Escuela Dominical: Doctrina del Evangelio
El hallar regocijo en las obras del templo y de historia familiar


Lección 40

El hallar regocijo en las obras del templo y de historia familiar

Objetivo

Que los miembros de la clase comprendan las muchas y diferentes formas en que pueden participar en las obras del templo y de historia familiar, y animarlos a determinar con espíritu de oración las formas en que deben participar ahora.

Preparación

  1. Repase el material correspondiente a esta lección en la Guía de estudio para el miembro de la clase (35686 002) y planifique la forma en que lo utilizará durante lección.

  2. Con una semana de anticipación, pida a dos miembros de la clase que participen de alguna forma en las obras del templo y de historia familiar durante la semana entrante. Hágales comprender que hay muchas maneras de realizar esta obra. Por ejemplo, podrían cubrir un registro de grupo familiar, enviar el nombre de un antepasado para que se efectúe la obra del templo por él, asistir al templo, escribir en el diario personal o escribir la historia personal, o enseñar a los hijos acerca de sus antepasados. Pídales que se preparen para hablar de las experiencias que hayan tenido al respecto como parte de la lección.

  3. Para obtener una mayor comprensión de los acontecimientos históricos relacionados con la doctrina de esta lección, considere repasar los siguientes: Material histórico adicional para esta lección.

  4. Si lo desea, podría conseguir ejemplares de algunas de las fuentes de consulta que proporciona la Iglesia para efectuar las obras del templo y de historia familiar a fin de mostrarlas en la tercera sección de la lección (véase la pág. 273). Si su barrio o rama tuviese un consultor(a) de historia familiar, podría pedirle que preparara una breve presentación sobre esas fuentes de consulta.

Sugerencias para el desarrollo de la lección

Actividad para despertar el interés

Si lo considera apropiado, utilice la siguiente actividad o una de su preferencia para comenzar la lección.

Escriba su nombre en el centro de la pizarra y anote en otras partes de ésta el nombre de sus padres, el de algunos de sus antepasados, y, si tiene hijos, el de éstos. Indique brevemente a los miembros de la clase el parentesco que tenga con cada una de las personas cuyo nombre haya escrito.

Explique de qué maneras algunas de esas personas han quedado temporariamente separadas unas de otras, por ejemplo, por motivo de fallecimiento. Podría ser que otras se encontrasen separadas porque viven en diferentes lugares.

Haga notar que aun cuando los miembros de la familia se separen en forma temporaria, pueden unirse eternamente; pueden hacer volver sus corazones los unos a los otros (D. y C. 110:14–15).

Especifique que en esta lección se tratan las formas en las que podemos participar en las obras del templo y de historia familiar. Cuando participamos en esta obra, adquirimos un entendimiento más amplio de lo que significa ser parte de una familia eterna: hacer volver nuestro corazón a nuestros antepasados y el corazón de ellos a nosotros, y el corazón de los padres y de los hijos se vuelven los unos a los otros.

Análisis y aplicación

Con oración, escoja el material de la lección que satisfaga mejor las necesidades de los miembros de su clase. Aliéntelos a compartir experiencias que se relacionen con los principios que traten.

Recuerde a los miembros de la clase que ésta es la segunda de dos lecciones sobre las obras del templo y de historia familiar. En la lección 39 se trató la necesidad de asistir al templo y de efectuar las ordenanzas del sacerdocio por los que han muerto sin haberlas recibido. En esta lección se tratan unas pocas de las formas en las que podemos participar en las obras del templo y de historia familiar.

1. El espíritu de Elías está instando a las personas a volver su corazón a sus antepasados.

Explique que los Santos de los Últimos Días suelen hablar del espíritu de Elías, lo cual se refiere al deseo de las personas de “hacer volver el corazón de los padres a los hijos, y el de los hijos a los padres” (D. y C. 110:15). Lo llamamos el espíritu de Elías por motivo de que Elías el profeta restauró a José Smith las llaves del poder para sellar (D. y C. 110:13–16). Por medio de este poder se pueden efectuar las ordenanzas selladoras que unen a las familias por la eternidad.

