Autosuficiencia
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“4: Aprender”, Hallar fortaleza en el Señor: Resiliencia emocional, 2020

“4: Aprender”, Hallar fortaleza en el Señor: Resiliencia emocional

Aprender — Tiempo máximo: 60 minutos

1. ¿Qué son el estrés y la ansiedad?

Leer:

El estrés y la ansiedad son partes normales de la vida. Estas palabras describen maneras en las que el cerebro y el cuerpo reaccionan ante cualquier exigencia, tal como un problema en el trabajo, un examen en la escuela o una decisión importante. Los niveles normales de estrés y ansiedad pueden ayudarlo a concentrarse, alcanzar sus metas y proteger su cuerpo. Por ejemplo, si siente un poco de estrés en cuanto a su empleo, es probable que vaya a trabajar preparado y centrado en sus tareas.

El estrés y la ansiedad lo ayudan a mantenerse vivo, pero sentir estrés y ansiedad con demasiada frecuencia o durante demasiado tiempo puede causar problemas importantes y llevarlo a sufrir enfermedades mentales. Si está lidiando con demasiado estrés y ansiedad, podría enfermarse con frecuencia, tener dolores de cabeza, sentirse enojado, tener cambios drásticos del apetito o experimentar falta de concentración.

Podría comenzar a sentirse abrumado por su trabajo, o quizás no desee ir a trabajar porque teme que algo malo vaya a ocurrir o que usted no es lo bastante bueno. Estas son señales de que está sintiendo angustia o niveles debilitantes de estrés y ansiedad.

El estrés y la ansiedad pueden afectar a su capacidad de sentir el Espíritu o distorsionar su comprensión de las impresiones espirituales. La hermana Reyna I. Aburto dijo: “[S]i constantemente estamos tristes y si el dolor no nos permite sentir el amor del Padre Celestial y Su Hijo, y la influencia del Espíritu Santo, entonces quizá suframos de depresión, ansiedad u otra afección emocional” (“En sol y sombra, Señor, acompáñame”, Liahona, noviembre de 2019, pág. 57).

Este capítulo se centra en aprender a sobrellevar mejor los niveles normales de estrés y ansiedad. Puede aprender a reconocer las situaciones en las que siente demasiado estrés o ansiedad y buscar la ayuda adecuada.

Analizar:

¿De qué manera el estrés y la preocupación lo ayudaron o le hicieron daño?

2. Comprender los niveles de estrés

Leer:

Al igual que los indicadores que se encuentran en el panel del automóvil le recuerdan que debe reducir la velocidad, cargar combustible o revisar el motor, los síntomas de estrés son señales que le recuerdan que debe aminorar el ritmo, llenar su “depósito” espiritual y buscar nuevas soluciones. Al esforzarse por controlar el estrés eficazmente, podría resultarle de ayuda clasificar el estrés en cuatro niveles diferentes (véase el cuadro de la siguiente actividad).

Leer:

Aquellos a quienes les resulta difícil lidiar con el día a día quizás tengan un problema de salud. Una emergencia puede causar que usted pase de repente a un nivel de estrés naranja o rojo. Las personas deben buscar ayuda profesional de inmediato si sienten que no pueden enfrentar sus problemas o si están consumiendo sustancias dañinas. Las personas que tengan pensamientos suicidas deben ir a la sala de urgencias del hospital más cercano y comunicarse con su familia, un amigo, su obispo u otro líder de la Iglesia. En suicide.ChurchofJesusChrist.org puede consultar las líneas telefónicas de ayuda y otros recursos.

Cualquier persona en Norteamérica puede llamar a la Red Nacional de Prevención del Suicidio al 1-800-273-8255.

3. Utilizar la atención plena para reducir el estrés

Leer:

El estrés y los modelos de pensamiento incorrectos pueden dominar y distorsionar sus pensamientos. Su atención puede divagar o usted puede desconectarse y centrarse en cualquier cosa que no sea lo que está ocurriendo a su alrededor.

La atención plena es una habilidad que lo ayudará a ser más resiliente emocionalmente. Consiste en prestar atención a lo que su cuerpo le está diciendo aquí y ahora. Puede ayudarlo a reducir el estrés y la ansiedad, y aumentar su sensación de bienestar y confianza. La atención plena también lo ayuda a evitar reaccionar en exceso o a abrumarse por lo que esté sucediendo a su alrededor.

