1990–1999
¿Quién es tu amigo de verdad?
Abril 1990


¿Quién es tu amigo de verdad?

“Elegid con cuidado a vuestros amigos porque ellos serán la base de la fortaleza espiritual que os permita tomar decisiones difíciles y muy importantes cuando tengáis que hacerlo.”

Hace un año, cuando me llamaron como Setenta, una paciente mía, que no es miembro de nuestra Iglesia, me preguntó si un Setenta tenia mas importancia que un obispo. Cuando le pregunte por que me hacia esa pregunta, me contestó que tenia interés en saber lo que yo iba a hacer. Me dijo en broma que se había enterado de que todos los cargos de obispo para abajo eran “pura acción” y los de obispo para arriba eran “puras palabras”. Debe de ser por eso que quiero hablaros esta noche a vosotros, los hermanitos del Sacerdocio Aarónico.

Muchos de vosotros sabréis lo que significa haber tenido un animalito de mascota que os haya entristecido con su muerte. Hace unos años, cuando estabamos de vacaciones, decidimos adoptar una culebrilla de agua que encontramos en una playa del estado de Washington. Mis hijos la bautizaron “Sneaky” (un nombre apropiado para una culebra).

Una mañana, mientras habíamos ido a caminar cerca del hotel, la viborita se escapó de la caja en que la guardábamos. Cuando la empleada entro en el cuarto para hacer la limpieza, la culebrilla trató de escapar por la puerta abierta. La muchacha, horrorizada, cerró la puerta de un golpe y la mató.

Ese fue el fin de la mascota y el principio del ataque de nervios de la empleada, y del llanto y la desilusión de mis hijos.

De esto podemos sacar una lección. Lamentablemente, la muchacha había supuesto que la culebrita era un enemigo cuando en realidad era inofensiva.

El obispo Hales ya nos ha hablado de los verdaderos amigos y yo voy a agregar algo sobre ese mismo tema. Muchos de nosotros tenemos momentos de duda cuando tratamos de determinar quienes son nuestros verdaderos amigos. Para daros un ejemplo de lo que quiero decir, voy a contaros algo relacionado con la Palabra de Sabiduría.

Hace algunos años, vino a mi consultorio medico un joven adolescente de la edad de algunos de vosotros y me resultó difícil dar con la causa de sus problemas de salud.

Después de varios exámenes y radiografías, yo mismo no podía creer el diagnóstico. El jovencito era alcohólico. Me confesó que había empezado a beber desde que era niño bajo la insistencia de los que decían ser sus amigos.

Yo me pregunte si podíamos considerar amigos a los que nos convencen a desobedecer la Palabra de Sabiduría.

Posiblemente nos digan: “Sólo pruébalo” o “todos lo hacen” o “nadie se va a enterar”; pero si fueran amigos de verdad, no nos presionarían de esa manera.

En la vida es difícil a veces determinar quienes son nuestros amigos de verdad. Yo diría que los amigos de mi joven paciente no eran amigos que el debía esforzarse por conservar. La empleada del hotel pensó que la viborita de agua era su enemiga cuando en realidad eso no era cierto.

Un verdadero amigo, tanto mío como vuestro, nos dio la Palabra de Sabiduría por medio del profeta José Smith.

Los estudios médicos revelan que la gran mayoría de los jóvenes que empiezan a tomar alcohol o a fumar lo hacen a instancia de sus amigos.

El Señor nos ha dicho que ni las bebidas alcohólicas ni el tabaco son para el cuerpo y que no son buenos para el hombre.

Quiero hablaros con toda franqueza: como medico, que durante cuarenta años ha comprobado la veracidad de lo que dice la Palabra de Sabiduría, os testifico que lo que dice esta Escritura es correcto.

Las hermosas escenas que se ven en las propagandas de cigarrillos en las revistas no reflejan las verdaderas consecuencias de fumar. La propaganda en revistas y periódicos es muy engañadora. Las consecuencias son mucho mas desagradables. Incluyen mascaras de oxigeno, medicación intravenosa, y horas interminables de falta de aire y dolores atores.

En los Estados Unidos, unas 5.000 personas dejan de fumar todos los días. Otras 1.000 por día mueren a consecuencia del cigarrillo, o sea, una cada minuto y medio.

Quiere decir que 6.000 personas a diario, o pierden el vicio o pierden la vida. No debe asombrarnos que la industria tabacalera gaste billones de dólares para que sus ingenuos clientes sigan comprando ese veneno.

En la sala de espera de mi consultorio, a las revistas con propagandas de cigarrillos les hacia poner mis propios comentarios, que decían así:

“Mucha de la propaganda de esta revista es falsa y explota al publico. Por ejemplo, fumar no hace a las mujeres atractivas ni a los hombres mas atléticos, pero si enferma, empobrece y mata.”

