“Haríamos bien en estudiar la sección 109 de Doctrina y Convenios y seguir la admonición del presidente [Howard W.] Hunter de ‘establecer el templo del Señor como el símbolo supremo de [nuestra] condición de miembros’” (Quentin L. Cook, “Véanse en el templo”, Liahona, mayo de 2016, pág. 99).
“El fin por el que cada uno de nosotros se esfuerza es ser investidos con poder en una Casa del Señor, ser sellados como familias, ser fieles a los convenios hechos en el templo que nos hacen merecedores del don más grande de Dios, que es la vida eterna. Las ordenanzas del templo y los convenios que ustedes hagan allí son clave para fortalecer su vida, su matrimonio y su familia, y su habilidad para resistir los ataques del adversario. Su adoración en el templo y el servicio que presten allí por sus antepasados los bendecirá con mayor revelación personal y paz, y los fortalecerá en su compromiso de mantenerse en la senda de los convenios” (véase Russell M. Nelson, “Al avanzar juntos”, Liahona, abril de 2018, pág. 7).
Analizar:
¿Cómo podrían la adoración en el templo y la obra de historia familiar aumentar nuestra resiliencia emocional?
Comprométase:
Si tengo una recomendación para el templo, fijaré una fecha para asistir al templo. Si no tengo una recomendación para el templo, me reuniré con mi obispo o presidente de rama para renovar la recomendación o para evaluar cómo puedo prepararme para recibir las ordenanzas del templo.