¿Cómo demuestra el bautismo la obediencia?

Nuestro Salvador es el ejemplo perfecto de obediencia al Padre Celestial cuando declara: “… no busco mi voluntad, sino la voluntad del Padre, que me envió” (Juan 5:30).

El Salvador fue bautizado para mostrar Su estricta obediencia al Padre Celestial. Del mismo modo, cuando demostramos nuestra obediencia al ser bautizados, concertamos un convenio con Dios de ser discípulos dedicados y obedientes de Jesucristo (véase 2 Nefi 31:5–13).

Juan bautiza a Jesús — Un ejemplo de la obediencia del Salvador se encuentra en el relato de Su bautismo:

“Entonces Jesús vino de Galilea al Jordán, a Juan, para ser bautizado por él.

Pero Juan se lo impedía, diciendo: Yo necesito ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí?

Pero respondiendo Jesús, le dijo: Permítelo ahora, porque así nos conviene cumplir toda justicia” (Mateo 3:13–15).