Manuales de la Primaria y del Tiempo para compartir
Serviré a Jesucristo al prestar servicio a los demás


Lección 37

Serviré a Jesucristo al prestar servicio a los demás

Objetivo

Que cada uno de los niños comprenda que puede demostrar amor por Jesucristo prestando servicio a sus semejantes.

Preparación

  1. Con espíritu de oración, estudie Mosíah 2:17 y Lucas 10:30–37, y prepárese para explicar a los niños el significado de estos pasajes de las Escrituras.

  2. Prepárese para tararear las canciones “Cuando ayudamos” (Canciones para los niños, pág. 108) y “El arroyito da” (Canciones para los niños, pág. 116).

  3. Hable con su obispo o presidente de rama y pídale que le cuente experiencias de su infancia referentes a cómo prestaba servicio a los demás. Prepare una breve descripción de él para que los niños puedan adivinar el nombre de la persona de la cual usted les está hablando. De ser posible, pídale a su obispo que le preste una fotografía de él cuando era niño o jovencito. (También podría hacer la presentación de la presidenta de la Primaria o de otro líder.)

  4. Dibuje y recorte una flor de papel para cada niño como la que figura más abajo. Hágalas lo suficientemente grandes para escribir un breve mensaje al dorso de ellas.

    Imagen
    paper flowers
  5. Materiales necesarios:

    1. Un ejemplar del Libro de Mormón.

    2. Una pajita dura (popote) o un palito para cada niño, si le fuera posible.

    3. Cinta adhesiva transparente, si le fuera posible.

    4. Un lápiz regular o de cera para cada niño.

    5. Un florero o una botella.

    6. Tiza, pizarra y borrador.

    7. La lámina 3–63, El buen samaritano (62156 002, Las bellas artes del evangelio 218).

  6. Haga los arreglos necesarios para las Actividades complementarias que desee llevar a cabo.

Sugerencias para el desarrollo de la lección

Pida a un niño que ofrezca la primera oración.

Si en la clase anterior usted instó a los niños a hacer algo en particular durante la semana pasada, pregúnteles si lo hicieron y pida un informe.

Demostramos amor por Jesucristo cuando servimos a nuestros semejantes

Actividad para despertar el interés

Pida a los niños que informen ante la clase cómo demostraron amor por Jesucristo durante la semana pasada (lección 36). En seguida, dígales que a usted le gustaría que ellos aprendieran acerca de otro modo de demostrar amor por Jesucristo.

Explique que con el juego que van a llevar a cabo, aprenderán otra manera de demostrar su amor por Jesucristo. Dígales que usted va a tararear una melodía, y que cuando ellos piensen que se acuerdan del nombre de la canción, podrán levantar la mano y decirlo. Usted podría interrumpir el tarareo y pedir a uno de los niños que trate de adivinar de qué canción se trata o esperar a darles la palabra hasta que haya terminado de tararear la canción de principio a fin.

Entonces tararee “Cuando ayudamos”. Una vez que uno de los niños haya adivinado el nombre de la canción, pregunte:

• ¿De qué se trata esta canción? (De ayudar.)

Escriba en la pizarra, con letras de molde, la palabra Ayudar.

En seguida, tararee “El arroyito da”. Después que hayan adivinado el nombre de la canción, pregunte:

• ¿De qué trata esta canción? (De dar.)

Escriba la palabra Dar debajo de Ayudar.

• ¿Saben cuál es la palabra de una sola acción que quiere decir ayudar y dar a la vez? (Servir. Déles las pistas necesarias para que los niños puedan adivinarla.)

Recalque que prestar servicio a otras personas implica dar y ayudar. Con frecuencia, prestamos servicio cuando ayudamos y somos caritativos con nuestros semejantes.

Artículo de Fe

Ayude a los niños a repetir todos juntos las siguientes partes del Artículo de Fe 13: “Creemos en … hacer el bien a todos los hombres”.

Pasajes de las Escrituras

Lea Mosíah 2:17 y explique que este pasaje quiere decir que cuando prestamos servicio a los demás de buena voluntad, estamos sirviendo a nuestro Padre Celestial y a Jesucristo. Cuando prestamos servicio a los demás, estamos demostrando que amamos a nuestro Padre Celestial y a Jesucristo.

Relato y lámina

Conforme cuente con sus propias palabras el relato que sigue más adelante, exponga, cuando sea apropiado, la lámina 3–63, El buen samaritano:

En la historia del buen samaritano, Jesucristo enseñó acerca de prestar servicio a los demás. Él contó de un hombre que descendía de Jerusalén a Jericó, y que fue atacado por ladrones que le quitaron la ropa, lo golpearon y lo dejaron medio muerto en el camino. Pasó por allí un sacerdote, y viendo al hombre herido, se siguió de largo. Luego pasó un levita, un hombre que ayudaba a los sacerdotes en el cumplimiento de sus responsabilidades, pero él también siguió caminando, al otro lado del camino, para evitar al pobre hombre.

Por último, un samaritano, que pertenecía a un grupo de personas que odiaban a los judíos, que iba de camino se detuvo para auxiliar al hombre herido; le lavó y le vendó las heridas, lo cargó en su cabalgadura y lo llevó al mesón, y cuidó de él durante la noche. Al otro día, pagó al mesonero y le dijo que si el dinero no era suficiente para cuidar al hombre herido, le pagaría más cuando volviera.

• ¿Por qué creen ustedes que el sacerdote y el levita se siguieron de largo y no ayudaron al hombre que estaba tirado en el camino? (Entre las respuestas podrían estar: Estaban apurados, tenían miedo del hombre herido, no querían complicarse la vida con los problemas de los demás.)

• ¿Por qué razón dejamos de lado a personas que necesitan nuestra ayuda?

