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Cómo informar de mi progreso

Elijan roles y representen lo siguiente.

FACILITADOR: Ha llegado el momento de dar un informe de nuestro progreso. Robert, ¿podría comenzar?

ROBERT: Por supuesto. La primera pregunta es: “¿Por qué quiero ser más autosuficiente?” Ya conocen mi situación: familia con hijos y muchas responsabilidades, así que necesito un buen empleo. Quiero ser autosuficiente para cuidar de mi familia y servir mejor en mi llamamiento.

ROBERT: El punto siguiente es: “¿Qué cantidad de ingresos necesito?” Fue bueno para nosotros ir a través del proceso de crear un presupuesto. Necesitamos un poco más que el doble de los ingresos que actualmente tenemos. Está bien. Se resolverá.

ROBERT: El siguiente, “¿Qué clase de futuro trabajo necesito?” Mi familia y yo nos sentimos bien con la opción de traductor. Ya hablo dos idiomas y el trabajo tiene un horario flexible.

MEKALA: ¿Aparece esa opción en la Lista de empleos de preferencia?

ROBERT: Sí, está allí. De hecho, es un empleo con mucha demanda y un campo que crece rápidamente.

ROBERT: Bien, “¿qué capacitación necesito?” Necesito mejorar mis habilidades con los idiomas. Además, necesito aprender a usar la tecnología relacionada y un poco de conocimiento sobre los negocios. Aprendí que para conseguir un buen empleo necesito la experiencia de un programa de aprendizaje profesional.

KWAME: ¿Encontró alguna institución académica con esa opción?

ROBERT: ¡Sí! Tanto el programa como la institución académica están en la Lista de instituciones académicas y programas de preferencia. La institución académica se llama Lingua Celeri y espero poder entrar en su programa avanzado de traducción e interpretación. Tienen una buena colocación laboral, debido tal vez a sus programas de aprendizaje profesional y buenas conexiones.

JANYA: ¿Cuánto dura y cuánto cuesta el programa?

ROBERT: Es un programa de dos años, incluyendo el programa de aprendizaje profesional. Pero puedo hacerlo por la noche. Así puedo seguir con mi llamamiento. Podremos pagar la mitad, pero necesitaríamos un préstamo del FPE para el resto.

FACILITADOR: Parece un plan genial, Robert. ¿Tiene alguna pregunta o inquietud?

ROBERT: A mi esposa y a mí nos preocupa el tiempo que estaré lejos de la familia, en especial con mi llamamiento de la Iglesia. Pero hablamos con los niños y todos me mostraron su apoyo. Esto podía triplicar los ingresos.

FACILITADOR: Buen informe. ¿Alguien tiene preguntas o consejos para él?

JANYA: ¿Hay buen transporte para llegar a la institución académica? ¿Sabe cómo pagará ese gasto?

ROBERT: Tendré que tomar dos autobuses en cada sentido; y ahora que lo pienso, no había pensado en el costo. Gracias por sugerirlo.

KWAME: Creo que usted será un buen traductor. Usted piensa rápido y habla bien. ¿Sería posible trabajar como traductor mientras estudia, para obtener experiencia?

ROBERT: Es una buena idea. ¿Conocen a alguien con quien podría hablar?

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La educación es la clave de la oportunidad

Tomen turnos para leer lo siguiente:

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La educación en la vida real

Invite a un miembro de la clase a leer lo siguiente en voz alta, mientras el resto del grupo ve las notas de la página 85.

HENRY B. EYRING

La conversión al Evangelio de Jesucristo trae consigo un deseo de aprender. … Es el fruto natural de vivir el Evangelio de Jesucristo. … Si continuamos procurando aprender para servir mejor a Dios y a sus hijos, es una bendición de gran valor. …

El Señor y Su Iglesia siempre han impulsado la educación para que aumentemos nuestra capacidad de servirle a Él y a los hijos de nuestro Padre Celestial. Sean cuales sean los talentos que tengamos, Él tiene un servicio que cada uno de nosotros debe prestar y, el hacerlo bien, siempre requiere aprendizaje, no sólo una vez o por tiempo limitado, sino en forma constante.

