2023
Un trabajo constante
Julio de 2023


Mensaje del Área

Un trabajo constante

Hace unos años escuché la historia de una conductora que se acercó a una estación de servicios a cargar combustible con su auto, algo que, por lo general, siempre hacía su esposo. Al detener su vehículo le comentó al empleado que estaba con esa tarea: “Hace dos años que manejo este auto y es la primera vez que le cargo combustible”. Y el empleado le responde con una sonrisa: “Si me dice el secreto, usted y yo nos convertiremos en unas personas muy ricas”.

En la conferencia de octubre de 2022 el presidente Nelson nos invitó a dar impulso a nuestra vida y mencionó en primer término hacerlo entrando en la senda de los convenios, pero recalcó algo que llamó profundamente mi atención cuando dijo: “¡y permanezcan en ella!”.

Igual que la protagonista del relato, permanecer en la senda de los convenios sería un trabajo permanente y de abastecimiento constante y no podríamos, por más que quisiéramos, mantenernos en la senda sin recargas periódicas.

Requiere mucho de nuestro esfuerzo hacer los convenios, como así también permanecer en ellos.

Para cumplir con esta tarea, recordamos las palabras en Doctrina y Convenios:

“Y para que más íntegramente te conserves sin mancha del mundo, irás a la casa de oración y ofrecerás tus sacramentos en mi día santo” (Doctrina y Convenios 59:9).

Nos toma algunos minutos el participar de la Santa Cena cada domingo, pero estamos toda la semana tratando de mantenernos dentro del convenio, incluso en nuestro trabajo, lugar de estudios, con nuestra familia, amigos del barrio, en el difícil tránsito de la ciudad o en un apasionado partido de futbol.

En el Libro de Mormón, Nefi explica a su familia que “después de haber entrado en esta estrecha y angosta senda… [debemos] seguir adelante con firmeza en Cristo, teniendo un fulgor perfecto de esperanza y amor por Dios y por todos los hombres” (véase 2 Nefi 31:19–20).

El convenio que generalmente relacionamos con renovar es el bautismo. Cada domingo nos reunimos y tomamos la Santa Cena en memoria del Señor Jesús (Doctrina y Convenios 20:75). Sin embargo, este no es el único convenio que el Señor nos pide para recordar al Salvador y Su sacrificio expiatorio.

El élder L. Tom Perry, nos recuerda en su discurso las palabras del élder Delbert L. Stapley: “Al participar de la Santa Cena, renovamos todos los convenios que hemos concertado con el Señor y prometemos tomar sobre nosotros el nombre de Su Hijo, recordarle siempre y guardar Sus mandamientos”1.

Regresando al relato del principio, el hermano Wilcox nos enseña que la “vida es un largo viaje en auto, no podemos llegar a nuestro destino con un solo tanque de gasolina; debemos llenarlo una y otra vez. Participar de la Santa Cena es como detenerse en una estación de servicio. Al arrepentirnos y renovar nuestros convenios, manifestamos que estamos dispuestos a guardar los mandamientos, y Dios y Cristo nos bendicen con el Santo Espíritu. En resumen, prometemos seguir avanzando en nuestro camino, y Dios y Cristo prometen llenar el tanque”2.

Como resultado de nuestros esfuerzos, sabemos que nos esperan grandes bendiciones del Señor, como relata la hermana Linda Reeves cuando menciona: “Cuando guardamos nuestros convenios y ejercemos nuestra fe, hacemos que el Señor esté obligado a cumplir sus promesas”3.

El presidente Nelson aseguró que el compromiso de seguir al Salvador al hacer convenios con Él, y luego guardar esos convenios, “abrirá la puerta a toda bendición y privilegio espiritual que están al alcance de hombres, mujeres y niños en todas partes”4.

El mayor de los privilegios espirituales será tener la compañía constante del Espíritu Santo, sin el cual “en los días futuros no será posible sobrevivir espiritualmente sin (Su) influencia guiadora, orientadora, consoladora y constante”5.

Es mi deseo que podamos honrar los convenios con el Señor cada semana y recordar Su sangre que por nosotros se derramó para que tengamos Su Espíritu con nosotros.

Referencias

  1. L. Tom Perry, “Al tomar la Santa Cena,” Liahona, mayo de 2006, pág. 39.

  2. Bradley R. Wilcox, “La dignidad no significa estar libre de mancha,” Liahona, nov. de 2021, pág. 62.

  3. Linda S. Reeves, “Reclamen las bendiciones de sus convenios,” Liahona, nov. de 2013, pág. 120.

  4. Russell M. Nelson, “Al avanzar juntos,” Liahona, abril de 2018, pág. 7.

  5. Russell M. Nelson, “Revelación para la Iglesia, revelación para nuestras vidas,” Liahona, mayo de 2018, pág. 96.