Explique que los niños pueden ser buenos samaritanos ayudando a los necesitados. Dígales algunos ejemplos de personas que necesiten ayuda y pida a los niños que hagan la representación de cómo podrían ayudar. Algunos ejemplos podrían ser:

  • Hay juguetes desparramados por todo el piso, el bebé está llorando y su mamá está tratando de preparar la cena.

  • Una niña se ha mudado a la casa de al lado. Ella viene de otro país y no habla el idioma de ustedes. Cuando sale a jugar, se ve muy solitaria.

  • La hermana Castro asiste a la Iglesia todas las semanas, pero parecería que nadie nota su presencia. Ella es anciana, se sienta siempre sola y se ve triste.

  • La hermanita menor de ustedes está llorando porque se le ha roto su juguete favorito.

Explique que Cristo se complace cuando tenemos la buena voluntad de servir a otras personas. Inste a los niños a prestar servicio a otras personas.

Podemos demostrar amor por Jesucristo sirviendo en Su Iglesia

Presentación de láminas

Destaque que hay muchas personas en la Iglesia que están al servicio de Jesucristo ayudando a los demás semana a semana. Entre ellas se encuentran los maestros de la Primaria, los directores de música, los pianistas, los presbíteros y los diáconos que bendicen y reparten la Santa Cena, y muchos más.

Si consiguió una fotografía del obispo o presidente de rama, muéstrela, pero no diga quién es.

Explique que el niño de la fotografía ha llegado a ser alguien importante en su barrio o rama. Destaque que es una persona que se complace en servir a los miembros del barrio o de la rama semana tras semana.

Presentación por el maestro

Diga a los niños que la información que usted ha recopilado es de una persona a quien ellos conocen muy bien. Diga que él cuando era niño, servía a los demás. En seguida, pida a los niños que traten de adivinar de quién se trata. Si fuera necesario, déles algunas pistas hasta que acierten. (Por ejemplo: nos ayuda a escoger lo correcto; nos ayuda cuando tenemos problemas; entregamos a él nuestro diezmo.)

Explique que el obispo presta muchas horas de servicio a los miembros del barrio semana tras semana; que no sólo presta su ayuda los domingos sino también en los días de entre semana.

• Cuando el obispo presta servicio a los miembros del barrio, ¿a quién más está sirviendo? (A Dios.)

• ¿A quién demuestra su amor el obispo cuando presta servicio a los demás? (A Jesucristo y a los miembros del barrio.)

Resumen

Actividad

Diga a los niños que le gustaría que hicieran un regalo para el obispo, el cual fuera un símbolo del agradecimiento de ellos por las muchas horas de servicio que les presta. Dé a cada niño una flor de papel, un lápiz y una pajita (popote) o palito; dígales que al dorso de la flor escriban o dibujen una manera de demostrar su amor por Jesucristo y que escriban su nombre. Por último, pegue las flores a las pajitas (popotes) o palitos, como si éstos fueran los tallos.

Cuando todos hayan terminado, pida a los niños los materiales restantes e indíqueles que coloquen sus respectivas flores en el florero que usted habrá llevado para ese fin. Con los niños, escojan a uno de los miembros de la clase para que haga entrega de las flores de papel al obispo después de la clase.

Pida a un niño que ofrezca la última oración.

Actividades complementarias

Escoja de entre las siguientes actividades las que sean más apropiadas para los niños de su clase. Puede realizarlas durante la lección, como repaso o resumen. Para más información, véase “El período de clases”, en “Ayudas para el maestro”.

  1. Cuente el siguiente relato sobre Heber J. Grant, el séptimo Presidente de la Iglesia, y analicen de qué forma prestó servicio a los demás.

    El padre de Heber J. Grant murió cuando el niño tenía nueve años de edad. Su madre era muy pobre y le era muy difícil proveer para sí y para su hijo, lo que hacía cosiendo y hospedando a gente en su casa. A veces cosía por tantas horas que casi no podía mover el pedal de su vieja máquina de coser, entonces Heber se agachaba debajo de la máquina de coser y empujaba el pedal para ayudar a su madre. En invierno hace mucho frío en la ciudad de Salt Lake City, y Heber sólo tenía un abrigo viejo y desgastado. Él deseaba mucho tener un abrigo calientito, pero sabía que el dinero que tenían apenas les alcanzaba para comprar alimentos. Por eso, cuando su madre le regaló una chaqueta abrigada para su cumpleaños, el niño estaba radiante de alegría; su nuevo abrigo era lo mejor que él poseía. Unas semanas después, mientras Heber iba corriendo para hacer un mandado, vio a un niño más o menos de su misma estatura que temblaba de frío; vestía un suéter muy delgado. Heber se acordó de cómo se sentía él cuando no tenía un abrigo bueno. Inmediatamente se quitó su abrigo nuevo y le insistió al niño que se lo pusiera. Entonces le dijo que se quedara con él, porque él tenía otro en su casa.

    Si lo desea, podría hacer que los niños representen el relato y que expliquen cómo deben haberse sentido las personas del relato.

  2. Pida a los niños que se sienten formando un círculo y que vayan pasando de mano en mano una pelota o un objeto blando mientras usted tararea la canción “Cuando ayudamos”. Cuando usted deje de tararear la canción, el niño que tenga la pelota o el objeto blando debe decir alguna forma en la que él podría ayudar a otra persona. Asegúrese de que todos los niños tengan la oportunidad de participar.

  3. Antes de que los niños salgan del salón de clase, préndales con un alfiler o con cinta adhesiva en la ropa de cada uno de ellos una carita con la sonrisa caída. Dígales que cuando hagan un acto de bondad por otra persona, les den vuelta a la carita, de modo que la sonrisa quede hacia arriba.