“Lección 13 — Material de preparación para la clase: Las leyes de Dios”, Fundamentos de la Restauración: Material para el maestro, 2019
“Lección 13 — Material de preparación para la clase”, Fundamentos de la Restauración: Material para el maestro
Lección 13 — Material de preparación para la clase
Las leyes de Dios
Piensa en las actitudes que ves hacia las leyes y los mandamientos de Dios en el mundo que te rodea. ¿Son actitudes positivas, negativas o indiferentes? Conforme estudies las leyes y los mandamientos restaurados por medio del profeta José Smith, busca maneras en las que estas leyes pueden brindarte paz y protección y ayudarte a ser más como el Salvador.
Sección 1
¿De qué manera puede bendecir mi vida el obedecer las leyes de Dios?
En diciembre de 1830, el Señor mandó a los santos que vivían en Nueva York que se reunieran con los santos de Ohio. El Señor les prometió que, si obedecían, Él les daría Su ley y serían investidos “con poder de lo alto” (Doctrina y Convenios 38:32). Un tiempo después de que llegaran a Ohio, en febrero de 1831, el profeta José Smith recibió una revelación en la que el Señor reveló Su ley (véase Doctrina y Convenios 42). En esta revelación, el Señor reafirmó la necesidad de guardar los mandamientos que Él había dado a Su pueblo en la antigüedad, incluida la ley de castidad.
El Señor también mandó que Sus santos se preocuparan por los pobres y edificaran Su reino al vivir la ley de consagración (véase Doctrina y Convenios 42:30–35). Tal como les había enseñado a Sus antiguos apóstoles, el Señor explicó que cuando los santos le sirven y guardan Sus mandamientos, muestran su amor por Él (véanse Juan 14:15; Doctrina y Convenios 42:29).
En los años subsiguientes, el Señor restauró otras de Sus antiguas leyes por medio de José Smith, entre ellas la ley del día de reposo (véase Doctrina y Convenios 59; 68:29) y la ley del diezmo (véase Doctrina y Convenios 64:23; 119). También reveló una ley de salud conocida como la Palabra de Sabiduría (véase Doctrina y Convenios 89).
Para prepararte para la clase, estudia una o más de las siguientes leyes que el Señor reafirmó o reveló en nuestros días: (1) la ley de castidad, (2) la ley de consagración, (3) la ley del día de reposo o (4) la ley de salud conocida como la Palabra de Sabiduría. Utiliza los siguientes recursos para estudiar la ley o las leyes que has escogido. Además, podrías buscar recursos adicionales en ChurchofJesusChrist.org. Acude a clase preparado para analizar las siguientes preguntas:
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¿Qué verdad o verdades has aprendido de tu estudio?
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¿Qué desafíos presenta el obedecer esta ley hoy en día y cómo podrían superarse?
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¿Qué bendiciones has experimentado personalmente al obedecer esta ley?
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¿De qué modo el obedecer esta ley te ayudará a llegar a ser más semejante a tu Padre Celestial y a Su Hijo Jesucristo?
Sección 2
La ley de castidad
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Estudia Doctrina y Convenios 42:22–25 y busca las doctrinas y los principios que el Señor enseña sobre la pureza sexual.
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Considera lo que el élder Jeffrey R Holland, del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñó sobre la gravedad de romper la ley de castidad de Dios y lo sagrada que es la intimidad sexual. Estudia los párrafos 9–16 de su discurso “La pureza personal” (Liahona, enero de 1999, págs. 89–92) y busca razones por las que debemos proteger cuidadosamente nuestra pureza sexual.
Sección 3
La ley de consagración
Para aprender más sobre la ley de consagración, haz lo siguiente:
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Lee lo que enseña la Guía para el estudio de las Escrituras sobre la ley de consagración.
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Repasa de qué manera algunos de los primeros santos procuraron vivir la ley de consagración. Antes de la llegada de José Smith a Kirtland, Ohio, en febrero de 1831, muchos de los santos de Kirtland se habían esforzado por seguir el ejemplo de los santos del Nuevo Testamento, los cuales “tenían todas las cosas en común” (véase Hechos 4:32), al compartir sus bienes y propiedades unos con otros como una gran familia. Estudia Doctrina y Convenios 42:30–35 y busca las instrucciones del Señor en cuanto a la manera en que los santos debían cuidarse unos a otros bajo la ley de consagración.
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Haz la siguiente actividad:
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Estudia el artículo “Consagración y mayordomía” en ChurchofJesusChrist.org y busca maneras en las que los Santos de los Últimos Días han vivido la ley de consagración.
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Sección 4
La ley del día de reposo
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Conforme los miembros de la Iglesia se establecieron en el condado de Jackson, Misuri, en el verano de 1831, encontraron una comunidad fronteriza en la que los juegos de azar, la ebriedad, la violencia y el quebrantar el día de reposo eran algo común. Lee Doctrina y Convenios 59:9–19 y busca las instrucciones que el Señor dio a los santos para ayudarles a resistir la influencia de la iniquidad del mundo.
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El presidente Russell M. Nelson ha hablado sobre la importancia del día de reposo. Lee los párrafos 3–16 de su discurso “El día de reposo es una delicia” (Liahona, mayo de 2015, págs. 129–130). Busca consejos que podrían ayudarte a que tu día de reposo sea una delicia.
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Mira el video “En mi día santo — Honrar el día de reposo” (1:30), en el que el élder Jeffrey R. Holland explica algunas de las bendiciones de honrar el día de reposo.
Sección 5
La ley de salud
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La Escuela de los Profetas, organizada en enero de 1833, comenzó a reunirse regularmente en una habitación de la planta alta de la tienda de Newel K. Whitney en Kirtland, Ohio. Durante esas reuniones, los hermanos a menudo usaban tabaco. Después de que su esposa, Emma, expresara su inquietud, José Smith consultó al Señor y recibió la revelación conocida como la Palabra de Sabiduría (véase Santos: La historia de la Iglesia de Jesucristo en los últimos días, tomo I, El estandarte de la verdad, 1815–1846, 2018, págs. 170–171). Estudia Doctrina y Convenios 89:1–14, 18–21 y marca las instrucciones del Señor y Sus promesas a los santos.
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Algunos Santos de los Últimos Días se preguntaban por qué la Palabra de Sabiduría no prohibía específicamente otras substancias dañinas. El presidente Boyd K. Packer, del Cuórum de los Doce Apóstoles, abordó esa pregunta y aclaró las bendiciones prometidas por vivir la Palabra de Sabiduría. Lee los párrafos 10–12 y 23–34 de su discurso “La Palabra de Sabiduría: El principio y las promesas” (Liahona, julio de 1996, págs. 18–20).