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Lección 14 — Material de preparación para la clase: El Señor revela Escrituras adicionales


“Lección 14 — Material de preparación para la clase: El Señor revela Escrituras adicionales”, Fundamentos de la Restauración: Material para el maestro, 2019

“Lección 14 — Material de preparación para la clase”, Fundamentos de la Restauración: Material para el maestro

Lección 14 — Material de preparación para la clase

El Señor revela Escrituras adicionales

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jóvenes estudian las Escrituras

El presidente Russell M. Nelson ha señalado: “Por medio de [José Smith] hemos recibido más hojas de Escrituras que de cualquier otro profeta” (“Súbanse a la ola”, Liahona, mayo de 2013, pág. 47). Las Escrituras que el Señor sacó a la luz por medio de José Smith proporcionan un testimonio convincente de su llamamiento divino como profeta. A medida que estudies, piensa de qué manera estas Escrituras adicionales han fortalecido tu comprensión y testimonio del Padre Celestial, de Jesucristo y de Su evangelio.

Sección 1

¿Qué creemos acerca de la revelación continua y las Escrituras adicionales?

Al editor de un periódico de Chicago que preguntó acerca de las creencias de la Iglesia de Jesucristo, José Smith le declaró: “Creemos todo lo que Dios ha revelado, todo lo que actualmente revela, y creemos que aún revelará muchos grandes e importantes asuntos pertenecientes al reino de Dios” (Artículos de Fe 1:9).

Esta creencia en la revelación continua por medio de los profetas vivientes es una doctrina distintiva de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Además de la Santa Biblia, podemos aprender verdades esenciales en el Libro de Mormón, en Doctrina y Convenios y en la Perla de Gran Precio, todos los cuales consideramos como Escrituras.

Además de aclarar muchos pasajes de la Biblia, la traducción de José Smith de la Biblia también restaura muchas verdades claras y preciosas que se perdieron a lo largo del tiempo.

Sección 2

¿Cómo puede bendecir mi vida el estudio de Doctrina y Convenios?

El profeta José Smith escribió: “En estos días de la infancia de la Iglesia, había un gran anhelo de recibir la palabra del Señor concerniente a todo asunto que de alguna manera se relacionara con nuestra salvación” (History, 1838–1856 [Manuscript History of the Church], tomo A-1, pág. 146, josephsmithpapers.org). El Señor, bondadosa y repetidamente, respondió a esos anhelos mediante la revelación.

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Revelación dada a José Smith durante la organización de la Iglesia, por Judith A. Mehr

Hacía poco más de 18 meses que la Iglesia se había organizado, cuando el Profeta propuso a un grupo de élderes en una conferencia en Hiram, Ohio, que recopilaran y publicaran las revelaciones que el Señor había dado. Al hacerlo así, las revelaciones estarían disponibles para todos los miembros de la Iglesia y contribuirían a la obra misional. Los miembros de la Iglesia en esa conferencia declararon que las revelaciones eran “de tal estima […] como las riquezas de toda la tierra” (Minute Book 2, pág. 18, josephsmithpapers.org). Poco tiempo después, las revelaciones se publicaron en un texto llamado el Libro de Mandamientos. Más tarde, estas revelaciones y otras adicionales se publicaron con el nombre de Doctrina y Convenios.

La Introducción a Doctrina y Convenios nos ayuda a comprender por qué una recopilación de revelaciones es tan valiosa: “[L]os mensajes, amonestaciones y exhortaciones son para el beneficio de todo el género humano y contienen una invitación a todas las personas, dondequiera que estén, a escuchar la voz del Señor Jesucristo, que les habla para su bienestar temporal y su salvación sempiterna” (Introducción a Doctrina y Convenios; véase también Doctrina y Convenios 18:34–36).

Durante una conferencia para los élderes, José recibió una revelación, la cual se encuentra ahora registrada en Doctrina y Convenios 1. Este fue el propio prefacio del Señor a las revelaciones.

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Estudia a fin de prepararte para la clase

Lee Doctrina y Convenios 1:17, 21–23, 37.

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Medita a fin de prepararte para la clase

Piensa en cómo te ha hablado el Señor por medio de tu estudio de Doctrina y Convenios. Encuentra un pasaje de escrituras de Doctrina y Convenios que haya fortalecido tu fe en Jesucristo. Asiste a la clase preparado para hablar de ese pasaje.

Sección 3

¿Qué añaden la Traducción de José Smith y la Perla de Gran Precio a mi comprensión del Salvador y Su evangelio?

