Manuales de la Primaria y del Tiempo para compartir
Yo puedo ser misionero


Lección 25

Yo puedo ser misionero

Objetivo

Que cada uno de los niños se dé cuenta de que puede hacer obra misional ahora.

Preparación

  1. Con espíritu de oración, estudie Doctrina y Convenios 133:37.

  2. Saque copias de los volantes para cada niño.

  3. Prepárese para que la clase cante o repita la letra de la canción “Espero ser llamado a una misión” (Canciones para los niños, pág. 91), cuya letra figura al final del manual.

  4. Materiales necesarios:

    1. Un ejemplar de Doctrina y Convenios.

    2. Papel, tijeras y lápices de cera.

    3. La lámina 3–52, El Sermón del Monte (62166 002, Las bellas artes del evangelio 212).

  5. Haga los arreglos necesarios para las Actividades complementarias que desee llevar a cabo.

Sugerencias para el desarrollo de la lección

Pida al niño que vaya a ofrecer la primera oración que pida bendiciones para los misioneros de todo el mundo.

Si en la clase anterior les dio una asignación, verifique si la hicieron.

Puedo ayudar a enseñar el Evangelio de Jesucristo

Actividad para despertar el interés

Pida un voluntario para que le ayude. En seguida, explique a éste que cuando usted le diga “Empieza”, él o ella debe comenzar a repartir un papel a cada uno de los miembros de la clase. Una vez que todos los niños hayan recibido un papel, pida a los niños que se los devuelvan. Luego pregunte a los niños si piensan que el voluntario podría repartir los papeles más rápidamente si tuviera un ayudante. Entonces pida otro voluntario para que sirva de ayudante al primero; divida la clase en dos, y diga a los voluntarios que cada uno debe repartir los papeles a una mitad de la clase, respectivamente. Hecho esto, ponga de relieve cuánto más rápido se repartieron los papeles con la ayuda del segundo voluntario. Indique a ambos niños que vuelvan a sus asientos mientras usted reúne nuevamente los papeles.

Lámina

Muestre la lámina 3–51, El Sermón del Monte.

Explique que Jesucristo nos ha pedido que le ayudemos a enseñar el evangelio. Con un número suficiente de ayudantes, Jesús podría enviar sus enseñanzas a todos los habitantes de la tierra. Sí, Jesucristo desea que todos lleguen a conocer Sus enseñanzas.

Análisis de pasajes de las Escrituras

Lea Doctrina y Convenios 133:37, y explique que evangelio es otra manera de decir las enseñanzas de Jesucristo; tribu es un grupo de gente que está relacionada entre sí; lengua quiere decir idioma y pueblo se refiere a la gente que pertenece a un país, a una raza o comunidad en particular.

• ¿Qué nos dice este pasaje de las Escrituras que sucederá? (Que el evangelio será predicado a todos.)

• ¿Cómo llamamos a los que son llamados por nuestro Padre Celestial para enseñar el evangelio? (Misioneros.)

Diga a los niños que todo miembro de la Iglesia, ya sea viejo o joven, puede ser misionero hablando a otras personas acerca del evangelio.

Relato

Pida a los niños que presten atención al siguiente relato referente a un niño llamado Ricardo y la forma en que él fue misionero:

A Ricardo le gustaba mucho ir a la escuela y le agradaba especialmente su maestra, la señorita Juárez.

Un día, la señorita Juárez dijo a los niños que hicieran un dibujo de lo que querían ser cuando fueran grandes. Ricardo no tuvo ni que pensarlo, pues ya lo sabía: hizo un dibujo de un hombre vestido de traje y corbata que iba caminando por una calle con las Escrituras en la mano. Más que cualquier otra cosa en el mundo, Ricardo quería ser misionero cuando fuera grande, tal como su hermano mayor.

Cuando la maestra de Ricardo vio el dibujo que él había hecho, no comprendió lo que significaba. La señorita Juárez no era miembro de la Iglesia, y por eso no sabía lo que representaba el hombre del dibujo de Ricardo. Entonces le pidió al niño que le explicara, y él le dijo que cuando fuera grande, quería ser misionero de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Mucho sorprendió a la maestra que el deseo más grande de un niño fuera ser misionero de una iglesia, en vez de anhelar ser policía, médico o cualquier otra profesión.

