2004
Sigue al profeta
octubre de 2004


Tiempo para compartir

Sigue al profeta

“Lo que yo, el Señor, he dicho, yo lo he dicho… sea por mi propia voz o por la voz de mis siervos, es lo mismo” (D. y C. 1:38).

Puesto que nuestro Padre Celestial desea que regreses a vivir con Él, ha llamado a profetas para que te enseñen y te guíen. Cuando escuchas al profeta, estás escuchando a la persona a la que nuestro Padre Celestial ha llamado para representarle y hablar por Él.

El presidente Gordon B. Hinckley nos ha pedido que fortalezcamos nuestra familia (véase “Gracias al Señor por Sus bendiciones”, Liahona , julio de 1999, págs. 104–105). Él nos dice que si buscamos lo bueno en los demás, habrá felicidad en nuestro hogar; habrá menos disgustos y más perdón y felicidad.

Hace muchos años, Cori, que tenía 11 años, estaba sentada ante el televisor escuchando la conferencia general. Cuando era más pequeña, hacía dibujos, pero ahora escuchaba con atención las cosas que el profeta deseaba que hiciera. El presidente Ezra Taft Benson (1899–1994) pidió a todos que leyeran las Escrituras, que fueran al templo, que los domingos dedicaran más tiempo a sus familias y que llevaran a cabo la noche de hogar. Cori sabía que si obedecía al profeta, fortalecería a su familia. Hoy día, Cori sabe que seguir el consejo del profeta aumentó el amor que su familia siente los unos por los otros y por Jesucristo.

Jesús dijo: “…ven, sígueme” (Lucas 18:22). Cuando sigues al profeta, estás siguiendo a Jesucristo.

Actividad para la conferencia general

Durante cada sesión de la conferencia, pon atención a un discurso de un miembro de la Primera Presidencia o de uno de los Apóstoles. A la izquierda de cada recuadro de la página A4, anota lo que hayas aprendido y haz un dibujo de ello. A la derecha, escribe lo que vayas a hacer para seguir su consejo y haz un dibujo también de ello. Si no tuvieras acceso a la transmisión de la conferencia ni a la revista con los discursos, busca en este ejemplar de la revista Liahona (por ejemplo, las páginas 2–7 y A2–A3) y llena los recuadros con lo que hayas aprendido.

Ideas para el Tiempo para compartir

  1. 1. Lea en voz alta D. y C. 1:38. Lean juntos y dramaticen (véase La enseñanza: El llamamiento más importante , págs. 188–189) el relato de Josué 6:6–16, 20. Necesitará niños que representen a Josué, los siete sacerdotes (con hojas de papel enrollado que representen los cuernos de los carneros) y los hijos de Israel. En vez de gritar, canten una canción o un himno mientras los niños están de pie para representar el muro de Jericó. Luego pídales que se sienten para representar la caída del muro. Ofrezca una lectura en conjunto (véase La enseñanza: El llamamiento más importante , pág. 198). Pida a “Josué” que diga: “…escogeos hoy a quién sirváis… pero yo y mi casa serviremos a Jehová” (Josué 24:15). Pida a todos que contesten con una lectura en conjunto de Josué 24:24 y testifique que las familias se fortalecerán al servir al Señor.

  2. 2. Pida a un niño que salga de la sala mientras usted esconde una lámina de un hogar. Invite al niño a entrar y pídale que vaya a “casa”; dígale también que hay alguien que puede ayudarle. Apague las luces y entregue una linterna a otro niño. Pídale que guíe al “niño perdido” de regreso a “casa” iluminando el suelo. Los profetas de los últimos días nos han enseñado sobre la importancia de la familia. Así como la linterna ilumina el camino a casa, el consejo de nuestro profeta se convierte en la herramienta que necesitamos para fortalecer a nuestra familia. Recorte la fotografía de una familia en piezas que formen un rompecabezas y escriba un consejo de nuestros profetas en cada una. (Vea los ejemplares recientes de las conferencias generales y de “Ven y escucha la voz de un profeta”). Luego pegue las piezas a herramientas que se usan en la construcción (un destornillador, una cinta métrica, etc.). Divida la Primaria en grupos y pida a cada uno que escoja una herramienta. Pida a los grupos que analicen de qué modo el consejo del profeta puede convertirse en una herramienta para edificar nuestra familia y que estén preparados para (a) decir lo que pueden hacer para seguir el consejo del profeta y (b) sugerir una canción o un himno que respalde dicho consejo. Pídales que coloquen las piezas del rompecabezas en la pizarra, que den un informe y canten.