• ¿Qué cosas inspira a hacer el espíritu de Elías a los miembros de la Iglesia? (Entre las respuestas se podría mencionar que nos inspira a recibir las ordenanzas del templo nosotros mismos, a realizar la investigación de historia familiar y a ir al templo a recibir las ordenanzas del sacerdocio por los muertos. Véase también la cita que aparece a continuación.) ¿Qué experiencias han tenido ustedes cuando han sentido la influencia del espíritu de Elías?

El presidente Gordon B. Hinckley puso de relieve lo siguiente: “Todo nuestro vasto esfuerzo de historia familiar está orientado hacia la obra del templo, y no tiene ningún otro propósito. Las ordenanzas del templo se convierten en las bendiciones supremas que la Iglesia tiene para ofrecer” (“Nuevos templos para proporcionar ‘las bendiciones supremas’ del Evangelio”, Liahona, julio de 1998, pág. 96).

• ¿Cuáles son algunas de las cosas que el espíritu de Elías está guiando a hacer a las personas por todo el mundo? (Entre las respuestas se podría mencionar que la genealogía se ha convertido en un pasatiempo popular en todo el mundo y que los adelantos tecnológicos están haciendo más fácil y más accesible la investigación genealógica.)

2. Todo miembro de la Iglesia puede participar en las obras del templo y de historia familiar.

Pida a los miembros de la clase previamente designados que hablen brevemente de las experiencias que hayan tenido con respecto a las obras del templo y de historia familiar durante la semana pasada (véase “Preparación”, punto número 2).

Una vez que los miembros de la clase hayan hablado de sus experiencias, lea las siguientes palabras del presidente Boyd K. Packer, del Quórum de los Doce: “Ninguna obra ofrece mayor protección a la Iglesia que la obra del templo y la investigación genealógica que la acompaña. Ninguna obra tiene un efecto más refinador sobre el espíritu; ninguna nos da mayor poder…” (“El Santo Templo”, junio de 1992, pág. 23).

• ¿De qué manera las obras del templo y de historia familiar les han producido un mayor efecto refinador y les han dado más poder?

Señale que todos podemos participar en las obras del templo y de historia familiar en alguna forma a lo largo de nuestra vida. El élder Dallin H. Oaks, del Quórum de los Doce, dijo: “…en la obra de redimir a los muertos hay muchas tareas que cumplir, y… todos los miembros deben participar en ella eligiendo, mediante la oración, las formas que se adapten a su situación particular… Debemos tener cuidado de no forzar a nadie a hacerlo todo, sino alentar a todos a que hagan algo” (“Con prudencia y orden”, Liahona, diciembre de 1989, pág. 20).

• ¿Cuáles son algunas de las cosas que han hecho ustedes para participar en las obras del templo y de historia familiar? (Anote en la pizarra las respuestas de los miembros de la clase. Válgase de la información que se presenta a continuación para analizar o añadir a esas respuestas. Si su clase es de adultos, podría preguntarles en qué forma han participado en las obras del templo y de historia familiar en las diversas etapas de sus vidas.)

Tener la recomendación para el templo vigente y asistir al templo con regularidad

Especifique que una cosa que podemos hacer para participar en las obras del templo y de historia familiar es tener la recomendación para el templo vigente y asistir al templo tan a menudo como las circunstancias nos lo permitan. El presidente Gordon B. Hinckley dijo:

“Exhorto a nuestros miembros de todas partes, con todo el poder de persuasión de que soy capaz, a que sean dignos de tener una recomendación para el templo, a conseguir una y considerarla una posesión preciada, y a hacer un esfuerzo mayor por ir a la Casa del Señor y participar del espíritu y las bendiciones que se reciben allí. Estoy seguro de que todo hombre y [toda] mujer que vaya al templo con sinceridad y fe saldrá de allí convertido en una persona mejor. Constantemente tenemos la necesidad de mejorar. De vez en cuando sentimos el deseo de dejar atrás el alboroto y el tumulto del mundo y entrar en los recintos de la santa casa de Dios, para sentir Su Espíritu en ese ambiente de santidad y paz” (“Misiones, templos y responsabilidades”, Liahona, enero de 1996, págs. 63–64).