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José Smith busca sabiduría en la Biblia, por Dale Kilbourn

El profeta Joseph Smith mostró un gran amor por la Biblia a lo largo de su vida. Sin embargo, era consciente de que había problemas con el texto. Declaró:

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el profeta José Smith

Creo en la Biblia tal como se hallaba cuando salió de la pluma de sus escritores originales. Los traductores ignorantes, los escribientes descuidados y los sacerdotes intrigantes y corruptos han cometido muchos errores. (Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: José Smith, 2007, pág. 217)

A partir del verano de 1830, José Smith comenzó una traducción inspirada de la Biblia. No tradujo la Biblia de un idioma a otro; tampoco tenía un manuscrito original de la Biblia con el cual trabajar. En lugar de eso, José leía y estudiaba pasajes de la versión del rey Santiago de la Biblia en inglés y después hacía correcciones y adiciones según lo inspiraba el Espíritu Santo.

Se pueden encontrar partes de las revisiones inspiradas del Profeta en las notas a pie de página y en el apéndice de algunas ediciones de la Biblia, y en la Guía para el estudio de las Escrituras (scriptures.ChurchofJesusChrist.org).

La Perla de Gran Precio es una colección de textos inspirados que aclara y amplía nuestra comprensión del Evangelio. El libro de Moisés se compone de extractos de la traducción de José Smith de los primeros seis capítulos de Génesis de la Biblia. José Smith—Mateo es parte de la Traducción de José Smith de Mateo 2324, los cuales se encuentran en el Nuevo Testamento. José Smith—Historia y los Artículos de Fe son partes del testimonio y la declaración de creencias de José.

La Perla de Gran Precio contiene asimismo algunos de los escritos del patriarca Abraham. En el verano de 1835, un hombre llamado Michael Chandler llegó a Kirtland, Ohio, con cuatro momias y varios rollos de papiros antiguos descubiertos en Tebas, Egipto. El profeta José Smith examinó los rollos de papiro y, después de traducir “algunos de los caracteres o jeroglíficos”, declaró que “uno de los rollos contenía los escritos de Abraham, y otro los escritos de José de Egipto” (History, 1838–1856, tomo B-1 [1 de septiembre de 1834–2 de noviembre de 1838], pág. 596). Con la ayuda de los miembros de la Iglesia, el Profeta compró las momias, dos rollos y varios fragmentos del papiro. Tradujo una parte de los escritos de Abraham por el don y el poder de Dios y más tarde los publicó primero en el periódico de la Iglesia, Times and Seasons, con el nombre de libro de Abraham.

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Medita a fin de prepararte para la clase

Encuentra un pasaje de escrituras de la Traducción de José Smith o de la Perla de Gran Precio que te haya permitido profundizar en tu comprensión del evangelio del Salvador. Si no puedes recordar ninguno, podrías elegir uno de la siguiente lista. Ven a la clase preparado para hablar de ese pasaje y de por qué lo elegiste.

Sección 4

¿Qué es el libro de Abraham?

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fragmentos de papiro

El libro de Abraham es un libro de las Escrituras que relata partes de la vida de este profeta en sus propias palabras. Nos habla de su deseo de “ser un seguidor más fiel de la rectitud” (Abraham 1:2) y de la confianza que depositó en el Señor, que milagrosamente le salvó después de que sus “padres” lo entregaran para que el sacerdote de Faraón lo sacrificara (véase Abraham 1:5–7, 30). Este libro también enseña profundas verdades relacionadas con el convenio abrahámico, la vida preterrenal, la naturaleza eterna de los espíritus, la preordenación, el concilio de los cielos y el propósito de la vida, y la planificación y creación de la tierra. Lo más significativo es que testifica de Jesucristo: Su grandeza preterrenal, Su misericordia y Su poder para liberar a los hijos de Dios y Su papel central en el plan del Padre Celestial.

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Abraham mirando hacia el cielo

Los siguientes temas abordan lo que sabemos y lo que no sabemos sobre la aparición del libro de Abraham.

El libro de Abraham y el mundo antiguo

El libro de Abraham concuerda notablemente con lo que los eruditos han aprendido sobre el mundo antiguo. Parte de este conocimiento todavía no se había descubierto o apenas se conocía en la época de José Smith. Por ejemplo, antes se pensaba que los egipcios no practicaban sacrificios humanos tal como se describe en el libro de Abraham (véase Abraham 1:8–15; “Un facsímile del libro de Abraham”, núm. 1). Recientes hallazgos históricos atestiguan ahora que sí los efectuaban y que se dirigían contra aquellos que desafiaban el culto religioso egipcio, como lo hicieron las hijas de Onítah a las que se menciona en Abraham 1:11.

