“Leones en el bosque”, El Amigo, abril de 2024, pág. 32.
De amigo a amigo
Leones en el bosque
Tomado de una entrevista con Linda Davies.
Cuando yo tenía seis años, nuestra familia salió de excursión por las montañas. En el camino de regreso, mi hermano mayor, Barrie, y yo nos adelantamos corriendo. ¡Estábamos entusiasmados!
Nos encantaba ver las rocas, las flores, los pájaros y las criaturas pequeñas. Sin embargo, pronto nos dimos cuenta de que estábamos solos y que el camino había desaparecido.
No sabíamos cómo regresar. Estábamos totalmente rodeados de árboles. ¡Imaginé leones escondidos detrás de cada uno! Barrie dijo que debíamos gritar pidiendo ayuda. Gritamos por mucho tiempo, pero nadie nos escuchó.
Finalmente, Barrie se volvió hacia mí y me dijo: “Creo que debemos orar”.
Pensé que era una buenísima idea. Mientras oraba, mantuve un ojo abierto para estar atento por si había leones. Después de orar, nos sentimos tranquilos.
En ese momento, oímos movimiento en los árboles. ¡Estaba seguro de que era un león! Pero antes de tener demasiado miedo, vi quién era. ¡Era papá! Estábamos agradecidos de que nuestra oración hubiera sido contestada.
Al regresar al camino, le dijimos a papá acerca de nuestra oración. Se detuvo y dijo: “Tenemos que orar de nuevo para agradecer al Padre Celestial Su ayuda”.
Con corazones felices, inclinamos la cabeza y le di las gracias por contestar nuestra oración. Esta vez, ¡me aseguré de que ambos ojos estuvieran cerrados!
Ilustración por Kelly Kennedy.