2010
Recordemos las grandes cosas de Dios
Marzo de 2010


Recordemoslas grandes cosasde Dios

Octavo concurso internacional de arte

Consideremos los muchos dones y bendiciones que nuestro Padre Celestial y Jesucristo nos han otorgado. Al reconocer estos dones y bendiciones en nuestra vida, mostramos reverencia por Dios y fortalecemos nuestro testimonio personal. Nuestra fe se puede expresar en las notas de un himno, en modelar barro o dar pinceladas en un lienzo.

Entrar en la exposición del Octavo concurso internacional de arte, en el Centro de Conferencias de Salt Lake City, Utah, es como entrar en una reunión de testimonios de miembros procedentes de cuarenta y cuatro países. En Doctrina y Convenios 115:5 leemos: “Levantaos y brillad, para que vuestra luz sea un estandarte a las naciones”, y eso es precisamente lo que está haciendo la obra de estos artistas Santos de los Últimos Días.

En la última edición de este concurso trienal participan pinturas y otros artículos hechos a mano que reflejan el lema “Recordemos las grandes cosas de Dios”. Nuestro hogar en la tierra, el Evangelio restaurado y la preciosa expiación de nuestro Salvador son algunos de los temas que los artistas han puesto de relieve. De los 1.089 artículos participantes, se seleccionaron casi 200 para la exposición; entre ellos, se otorgaron 20 premios al mérito y 18 premios de adquisición. Aunque la exposición en el Centro de Conferencias ya ha terminado, todavía se puede acceder a ella por Internet desde ArtExhibit.lds.org. El contemplar estos testimonios artísticos tangibles nos da la oportunidad de fortalecernos espiritualmente.

Izquierda: El Niño, por Kathleen Bateman Peterson, de EE. UU., premio al mérito

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The Child

“Esta pintura trata del don más sublime que Dios nos ha otorgado: la vida misma”.

Arriba: Mujer virtuosa, ¿quién la hallará? II, por Louise Parker, de Sudáfrica, premio de adquisición

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Who Can Find a Virtuous Woman? II

“Deseaba reflejar el pasaje de las Escrituras [Proverbios 31], así como celebrar las características propias de las mujeres de África. Son sumamente industriosas y generosas, y sobreviven… guardando intacta su dignidad”.

Abajo: Amor, por Nnamdi Okonkwo, de Nigeria, premio al mérito

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Love

“Esta escultura de bronce fundido es un tributo a la maternidad”.

Izquierda: A donde me mandes iré, por Ramón Ely García Rivas, de Ecuador, premio de adquisición

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I’ll Go Where You Want Me to Go

“Aquí vemos a unos jóvenes misioneros que enseñan el Evangelio a una familia de investigadores que vive en una casa sobre una balsa flotante, lo cual es típico de las personas que viven en el curso del río Babahoyo en Ecuador”.

Derecha: Una parada por el camino, por Carmelo Juan Cuyutupa Caares, de Perú

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A Stop along the Way

“Los pioneros experimentaron instantes de gozo durante su travesía, los cuales les llevaron a hacer una pausa, a pesar del cansancio que sentían, y pararse por el camino”.

Izquierda: No dudaron, por Joseph Brickey, de EE. UU.

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They Did Not Doubt

“Sí, sus madres les habían enseñado [a los jóvenes guerreros] que si no dudaban, Dios los libraría” (Alma 56:47).

Arriba: Damos gracias (Proverbios 22:6), por Elisabete Lina Miota, de Brasil

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We Give Thanks (Proverbs 22:6)

“La oración que enseñan los padres es el primer contacto con el Padre Celestial que un bebé de dieciséis meses puede aprender y practicar”.

Derecha: Pasos de fe, por Alfred Igbinigie, de Nigeria

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Steps of Faith

“Esta escultura de madera representa las tribulaciones de los santos en Misuri, en 1838”.

Arriba: Ágape, por Valeriano Ugolini, de Italia

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Agape

“Esta pintura constituye una representación visual y simbólica del amor de Dios por los hombres, y del amor de los hombres por Dios, según se expresa en Juan 3:16”.

Abajo: Las ventanas de los cielos, por Emily McPhie, de EE. UU., premio de adquisición

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Windows of Heaven

“[Mientras contemplaba a mi niñita] me quedé sin aliento y se me llenaron los ojos de lágrimas; fue como si las ventanas de los cielos se hubieran abierto a través de sus ojos y emanaran amor y luz. Los niños son un don precioso”.

Izquierda: Compañía de carros de mano de Martin, familia Mellor, por Douglas McGarren Flack, de EE. UU.

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Martin Handcart Company, Mellor Family

“Toda esta familia de nueve miembros sobrevivió el trayecto a Sión”.

Derecha: Arraigados, por Heidi Renee Somsen, de Canadá

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Rooted

“Al igual que las raíces aferran un árbol a la tierra, los miembros de una familia se aferran unos a otros en el Evangelio, en el amor y literalmente mediante las ordenanzas del templo”.

Derecha: Preparativos para el día de reposo, por Mthulisi Ncube, de Zimbabue

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Preparing for the Sabbath

“La jovencita está leyendo su asignación de las Escrituras, y las mujeres están lavando su ropa como preparación para el día de reposo en la Sudáfrica rural”.

Arriba El jardín de Getsemaní, por Derek J. Hegsted, de EE. UU.

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Gethsemane Grove

“Durante un viaje a Israel, encontré un olivar que me hizo meditar en la razón por la que Cristo ‘muchas veces… se había reunido’ en Getsemaní (véase Juan 18:2)… Todas las formas de vida [guardan] una relación con el Gran Creador… Mediante esta pintura, me pareció pertinente rendir honor a todo aquello que dio testimonio de Su divinidad”.

Arriba: Hacia la eternidad, por Del Parson, de EE. UU.

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Facing Eternity

“Al terminar el día, el Salvador contempla el plan de Su Padre. Los mástiles de los barcos pesqueros representan las cruces que le aguardan en la última escena de Su vida mortal”.

Izquierda: Hazme andar en la luz, por Ai Meng Tsai, de Taiwán, premio de adquisición

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Teach Me to Walk in the Light

“He expresado la idea que transmite esta conocida canción para niños”.

Arriba: Sus muchos pecados le son perdonados, porque amó mucho, por Roger Cushing, de EE. UU.

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Her Sins Are Forgiven, for She Loved Much

“La fe y el arrepentimiento de esta mujer la condujeron al perdón del Señor… Por medio del amor redentor del Señor, nació la esperanza en ella”.