Historias de Fe
Bendiciones gracias a la obediencia
Esta es la historia de fe del élder Aparicio, quien llegó a la misión el 15 de abril de 2021:
Yo estuve estudiando dos años en la universidad; mi prioridad en ese entonces eran mis estudios. En familia siempre hablábamos del tema de la misión, hasta que un día en las Escrituras encontré un pasaje que me conmovió completamente: “Y ahora bien, he aquí, te digo que lo que será de mayor valor para ti será declarar el arrepentimiento a este pueblo, a fin de que traigas almas a mí, para que con ellas reposes en el reino de mi Padre. Amén” (Doctrina y Convenios 15:6).
Pude darme cuenta de la gran importancia de la misión y tomé la decisión de prepararme y enviar mis papeles.
Antes de venir a la misión ayudaba económicamente en casa, dejé de trabajar y las cosas fueron un poco más difíciles.
Días antes de venir a la misión mi papá y mi hermano mayor enfermaron y dieron positivo al COVID-19. Eso fue devastador para mí, pero mi madre siempre me recordaba que debía ser obediente; y recuerdo sus palabras cada día: “la obediencia por fe da bendiciones, y la obediencia por amor hace milagros”.
Fue difícil dejar a mi familia enferma, mis estudios y mi trabajo, pero en el fondo de mi alma sabía que a pesar de todo ello lo que sería de mayor valor para mí era servir en una misión.
Un mes después de haber venido, mi familia me dio la gran noticia de que, a pesar de la gravedad de esta enfermedad, lograron superarlo. Todo salió bien, mi familia está sana y mi hermano menor empezó a trabajar; y, adicionalmente, en la universidad incluyeron un programa para no perder los estudios realizados… cuán feliz me puse al saber las bendiciones gracias a la obediencia.
Sé que cada misionero(a) pasa desafíos antes de salir a la misión, pero soy testigo de los milagros que hace nuestro Padre Celestial en nuestras vidas debido a la decisión de servirle.
Invito a todo(a) joven en edad de misión que a pesar de los desafíos en sus vidas puedan ser parte también de las grandes bendiciones dentro del servicio misional ¡TU TIEMPO ES AHORA!