Establecer límites

Una madre estuvo durante años tratando de ayudar a un hijo que estaba intensamente involucrado en la adicción y otras malas decisiones. Ella se sentía fracasada, porque no podía salvar a su hijo de sus propias elecciones. Su hijo pasó años alejado de la familia. Cuando él empezó su lento viaje de regreso al establecimiento de una relación, ella fijó límites en cuanto a lo que permitiría y no permitiría en su casa. Esos límites la protegían y aseguraban que ella no posibilitaría su adicción. “Los límites que establecemos nos ayudarán a satisfacer nuestras necesidades espirituales, emocionales y físicas y, en definitiva, nos ayudarán a sentirnos seguros y en paz”¹.

Las malas decisiones prosperan en el secretismo y se nutren del engaño. Hay un momento decisivo en la vida de nuestros seres queridos cuando reconocen la manera en que el secretismo y el engaño contribuyen a sus decisiones equivocadas. Cuando nuestros seres queridos nos mienten, nos engañan y restan importancia a su conducta, perdemos la confianza en ellos. La comunicación franca y sincera supone el comienzo de la recuperación de la confianza.