… Podemos esperar que Su gracia nos asista por medio del ayuno, la oración y el trabajo duro, con la motivación de servirle. … Aprenderemos más rápidamente y desarrollaremos nuestras destrezas más allá de lo que podríamos hacerlo sólo con nuestra capacidad natural. …

Nuestra prioridad debiera ser el aprendizaje espiritual. … Ustedes están interesados en la educación, no sólo para la vida mortal sino para la vida eterna. Cuando vean esa realidad con claridad, pondrán la formación espiritual en primer lugar y sin despreciar la formación secular. De hecho, trabajarán más arduamente en su formación secular que si lo hicieran sin esa visión espiritual. …

El Señor sabe tanto lo que Él necesitará que ustedes hagan como lo que ustedes van a necesitar saber para hacerlo. Pueden tener confianza en que Él ha preparado oportunidades para que ustedes se formen. …

Nuestra formación no debe cesar nunca. … La verdadera vida para la que nos estamos preparando es la vida eterna. Nuestra convicción es que Dios, nuestro Padre Celestial, desea que vivamos la vida que Él vive. Todo lo que podamos aprender que sea verdadero mientras vivamos en esta vida se levantará con nosotros en la Resurrección, y todo lo que podamos aprender realzará nuestra capacidad de servir. …

Ruego que sientan que tienen una deuda de gratitud con el Maestro de maestros, nuestro Salvador Jesucristo. Ruego que perciban el gran servicio que un amoroso Padre Celestial espera que les brinden a Sus hijos y que vean las oportunidades de aprender que Él les tiene reservadas. (“La educación en la vida real”, https://www.lds.org/youth/article/real-life-education?lang=spa; “Real-Life Education”, New Era, abril de 2009, págs. 2–8).

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La educación y los Santos de los Últimos Días

Invite a un miembro de la clase a leer lo siguiente en voz alta, mientras el resto del grupo práctica tomar notas en la página 86.

DALLIN H. OAKS Y KRISTEN M. OAKS

Como Santos de los Últimos Días, creemos en la educación. … Nuestra religión nos enseña que debemos tratar de aprender por el Espíritu y que tenemos la responsabilidad de emplear nuestro conocimiento para el bien de la humanidad. … Su Espíritu puede dirigir e intensificar nuestros esfuerzos por aprender y magnificar nuestra aptitud de asimilar la verdad. …

Nuestro empeño en aprender debe combinarse con la dignidad a fin de que recibamos la guía del Espíritu Santo. … El pecado aleja al Espíritu del Señor y, cuando eso sucede, la iluminación especial del Espíritu desaparece y la lámpara del aprendizaje empieza a parpadear. …

Tenemos la promesa de que si ponemos nuestra mira únicamente en la gloria de Dios, lo cual incluye la dignidad personal, nuestro “cuerpo entero será lleno de luz y no habrá tinieblas en [n]osotros; y el cuerpo lleno de luz comprende todas las cosas” (D. y C. 88:67). …

El arrepentimiento, que nos limpia del pecado mediante el sacrificio expiatorio de Jesucristo, es por consiguiente un paso esencial en el camino del aprendizaje para todos los que busquen la luz y la verdad a través del poder instructivo del Espíritu Santo. …

Al contemplar opciones académicas o de oficio, debemos pensar en prepararnos para mantenernos y mantener a los que dependan de nosotros. Es necesario que adquiramos habilidades comerciales. La instrucción es indispensable para la seguridad y el bienestar.

Nuestro Padre Celestial espera que empleemos el albedrío y la inspiración al examinarnos a nosotros mismos y considerar nuestras aptitudes con el fin de decidir el curso de aprendizaje que debemos seguir. … Lean la bendición patriarcal, consideren sus aptitudes y talentos, y sigan adelante. Den el primer paso y verán que se les abren puertas. … Con el Señor, “todas las cosas obrarán juntamente para [nuestro] bien” (Romanos 8:28). …

Quizás tengamos que luchar por alcanzar nuestras metas, pero esas luchas tal vez produzcan tanto progreso como la instrucción que recibamos. La fortaleza que logremos para vencer las dificultades permanecerá con nosotros por las eternidades. …

Más importante aún, tenemos la obligación de continuar nuestra instrucción espiritual leyendo las Escrituras y las publicaciones de la Iglesia, y asistiendo a las reuniones y al templo. El deleitarnos en las palabras de vida nos ennoblecerá, aumentará nuestra habilidad de enseñar a nuestros seres queridos y nos preparará para la vida eterna.

El objetivo más importante de obtener una educación es hacernos mejores padres y siervos en el reino. … La educación es un regalo de Dios; es la piedra angular de nuestra religión cuando la utilizamos en beneficio de otras personas. (“La educación y los Santos de los Últimos Días”, Liahona, abril de 2009, págs. 26-31).

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Notas