2023
Puntadas de servicio
Julio de 2023


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Puntadas de servicio

La autora vive en Alabama, EE. UU.

Esta anciana madre y su hija, junto con algunas hermanas de su barrio, bendicen la vida de familias que perdieron a un hijo bebé.

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unas manos cosiendo un vestido

El presidente Henry B. Eyring, Segundo Consejero de la Primera Presidencia, enseñó en la conferencia general que “cada hij[o] de Dios que está escuchando mi voz ha recibido un llamamiento del Señor Jesucristo […].

“[T]odas las hijas y los hijos de Dios bajo convenio tienen en común un llamamiento importante y gozoso: servir a otras personas en Su nombre”1. Ese llamamiento es verdadero para las personas de cualquier edad que guardan sus convenios, ya sea que tengan ocho o 108 años.

Louise Allred, de noventa y nueve años, ha pasado la mayor parte de su vida sirviendo a los demás y recientemente aprendió de su hija, Mary Helen, una nueva manera de servir.

Hace tres años, Mary Helen no buscaba nada específico cuando inició sesión en SirveAhora.org. Mientras navegaba, vio la necesidad de un grupo de voluntarios sin fines de lucro que tomaba vestidos de novia donados y los convertía en ropa para la sepultura de los recién nacidos que nunca salen del hospital.

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mujeres cosiendo vestidos

Fotografía por cortesía de la autora

Con la convicción en el corazón de que había encontrado algo que quería hacer, Mary Helen y su Sociedad de Socorro local se comunicaron con la persona que dirigía la organización. Se planificó una actividad para las hermanas del barrio y se desarmaron entre diez y doce vestidos de novia durante la actividad de servicio. Mary Helen llevó los retazos a casa y confeccionó batas de bebé con ellos.

Mientras Mary Helen hacía cada bata, oraba por cada padre, madre y familia que recibiría la bata que estaba confeccionando. Se sintió profundamente satisfecha en lo espiritual y se acercó más al Salvador al seguir Su admonición de amarnos unos a otros (véase Juan 13:34–35; véase también 1 Juan 4:11). Muy rápidamente, Mary Helen se dio cuenta de que una actividad de una sola ocasión no le bastaría. Descubrió que SirveAhora.org la acompañaría en muchos proyectos.

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dos mujeres sentadas juntas

Fotografía por cortesía de la autora

Louise, la madre de Mary Helen, también comenzó a ayudar. Ella descose los vestidos de novia puntada por puntada. Luego todo se lava, se corta, se arma y se cose a fin de confeccionar las batas de bebé, y después se les cosen a mano algunos adornos. Confeccionar cada bata toma unas dos horas.

Juntas, madre e hija producen más de cien batas para bebés fallecidos al año. Los hospitales de todas partes de Alabama, EE. UU., reciben esas donaciones.

Mary Helen dice que ella y su madre disfrutan del tiempo que pasan juntas sirviendo a los pequeñitos del Padre Celestial y a sus familias, según el tiempo lo permita. Como enseñó el presidente Russell M. Nelson: “[S]entimos nuestro mayor gozo al ayudar a nuestros hermanos y hermanas, sin importar dónde vivamos en este mundo maravilloso. Nuestro gozo es brindar ayuda a otras personas; hacer un esfuerzo concienzudo por preocuparnos por los demás tanto o más que por nosotros mismos; en especial, podría añadir, cuando no resulta oportuno y nos aleja de nuestra comodidad. Vivir el segundo gran mandamiento es la clave para llegar a ser un verdadero discípulo de Jesucristo”2.

Además del gozo que le brinda este servicio, a Louise le encanta el desafío y el sentimiento gratificante que experimenta. Mary Helen dice que ese vínculo entre ella y su madre también se ha convertido en una experiencia compartida muy preciada.

“Cualquiera puede servir”, dice Mary Helen, ¡solo hay que encontrar aquello en lo que cada uno puede ayudar!