Los eruditos también han descubierto que los sacrificios no solo se llevaban a cabo en Egipto, sino también en las zonas bajo dominio egipcio (véase Abraham 1:1, 5–11). El libro de Abraham hace referencia a “la planicie de Olishem” cerca de la tierra de Ur y de Harán (véase Abraham 1:10). Nadie conocía el nombre de este lugar en la época de José Smith. Sin embargo, desde entonces se han descubierto textos antiguos que mencionan un lugar llamado Ulishem, cerca de Harán, que podría ser el mismo nombre que la ciudad mencionada en el libro de Abraham. Varios textos antiguos también hacen referencia a que Abraham enseñó a los egipcios a valerse de la astronomía (véanse Abraham 3:1–15; “Facsímile”, núm. 3). Otros documentos antiguos relatan la visión de Abraham de la Creación y describen un concilio celestial en el que se deliberó y planificó la creación del género humano (véanse Abraham 3:23–25; 4:26–27). Estas coherencias internas son indicaciones de la autenticidad del libro de Abraham.

Para más información, véase también “Traducción e historicidad del libro de Abraham”, Temas del Evangelio, topics.ChurchofJesusChrist.org; Daniel C. Peterson, “News from Antiquity”, Ensign, enero de 1994, págs. 16–21; y Kerry Muhlestein, “Egyptian Papyri and the Book of Abraham: A Faithful, Egyptological Point of View”, editado por Robert L. Millet en No Weapon Shall Prosper: New Light on Sensitive Issues, 2011, rsc.byu.edu.

Los papiros egipcios

Tras la muerte de José Smith, su familia vendió las momias y los papiros. La mayoría de los papiros se destruyeron presumiblemente en el Gran Incendio de Chicago de 1871. Sin embargo, en 1967, el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York entregó a la Iglesia fragmentos de papiro que una vez pertenecieron al profeta José Smith. Estos fragmentos recuperados datan de unos pocos siglos antes de Cristo, mucho después de que Abraham viviera.

Los críticos han intentado utilizar la datación de los fragmentos del papiro para poner en tela de juicio la autenticidad del libro de Abraham. Sin embargo, los fragmentos de papiro no tienen que fecharse en la época de Abraham para que el libro de Abraham sea auténtico. Los registros antiguos solían transmitirse como copias o reproducciones de copias. Por ejemplo, los manuscritos más antiguos de libros de la Biblia que han sobrevivido datan de siglos después de que fueran escritos originalmente (véase John Gee, A Guide to the Joseph Smith Papyri, 2000, págs. 23–25, scholarsarchive.byu.edu; Kerry Muhlestein, “Egyptian Papyri and the Book of Abraham: Some Questions and Answers”, Religious Educator, tomo XI, nro. 1, 2010, págs. 91–108).

Algunas personas también critican el libro de Abraham porque las traducciones modernas de los fragmentos del papiro, que contienen textos funerarios del antiguo Egipto, no coinciden con el texto de este libro. Habría algunas posibles razones para esto.

Uno de los fragmentos del papiro incluye una parte de la imagen que ahora constituye el facsímile núm. 1 del libro de Abraham. Algunos críticos han supuesto que el texto que acompaña esta imagen debe de haber sido la fuente de la cual Joseph Smith tradujo el libro de Abraham. Sin embargo, es común encontrar imágenes en papiros egipcios que están a cierta distancia del texto que las describe. Testigos oculares describieron “bastantes registros, escritos en papiro”, entre ellos “un rollo largo” o “rollos” múltiples de papiro (véase John Gee, An Introduction to the Book of Abraham, 2017, pág. 5). Mientras traducía, el profeta José Smith podría haber estado trabajando con secciones de los papiros que luego fueron destruidas. Por lo tanto, no sabemos qué secciones de los papiros utilizó José en el proceso de traducción.

Otras personas han sugerido que tal vez el libro de Abraham, o partes de él, no provengan de una traducción literal de los papiros. Según este punto de vista, el estudio de José de los jeroglíficos egipcios podría haber conducido a una revelación sobre los acontecimientos y enseñanzas clave de la vida de Abraham, de manera similar a como el Profeta recibió el libro de Moisés mientras estudiaba la Biblia. Ni el Señor ni José Smith explicaron el proceso de cómo se tradujo el libro de Abraham.

Un testigo de Dios

El libro de Abraham es un don de Dios. Al igual que sucede con las demás Escrituras, la creencia en la veracidad del contenido del libro de Abraham es principalmente una cuestión de fe. Un testimonio divino de sus enseñanzas por medio del estudio acompañado de oración y la revelación del Espíritu Santo es la mayor evidencia de que es verdad. El presidente Dieter F. Uchtdorf, mientras servía en la Primera Presidencia, testificó: “[E]xiste una fuente de verdad que es completa, correcta e incorruptible; esa fuente es nuestro infinitamente sabio y omnisciente Padre Celestial” (“¿Qué es la verdad?”, devocional en la Universidad Brigham Young, 13 de enero de 2013, pág. 5, speeches.byu.edu).