“¿Cómo puedo ayudar mejor a mi cónyuge? Límites saludables”, Ayuda para el cónyuge, 2019
“¿Cómo puedo ayudar mejor a mi cónyuge?”, Ayuda para el cónyuge
¿Cómo puedo ayudar mejor a mi cónyuge? Límites saludables
Aunque es posible que queramos hacer que este problema desaparezca, nuestro cónyuge es el único que puede decidir si va a superar sus hábitos de consumo de pornografía. Nuestra responsabilidad es centrarnos en nuestro propio bienestar emocional y crear límites entre nosotros y su conducta que nos ayuden a mantener el bienestar emocional.
La sanación de nuestro cónyuge
Cuando nuestro cónyuge está viendo pornografía, queremos hacer todo lo posible para ayudarlo a dejar de hacerlo. Sin embargo, no podemos hacer que decida cambiar. Cambiar o no su conducta es su decisión.
A cada uno de nosotros se nos ha dado el don del albedrío. Como leemos en las Escrituras: “… pues he aquí, sois libres; se os permite obrar por vosotros mismos; pues he aquí, Dios os ha dado el conocimiento y os ha hecho libres” (Helamán 14:30). Para que nuestro cónyuge elimine con éxito la pornografía de su vida, debe tomar esa decisión por su cuenta y luego perseguir con fervor ese objetivo.
Tratar de hacerse cargo de la conducta de nuestro cónyuge puede eliminar parte de la responsabilidad que él necesita sentir para lograr sus objetivos. Al final, debe ser responsable de su propia decisión y realizar el trabajo necesario.
A menudo, los efectos de la pornografía en el matrimonio nos dejan con nuestras propias heridas que necesitan atención. El cuidar de nosotros mismos nos fortalece para apoyar a nuestros hijos y a otros miembros de la familia afectados por la situación.
Reflexione en lo siguiente:
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¿Cómo respeta usted el albedrío de los demás cuando las decisiones de ellos le causan sufrimiento emocional?
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¿Qué cosas puede hacer para ayudarse a sí mismo cuando lidia con el dolor causado por las decisiones de otros?
Centrarnos en nuestro propio bienestar emocional
Después de dejar de lado la necesidad de controlar a su cónyuge, es posible que usted se sienta impotente, pero aún puede hacer mucho para mejorar su situación. El centrarse en llegar a ser espiritual y emocionalmente saludable puede conducirle a una mayor paz. A medida que nos esforzamos por cuidar de nuestra propia salud emocional, nuestro cónyuge y nuestro matrimonio también pueden, con el tiempo, beneficiarse de nuestras decisiones. El edificar una relación fuerte con nuestro Salvador y nuestro Padre Celestial puede ser fundamental para mejorar nuestra salud emocional.
Reflexione en lo siguiente:
Perdonar a quienes que nos han perjudicado es difícil y se hace más difícil si continúan con su conducta dañina o si su nivel de remordimiento es mucho menor que el dolor que causan. Sin embargo, en comparación con albergar ira, el perdonar nos ayuda a ser más saludables emocionalmente. A menudo, el encontrar maneras de dejar de lado la ira y perdonar a alguien que nos ha perjudicado puede proporcionarnos mayores niveles de paz emocional. Podemos procurar perdonar a nuestro cónyuge sin importar si elige tomar mejores decisiones o si nuestro matrimonio se acaba.
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¿De qué manera le ha bendecido en el pasado el tratar de perdonar?
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¿Cuándo ha respondido Dios a sus intentos de perdonar?
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¿Cómo puede Dios ayudarle a fortalecer sus esfuerzos por perdonar ahora?
Establecer límites
El crear límites personales apropiados protege nuestra salud emocional. Necesitamos protegernos y nutrirnos y, aunque no podemos controlar la conducta de nuestro cónyuge, podemos controlar nuestros propios esfuerzos por hallar salud emocional.
Establecer límites puede ayudarnos a mantener el control de nuestra propia vida de manera saludable. No podemos decidir si nuestro cónyuge se mantendrá alejado de la pornografía, pero sí podemos decidir con qué viviremos y con qué no. Nosotros mismos determinamos los parámetros y el grado en el que seremos vulnerables y en el que nos mantendremos conectados con nuestro cónyuge. Después, ellos deciden qué es lo que harán y nosotros actuamos en consecuencia. Es apropiado reconocer y alentar los esfuerzos de nuestro cónyuge, siempre y cuando no tratemos de asumir su responsabilidad de cambiar de comportamiento.
Reflexione en lo siguiente:
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¿Cómo contribuyen sus límites a su sentido de seguridad emocional?
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¿Cómo le ayudan a demostrarse amor a sí mismo y a los demás?
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¿Cómo pueden los límites y las consecuencias ayudarles a usted y a su ser querido a encontrar fortaleza y sanación?
Ideas para poner manos a la obra
Estas son algunas ideas que han sido útiles para otras personas. Con espíritu de oración, considere qué acciones podrían ser las mejores para usted, teniendo en cuenta que pueden o no estar aquí enumeradas.
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Obtenga más información sobre sus influencias biológicas, psicológicas, sociales y espirituales. (Véanse “¿Qué me depara el camino?” y “¿Cómo puedo ocuparme de mis propias necesidades?”).
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Procure continuar fortaleciendo su relación con Jesucristo. Esto puede invitar al Espíritu a su vida y a su hogar, beneficiando a todos los que allí entren.
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Atienda sus necesidades biológicas, que a menudo se descuidan en situaciones difíciles tales como descubrir el consumo de pornografía del cónyuge. Esfuércese por lograr una sensación de bienestar.
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Considere lo que significa tener autocompasión y cómo puede esta ayudarlo a medida que busca la sanación.
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Obtenga más información sobre los límites (véanse Guía de apoyo: Ayuda para el cónyuge y los familiares de las personas en proceso de recuperación, 2017, y “¿Cómo puedo devolver algo de estabilidad a mi vida?”).
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Considere la posibilidad de tender una mano a los demás. Puede resultar particularmente útil establecer conexiones con aquellos que han experimentado algo similar. (Véase “Principio 3: Tender una mano”).
Material relacionado
“¿Cómo puedo devolver algo de estabilidad a mi vida?”
“Principio 5: Restaurar la seguridad, la estabilidad, la confianza y el bienestar”