Después de la clase, la señorita Juárez le pidió a Ricardo que le explicara por qué quería ser misionero. El niño le dijo cuán grande era su afecto por la Iglesia, y le contó que su hermano mayor estaba en otro país enseñando a la gente acerca de la Iglesia. También le dijo que él sabía con certeza que la Iglesia era verdadera porque enseña las enseñanzas de Jesucristo.

Esa tarde, Ricardo contó a sus padres acerca del dibujo que había hecho y de la señorita Juárez, y les preguntó si podía invitarla a cenar para que la familia la conociera y le hablara del evangelio.

Al día siguiente, Ricardo llevó una nota a su maestra por medio de la cual la invitaban a cenar. Ella aceptó la invitación, y al llegar el día indicado, fue a casa de Ricardo. La señorita Juárez disfrutó tanto de su visita con la familia que comenzó a frecuentar la casa. Seis meses después, la señorita Juárez se bautizó, y siempre se sintió agradecida a Ricardo por haberle dado a conocer su gran amor por la Iglesia.

Hay muchas formas de ser misioneros

Repaso

Diga a los niños que hay muchas formas de ser buenos misioneros y que usted va a ver si ellos saben algunas de ellas. Pídales que escuchen con atención algunas declaraciones que usted les va a decir. Si la declaración es una buena forma de ser misionero, ellos deben ponerse de pie. Si no es una buena forma de ser misionero, deben tomar asiento.

  • No dejan que un compañero de clase juegue con ustedes en la escuela.

  • Invitan a un amigo a ir a la Primaria.

  • Le hablan de Jesucristo a un amigo que no es miembro de la Iglesia.

  • Ofenden a un vecino.

  • Ahorran dinero en el banco para ir a la misión.

  • Son reverentes durante la reunión sacramental.

  • Hacen trampa en un examen de la escuela.

  • Sin pedir permiso, toman algo que no les pertenece.

  • No obedecen a sus padres y se jactan de ello con sus amigos.

  • Invitan a un amigo a casa para la noche de hogar.

  • Invitan a un vecino nuevo a jugar con ustedes.

  • Se burlan de una compañera de clase hasta que ella se pone a llorar.

  • Oran por los misioneros.

Podría decir a la clase acerca de alguna forma en que usted haya sido misionero. Invite a los niños a contar experiencias que hayan tenido, ya sea ellos o los miembros de su familia, al dar a conocer el evangelio.

Resumen

Actividad

con el volante Entregue a cada niño los volantes del niño y de la niña, según corresponda, y pídales que dibujen las caras. Ayúdeles a escribir sus nombres respectivos en la etiqueta y “El Libro de Mormón” en los libros. Después que los hayan coloreado, dígales que los recorten.

Canción

Canten o repitan la letra de la canción “Espero ser llamado a una misión”.

Pida al niño que vaya a ofrecer la última oración que le dé las gracias a nuestro Padre Celestial por las oportunidades que tienen de ser misioneros.

Actividades complementarias

Elija algunas de las siguientes actividades que se ajusten mejor a sus niños. Puede realizarlas durante la lección o como repaso o resumen. Para ayuda adicional, vea “Período de clases”, en “Ayudas para el maestro”.

  1. Invite a un converso a visitar la clase y hablar acerca de las personas que le hayan ayudado a aprender acerca de la Iglesia. (Si la persona no perteneciera al barrio o rama, cerciórese de obtener la autorización del obispo o presidente de rama. Si la persona fuera miembro del barrio, comuníqueselo a la presidenta de la Primaria.)

  2. Pida a los niños que analicen y que luego representen las siguientes situaciones:

    1. Unos amigos de ustedes que no son miembros de la Iglesia les escuchan cantar la canción “Soy un hijo de Dios” y les preguntan qué están cantando. ¿Cómo podrían aprovechar esa oportunidad para hablarles de la Iglesia e invitarlos a la Primaria?

    2. Han observado que hay un niño nuevo en el vecindario. Él es tímido y todavía no tiene amigos. ¿Cómo podrían ser buenos misioneros?

    3. El hermano de ustedes se levanta el domingo por la mañana y dice que no tiene deseos de ir a la Iglesia. ¿Qué podrían hacer para ser misioneros?

  3. Vuelva a contarles el relato de Ammón, de la lección 24, utilizando la lámina 3–50. Arroje una pelota o un objeto suave a uno de los niños y hágale una pregunta sobre el relato. Si la contesta correctamente, dígale que se ponga de pie y que le arroje la pelota a usted. Siga con este procedimiento hasta que todos los niños estén de pie.