Haga notar que aun cuando nuestras circunstancias no nos permitan asistir al templo con regularidad, debemos tener la recomendación para el templo. El presidente Howard W. Hunter dijo: “Complacería mucho al Señor que todo miembro adulto fuera digno de recibir una recomendación para el templo y obtuviera una. Las cosas que debemos hacer o que no debemos hacer para ser dignos de obtener una recomendación para el templo son las mismas que nos aseguran la felicidad como personas y como familias” (“Preciosas y grandísimas promesas”, Liahona, enero de 1995, pág. 9).

• ¿Qué bendiciones recibimos al tener una recomendación y asistir al templo?

• ¿Qué pueden hacer los padres para enseñar a sus hijos acerca de la importancia del templo? (Entre las respuestas podría mencionarse el que los padres asistan al templo con regularidad o que se esfuercen con gran empeño por asistir a éste, el enseñar a sus hijos acerca del templo y el testificar de las bendiciones que recibimos por medio de los templos, así como llevar a sus hijos mayores de 12 años al templo a bautizarse por los muertos.)

Preparar lo necesario para que se efectúen las ordenanzas por los parientes fallecidos

Explique que otra de las formas en las que podemos participar en las obras del templo y de historia familiar es preparando lo necesario para que se efectúen las ordenanzas por los parientes fallecidos. Aun cuando otros miembros de nuestra familia hayan trabajado en la historia familiar, muchas veces podemos hallar parientes fallecidos por los que todavía haga falta que se efectúen las ordenanzas.

Para dar comienzo a ese procedimiento, buscamos el nombre y los datos de nuestros parientes fallecidos. Podemos anotar los de aquellos que recordemos, examinar los registros familiares y pedir a nuestros padres, abuelos y demás familiares que nos hablen de otros antepasados. También podemos utilizar programas de computadora (ordenador) en nuestro hogar y en los Centros de Historia Familiar, para ayudarnos en esta labor. Ponga de relieve la poderosa influencia del Espíritu que nos ayuda en la tarea de buscar los nombres y los datos de nuestros antepasados. Si ejercemos la fe, el nombre y los datos podrán salirnos al paso en formas y en lugares inesperados.

Al ir enterándonos de los nombres y de los datos de nuestros antepasados, debemos registrar la información que hallemos en los formularios de historia familiar, como por ejemplo, los cuadros genealógicos y los registros de grupo familiar. Si algún antepasado hubiera recibido ordenanzas del sacerdocio antes de morir, es útil anotar las fechas en que esas ordenanzas se efectuaron, a fin de que sepamos cuáles hace falta realizar.

Los consultores de historia familiar del barrio, de la rama o de la estaca pueden ayudarnos a preparar la información que se necesitará en el templo para que las ordenanzas se puedan efectuar por nuestros antepasados. Estas instrucciones también deben tenerlas las publicaciones de historia familiar de la Iglesia, los líderes locales del sacerdocio y los templos.

El élder Richard G. Scott, del Quórum de los Doce, ha aconsejado: “Haz arreglos para participar por tus antepasados fallecidos en las ordenanzas de sellamiento y otras… Cuando recibo ordenanzas vicarias por otro hombre, encuentro que me es beneficioso tratar de acercarme a él específicamente; pienso en él y oro para que acepte la ordenanza y sea para él una bendición. Haz esto llevando en el corazón una oración para que el Santo Espíritu ensanche tu comprensión y te ennoblezca la vida. Recibirás respuesta a esas oraciones dignas” (“Recibe las bendiciones del templo”, julio de 1999, págs. 30–31).

Aprender acerca de la vida de los antepasados

• ¿Qué han hecho para aprender acerca de la vida de sus antepasados? ¿Por qué el haber aprendido sobre la vida de sus antepasados les ha sido útil?

• ¿Qué pueden hacer los padres para enseñar a sus hijos acerca de sus antepasados?