E1 fumar se esta haciendo cada vez menos popular a medida que mueren los fumadores mas empedernidos. Si un accidente industrial aniquilara a toda la población de una ciudad, el mundo se horrorizaría. Sin embargo, esa es la proporción en que mueren anualmente los fumadores. Una de cada seis personas que mueren en Estados Unidos muere a consecuencia de fumar.

Los drogadictos en su mayoría empiezan por el alcohol y el cigarrillo, ambos drogas que a su vez envician.

Además, por lo general, el daño espiritual que ocasionan estos vicios es peor que el físico. ¿Os parece que un verdadero amigo os tentaría a enviciaros con esas cosas? Estoy seguro que no.

Examinad la clase de amigos que tenéis y cultivad buenas amistades, pues ellas son muy valiosas. Recordad que nuestro Salvador valoraba tanto a sus amigos que dio su vida por ellos. El dijo lo siguiente:

“Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos.” Y continua: “… sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. Ya no os llamare siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer”. (Juan 15:13-15.)

Los amigos ocupan un lugar muy importante en nuestra vida. Alguien ha dicho que un amigo de verdad es la persona que nos ayuda a vivir el Evangelio de Jesucristo.

Muchos de vosotros, en algún momento, seréis tentados por vuestros “amigos” a hacer algo que sabéis que no es lo correcto, algo que reconocéis en vuestro interior que hará sufrir a vuestros padres y a nuestro Padre Celestial. Será para que violéis la Palabra de Sabiduría o cometáis fornicación, lo que es tan desagradable para el Señor.

“Nadie se enterara; además, ea quien le importa?”, os dirán vuestros compañeros.

No os digo que rechacéis a los compañeros que anden por la mala senda, ni que dejéis de ser sus amigos. Vosotros podéis ser buenos amigos para ellos y ayudarles cuando lo necesiten. Podéis hablarles y levantarles el animo, podéis darles vuestro testimonio y un buen ejemplo.

Pero nunca os dejéis arrastrar a hacer algo que disguste a nuestro Padre Celestial. Si esa es la condición que ellos ponen para ser vuestros amigos, tendréis que elegir entre ellos y el Señor.

Si eso sucediera, escoged al Señor y buscad a otros amigos.

Nuestros amigos son mas importantes que nunca cuando nos sentimos solos o desilusionados. Los amigos verdaderos os apoyaran. Cuando el profeta José Smith estaba en la cárcel de Liberty, el Señor le dijo:

“Tus amigos te sostienen, y te saludaran de nuevo con corazones fervientes y manos amistosas.

“No eres aun como Job; no contienden en contra de ti tus amigos, ni te acusan de transgredir, como hicieron con Job.” (D. y C. 121:9-10.)

El saber que sus amigos lo apoyarían le sirvió de gran consuelo a José Smith durante esos momentos tan difíciles.

Entre los mejores amigos que podáis tener en esta tierra se encuentran vuestros padres y hermanos. Tal vez sólo cuando tengáis hijos propios entenderéis completamente el gran amor que existe entre padres e hijos.

A medida que os hagáis hombres, os daréis cuenta de que vuestros padres han de estar en lo cierto cuando os aconsejen en cuanto a quienes confiar vuestra amistad; y esos consejos tendrán mucho valor para vosotros.

Sobre todo, tratad de haceros amigos de nuestro Salvador y Redentor, Jesucristo. El ser amigos de El os ayudara a ver con mas claridad, os dará consuelo y paz y os servirá de guía. También os traerá la amistad verdadera de otras personas.

Yo conozco su amor por nosotros, su compasión y misericordia, y la ayuda que podemos recibir de El y del Espíritu Santo. Nos ha prometido que si obedecemos su palabra hallaremos “… sabiduría y grandes tesoros de conocimiento, si, tesoros escondidos”. (D. y C. 89;19.)

¡Pensad! Si sois amigos de Jesucristo, El os fortalecerá y aumentara vuestro testimonio y así podréis resistir las tentaciones cuando estas se presenten.

Elegid con cuidado a vuestros amigos porque ellos serán la base de la fortaleza espiritual que os permita tomar

decisiones difíciles y muy importantes cuando tengáis que hacerlo.

Sobre todo, haceos amigos del Señor. Vosotros, jovencitos, sois los honrados poseedores del Sacerdocio Real. Si no lo habéis hecho antes, ahora es el momento de comunicarle que lo consideráis un amigo verdadero y que seréis un amigo de verdad para El.

Ruego que todos seamos sus discípulos y amigos, en el nombre de Jesucristo. Amén.