. Recalque la importancia de utilizar esos dones en forma apropiada a lo largo de toda nuestra vida, y no sólo cuando somos jóvenes.

Actividades complementarias

En cualquier momento de la lección o como repaso, resumen o cometido, utilice una o más de las siguientes actividades:

  1. Escriba en la pizarra las palabras conocimiento, sabiduría y un corazón entendido. Analice el significado de cada una de ellas. Explique que el conocimiento es el aprendizaje que se obtiene por medio del estudio o la experiencia; sabiduría es el utilizar lo que hemos aprendido de la mejor forma posible para tomar decisiones correctas, y que un corazón entendido nos permite saber cómo se sienten los demás.

    Pida a los niños que sugieran situaciones en las cuales deben pedir a nuestro Padre Celestial que los bendiga con conocimiento, con sabiduría y con un corazón entendido, tales como las que se dan a continuación:

    • Un hermano o hermana menor está lastimado o tiene miedo.

    • Un amigo te ha ofendido.

    • Alguien tiene un problema y te pide consejo.

    Es importante que los niños comprendan que ellos pueden recibir estos dones si los buscan y viven dignamente.

  2. Remítase a las ideas de los niños sobre las cosas que les gustaría pedir y que anotó anteriormente en la pizarra (véase la actividad para captar la atención). Si son dones espirituales, analice la forma en que pueden desarrollarlos y utilizarlos. Si algunas de ellas, o todas, fueran cosas materiales, antes de analizarlas, pida a los niños que sugieran dones espirituales en lugar de las cosas mundanas que habían escogido.

  3. Explique a los niños que David, el padre de Salomón, había querido edificar un templo pero se le había negado ese privilegio. En su lugar, el Señor escogió a Salomón para que dirigiera los siete años que duraría la construcción del mismo. Cuando se terminó la construcción del complejo templo (gran parte del cual estaba cubierto de oro), los sacerdotes llevaron el arca del pacto, el cual contenía las dos tablas de piedra que el Señor le había dado a Moisés, “en el lugar santísimo” del edificio (1 Reyes 8:6). Luego, la gloria del Señor llenó el templo (véase 1 Reyes 8:10–11) y Salomón ofreció la oración dedicatoria (véase 1 Reyes 8:22–53.)

    Muestre la lámina La pila bautismal del templo (Las bellas artes del Evangelio 504; 62031). Destaque que todos los templos de la actualidad tienen una pila bautismal apoyada sobre doce bueyes, semejante a la del templo que construyó Salomón. En la época de Salomón, esa pila se utilizaba para bautizar a los vivos; hoy día, en nuestros templos, las pilas se utilizan para efectuar bautismos por los muertos.

  4. Pida a los niños que busquen el libro de Proverbios en sus ejemplares de la Biblia. Explique que Salomón escribió la mayoría de esos proverbios (adagios o dichos sabios) y que, debido a la gran sabiduría que él poseía, éstos aún pueden ayudarnos en la actualidad.

    Escoja algunos de los siguientes pasajes del libro de Proverbios y escriba las letras correspondientes por separado en trocitos de papel. Coloque los papeles en un recipiente y pida a los niños que se turnen para escoger una letra. Lea el proverbio o pida a los niños que lo busquen en sus ejemplares de la Biblia y lo lean. Ayúdelos a decirlo con sus propias palabras y luego pídales que digan cómo piensan que ese proverbio se aplica a ellos (ayúdelos, si fuera necesario). Si lo desean, pueden marcar algunos de esos proverbios en sus ejemplares de la Biblia.

    1. “Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre, Y no desprecies la dirección de tu madre” (1:8).

    2. “Si los pecadores te quisieren engañar, No consientas” (1:10).

    3. “Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, Y él enderezará tus veredas” (3:5–6).

    4. “Bienaventurado el hombre que halla la sabiduría, Y que obtiene la inteligencia” (3:13).

    5. “Los labios mentirosos son abominación a Jehová; Pero los que hacen verdad son su contentamiento” (12:22).

    6. “La blanda respuesta quita la ira” (15:1).

    7. “El corazón alegre hermosea el rostro” (15:13).

    8. “Jehová está lejos de los impíos; Pero él oye la oración de los justos” (15:29).

    9. “Mejor es adquirir sabiduría que oro preciado” (16:16).

    10. “Antes del quebrantamiento es la soberbia, Y antes de la caída la altivez de espíritu” (16:18).

    11. “Panal de miel son los dichos suaves; Suavidad al alma y medicina para los huesos” (16:24).

    12. “Mejor es el que tarda en airarse que el fuerte” (16:32).

    13. “En todo tiempo ama el amigo” (17:17).

    14. “El corazón alegre constituye buen remedio” (17:22).

    15. “El vino es escarnecedor, la sidra alborotadora, Y cualquiera que por ellos yerra no es sabio” (20:1).

    16. “Aun el muchacho es conocido por sus hechos, Si su conducta fuere limpia y recta (20:11).

    17. “Cual es su pensamiento en su corazón, tal es él” (23:7).

    18. “No digas: Como me hizo, así le haré” (24:29).

    19. “El hombre de verdad tendrá muchas bendiciones” (28:20).

    20. “El que confía en Jehová, será exaltado” (29:25).

    Pida a los niños que escojan uno de los proverbios para que lo escriban o lo aprendan de memoria, y luego se lo reciten o lean a su familia.

  5. Canten o repitan la letra de la canción “Amad a otros” (Canciones para los niños, pág. 74; o Himnos, N° 203).

Conclusión

Testimonio

Exprese agradecimiento a los niños por alguna ocasión específica en que usted los haya visto demostrar bondad y comprensión hacia otras personas. Testifique que, a medida que ellos desarrollen la habilidad de actuar con sabiduría y tener un corazón entendido hacia sus familiares y amigos, se parecerán mucho más al Salvador.

Sugerencias para que los niños hablen con la familia

Inste a los niños a hablar con la familia sobre una parte específica de la lección, tal como un relato, una pregunta o actividad, o que lean con ella las “Sugerencias de lectura” que tienen para estudiar en casa.

Sugerencias de lectura

Sugiera a los niños que estudien en casa 1 Reyes 3:5–28 como repaso de la lección de hoy.

Pida a uno de los niños que ofrezca la última oración.