“Principio 5: Restaurar la seguridad, la estabilidad, la confianza y el bienestar”, Ayuda para el cónyuge, 2019
“Principio 5: Restaurar la seguridad, la estabilidad, la confianza y el bienestar”, Ayuda para el cónyuge
Principio 5: Restaurar la seguridad, la estabilidad, la confianza y el bienestar
Volvernos a Cristo y abordar nuestras diversas necesidades puede ayudarnos a restaurar la seguridad, la estabilidad, la confianza y el bienestar en nuestra vida.
Restaurar la seguridad
Podemos sentirnos inseguros debido al consumo de pornografía por parte de nuestro cónyuge. El establecimiento de límites claros puede ayudarnos a centrarnos en nuestra seguridad. Los límites son fronteras que establecemos para protegernos. No pretenden castigar u obligar a nuestro cónyuge a cambiar; son simplemente límites que definen lo que es aceptable y lo que no lo es. Podríamos considerar establecer límites físicos, económicos, sexuales, espirituales o emocionales basados en nuestra situación. Es importante que establezcamos un lugar seguro en el que podamos permitirnos comprender lo que está sucediendo y buscar la sanación.
Nuestra seguridad y la seguridad de nuestra familia son nuestra máxima prioridad. Las preocupaciones en cuanto a la seguridad deben abordarse antes de que tratemos de apoyar los esfuerzos de nuestro cónyuge por cambiar.
En caso de abuso o maltrato, notifíquelo a las fuerzas del orden y busque la ayuda adecuada. (Véase “Abuso o maltrato”, Temas del Evangelio, topics.ChurchofJesusChrist.org).
Restaurar la estabilidad
El consumo de pornografía por parte de nuestro cónyuge puede hacernos sentir inseguros acerca de la estabilidad de nuestro matrimonio o de cómo será nuestro futuro.
Nosotros sí tenemos control sobre algunas áreas de inestabilidad de nuestra vida. Podemos encontrar fortaleza al esforzamos por abordarlas y al poner en manos del Señor las áreas que no podamos controlar. Así como Cristo calmó “una gran tempestad de viento”, Él puede proporcionarnos paz y tranquilidad (véase Marcos 4:37–39).
Restaurar la confianza
Después de que una persona cercana a nosotros ha traicionado nuestra confianza, puede ser difícil volver a confiar en alguien, incluso en nuestro Padre Celestial y Jesucristo. Sin embargo, a medida que les abrimos nuestro corazón y buscamos Su ayuda, nuestra relación con Ellos puede fortalecerse y nuestra confianza en Ellos restaurarse. Confiar en nuestro Padre Celestial y Jesucristo es una de las cosas más importantes que podemos hacer.
Restaurar el bienestar
Aprender sobre los diversos aspectos de nuestras necesidades, incluidas las necesidades físicas, mentales, sociales y espirituales, nos ayuda a determinar las áreas que más necesitan nuestra atención. A medida que priorizamos nuestras necesidades, podemos buscar la ayuda que necesitamos para restaurar nuestro bienestar. Esto puede hacerse más fácil con la ayuda de otras personas, así como con la ayuda del Señor. El Espíritu Santo nos guiará para saber qué hacer.
Anote las impresiones que reciba
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Ponga en práctica este principio
A continuación se ofrecen algunas ayudas sobre temas adicionales para aumentar su conocimiento y aplicación del principio.
Comprender y establecer límites eficaces puede ayudar. Muchos de nosotros nos sentimos atrapados en nuestra propia situación. Sin embargo, tenemos muchas opciones para ayudarnos a estabilizar nuestra vida y proteger nuestras emociones.
La mejor manera de ayudar es practicando la autocompasión. Nuestro cónyuge es el único que puede decidir cambiar su comportamiento. Centrarnos en nuestra propia salud emocional, física y espiritual y recuperar la fortaleza es lo mejor que podemos hacer para ayudar a nuestro cónyuge, a nuestra familia y a nosotros mismos.
Estudio complementario
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Neill F. Marriott, “Permanecer en Dios y reparar la brecha”, Liahona, noviembre de 2017, págs. 10–12.
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Robert D. Hales, “Llegar a ser un discípulo de nuestro Señor Jesucristo”, Liahona, mayo de 2017, págs. 46–48.
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“¿Cómo desarrollo atributos semejantes a los de Cristo?”, Predicad Mi Evangelio: Una guía para el servicio misional, 2018, págs. 121–132.
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Carol F. McConkie, “Aquí para servir en una noble causa”, Liahona, noviembre de 2015, págs. 12–14.
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Gordon B. Hinckley, “A vosotros os es requerido perdonar”, Liahona, febrero de 1981, págs. 120–124.
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“Mi paz os doy”, Guía de apoyo: Ayuda para el cónyuge y los familiares de las personas en proceso de recuperación, 2017, págs. 73–78.
Material relacionado
“Reseña general para el cónyuge”
“Principio 1: Encontrar esperanza y fortaleza en el Padre Celestial y Jesucristo”