Analizar:

¿Qué lo ayuda a centrarse, aunque esté estresado?

Meditar:

En una escala del 1 al 10, ¿cuán estresado me siento en este momento?

Analizar:

¿Ayudó el ejercicio de atención plena a reducir sus niveles de estrés?

Sugerencia:

Puede hacer el ejercicio de atención plena por su cuenta en cualquier momento. Considere la posibilidad de aprender más acerca de la atención plena y otras técnicas de relajación utilizando los recursos que se encuentran al final de este capítulo.

4. Lograr acceso al poder de Dios

Ver:

Acudir a Él con fe”, disponible en srs.ChurchofJesusChrist.org/videos [3:54].

Leer:

El presidente Dallin H. Oaks enseñó sobre la capacidad que tiene Cristo para fortalecernos en cualquier situación que afrontemos: “Por consiguiente, Él conoce nuestros problemas, dolores, tentaciones y sufrimientos, porque por voluntad propia los padeció todos como parte esencial de Su expiación. Gracias a ello, la Expiación lo faculta para socorrernos, para darnos la fortaleza a fin de soportarlo todo[…].

“La expiación del Salvador hace más que garantizarnos la inmortalidad mediante una resurrección universal y brindarnos la oportunidad de ser limpios del pecado por medio del arrepentimiento y del bautismo. Su expiación también nos brinda la oportunidad de acudir a Él, quien ha sufrido todas las dolencias de la vida terrenal, para darnos la fuerza a fin de sobrellevar las cargas de esta vida. Él conoce nuestra angustia y desea ayudarnos. Así como el buen samaritano, cada vez que nos encuentre lastimados a la orilla del camino, Él vendará nuestras heridas y nos cuidará (véase Lucas 10:34). El poder sanador y fortalecedor de Jesucristo y de Su expiación es para todos los que pidamos” (“Fortalecidos por la expiación de Jesucristo”, Liahona, noviembre de 2015, págs. 61–62, 64).

Analizar:

¿De qué manera recordar siempre al Salvador puede ayudarlo a controlar mejor el estrés y la ansiedad?

5. Perfeccionismo

Leer:

El perfeccionismo es la creencia en que si no somos perfectos en todo, hemos fracasado y no somos lo suficientemente buenos para Dios ni para nadie más. Sin embargo, sabemos que el Señor nos ha dado debilidades para ayudarnos a mantenernos humildes y dispuestos a aprender (véase Éter 12:27).

Con respecto a la perfección, el élder Jeffrey R. Holland enseñó:

“Nuestra única esperanza para tener la verdadera perfección es recibirla como un regalo de los Cielos; no podemos ‘ganárnosla’. Por tanto, la gracia de Cristo nos ofrece no solo salvación del pesar, el pecado y la muerte, sino de nuestra persistente autocrítica[…]

“Hermanos y hermanas, todos nosotros aspiramos a una vida más cristiana de la que frecuentemente logramos vivir. Si admitimos con sinceridad que estamos tratando de mejorar, no somos hipócritas, somos humanos […]. Si perseveramos, en algún momento de la eternidad nuestro refinamiento habrá terminado y será completo, que es lo que en el Nuevo Testamento significa la perfección (“Sed, pues, vosotros perfectos… con el tiempo”, Liahona, noviembre de 2017, págs. 41, 42).

Leer:

Estos son cuatro principios para aumentar la autocompasión y disminuir el perfeccionismo:

  1. Ser conscientes del perfeccionismo en nuestros pensamientos, sentimientos y acciones.

  2. Cuestionar esos pensamientos, sentimientos y acciones.

  3. Aceptar nuestros errores como parte de la vida y no tener miedo a cometer errores.

  4. Desarrollar autocompasión; aceptarse y amarse a uno mismo, incluidas las imperfecciones.

Ver:

Perfectionism: Will I Ever Be Good Enough?” [Perfeccionismo: ¿Alguna vez seré lo suficientemente bueno?], disponible en srs.ChurchofJesusChrist.org/videos [4:34].

Analizar:

En el video, ¿cómo consiguió Olivia volverse más autocompasiva y cuestionar su perfeccionismo?

Analizar:

¿Qué podemos hacer para mejorar nuestra experiencia en el grupo?

Notas