El élder Dennis B. Neuenschwander, de los Setenta, habló de su responsabilidad de enseñar a sus hijos y a sus nietos acerca de la historia de su familia: “Ninguno de mis hijos recuerda absolutamente nada de mis abuelos. Si deseo que mis hijos y mis nietos conozcan a quienes todavía conservo en la memoria, entonces debo crear un puente de unión entre ellos. Yo soy el único vínculo que une a esas generaciones que están hacia un lado y hacia el otro de mí. Es mi responsabilidad unirlas de tal forma que sus corazones se entrelacen por medio del amor y del respeto, aun cuando quizás jamás se hayan conocido personalmente. Mis nietos no tendrán ningún conocimiento de su historia familiar si yo no hago nada para preservarla para ellos. Lo que yo no registre de alguna forma, se perderá después de mi muerte; y todo aquello que yo no les deje a mis hijos y a mis nietos, jamás lo tendrán. La obra de reunir y compartir recuerdos familiares eternos es una responsabilidad personal que no se puede dejar de lado ni delegarse a los demás” (“Los puentes y los recuerdos eternos”, Liahona, julio de 1999, págs. 98–99).

Llevar un diario personal o preparar una historia personal o la historia familiar

• ¿Por qué el llevar un diario personal o una historia personal nos sirve para participar en la historia familiar? ¿Cuáles son las bendiciones de llevar un diario personal o de preparar una historia de la familia? (Pida a los miembros de la clase que expongan la forma en que hayan sido personalmente bendecidos por esto o la forma en que sus descendientes podrían ser bendecidos por ello.)

• ¿Por qué el preparar una historia familiar nos hace volver el corazón a nuestros familiares?

3. La Iglesia proporciona muchas fuentes de consulta y de ayuda que nos sirven para participar en las obras del templo y de historia familiar.

Explique que la Iglesia proporciona muchas fuentes de consulta y de ayuda que nos sirven para participar en las obras del templo y de historia familiar. Éstas incluyen:

  1. Guía para los miembros sobre las obras del templo y de historia familiar (34697 002).

  2. Formularios de historia familiar (como, por ejemplo, los cuadros genealógicos y los registros de grupo familiar).

  3. Programas de computadora (ordenador).

  4. Información en Internet.

  5. Centros de Historia Familiar (si lo desea, podría averiguar dónde se encuentra el más cercano).

Muestre ejemplares del cuadernillo Guía para los miembros sobre las obras del templo y de historia familiar (34697 002) y formularios de historia familiar, y explique a los miembros de la clase cómo pueden conseguirse. Si hubiese pedido al consultor de historia familiar del barrio o de la rama que hablara a la clase sobre esas fuentes de consulta, pídale que lo haga ahora (véase “Preparación”, punto número 3). Asegúrese de que los miembros de la clase comprendan que pueden participar en las obras del templo y de historia familiar aun cuando no tengan acceso a esas fuentes de consulta.

Conclusión

Exprese sus sentimientos acerca de la importancia de participar en las obras del templo y de historia familiar. Anime a los miembros de la clase a determinar con espíritu de oración las formas en las que deben participar en estas obras. Según le inspire el Espíritu, testifique de las verdades que han tratado durante la lección.

Sugerencia adicional para la enseñanza

Si lo desea, utilice la idea que se da a continuación con el fin de complementar la reseña que se sugiere para la lección.

Actividad para los miembros de la clase

Consiga copias suficientes de un formulario actual de historia familiar, como por ejemplo, de cuadros genealógicos o de registros de grupo familiar, de modo que pueda dar uno a cada uno de los miembros de la clase. Podrá conseguir esos formularios por medio de los líderes del sacerdocio o del consultor de historia familiar.

Como parte de la lección, dé a cada uno de los miembros de la clase una copia de un formulario. Si tuviese tiempo, podría distribuir lápices o bolígrafos entre ellos y pedirles que comiencen a llenar los formularios durante la clase. Si no le quedara tiempo de la clase, ínstelos a llenar los formularios en casa.