El Amigo
Un problema en el camino
Abril de 2024


“Un problema en el camino”, El Amigo, abril de 2024, págs. 4–5.

Un problema en el camino

“Oremos de nuevo”, dijo Emma.

Esta historia sucedió en Alemania.

Emma metió la última bolsa de dormir en la casa rodante. Su familia iba camino a Italia para pasar un fin de semana de vacaciones. ¡Todos estaban muy entusiasmados!

Ella se acomodó en su asiento con una manta y comida. Su hermano, Max, se sentó junto a ella.

“¿Todos listos?”, preguntó el papá.

“¡Sí!”, dijeron Emma y Max.

Pasaron por edificios y árboles. Las carreteras estaban muy congestionadas. Al cabo de unas horas, había tanta gente que todos los autos se detuvieron.

Emma miró por la ventana a la gente que iba en los autos de al lado. Algunas personas se veían aburridas. Otras parecían molestas.

Un hombre detrás de ellos salió de su auto. Se acercó y tocó la ventana del papá.

El papá bajó la ventana. “Hola, ¿en qué te puedo ayudar?”.

El hombre apuntó hacia la casa rodante. “Uno de los neumáticos está pinchado”.

“¡Oh, no!”, exclamó el papá. Se bajó a mirar y a hablar con el hombre.

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Familia mirando el neumático pinchado de la casa rodante

El papá regresó a la casa rodante. “Tenemos dos opciones. Podemos detenernos en la siguiente zona de descanso o podemos conducir con cuidado hasta el sitio para casas rodantes más cercano. Hagamos una oración”.

La mamá ofreció la oración. Le pidió al Padre Celestial que los ayudara a saber lo que debían hacer.

Todos estaban en silencio. Emma escuchó atentamente para escuchar al Espíritu Santo. “Creo que debemos conducir hasta el sitio para casas rodantes”, dijo ella.

“Yo también”, dijo el papá.

Cuando llegaron allí, la mamá y el papá llamaron a alguien para pedirle ayuda. Unas horas después, un hombre llegó a ver el neumático.

“Será difícil encontrar un neumático que quede bien”, dijo. “Pediremos uno nuevo, pero todas las tiendas están cerradas por vacaciones. No podremos conseguir el neumático hasta el martes”.

Emma frunció el ceño. Quedaba mucho para el martes, ¿y si el neumático llegaba tarde? Estaba entusiasmada por ir a Italia. Pero ahora era posible que no llegaran.

“Oremos de nuevo”, dijo Emma.

“Buena idea”, dijo la mamá. “Solo recuerda que, aunque no seamos bendecidos con un neumático, el Padre Celestial siempre escucha nuestras oraciones. Disfrutaremos de un gran viaje de todas maneras”.

Emma asintió. “Querido Padre Celestial”, oró. “Gracias por mantenernos a salvo en nuestro viaje. Si es posible, ayúdanos a encontrar el neumático adecuado para nuestra casa rodante”.

A la mañana siguiente, el hombre regresó. Iba rodando un gran neumático hacia ellos.

“¡Parece ser que llegaremos a Italia después de todo!”, exclamó el papá. Emma y Max se alegraron.

“¿Cómo encontraron un neumático nuevo tan rápido?”, preguntó Max al hombre.

“Pregunté a otras personas si tenían una rueda de repuesto que sirviera”, respondió el hombre. “¡Y alguien tenía una!”.

El hombre puso el neumático nuevo. ¡La familia estaba lista para partir! Emma oró en silencio para dar las gracias. El viaje familiar no había salido como lo habían planeado, pero el Padre Celestial había escuchado sus oraciones.

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La familia viajando en la casa rodante
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PDF del relato

Ilustraciones por Greg Paprocki