2016
El poder de conversión del Libro de Mormón
Enero de 2016


El poder de conversión del Libro de Mormón

Todas las verdades del Evangelio cobran sentido cuando llegamos a saber que la piedra clave de nuestro testimonio, el Libro de Mormón, es verdadero.

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Worn open copy of the Book of Mormon in French lying next to a pencil and a depiction of Jesus Christ.

De niño, me encantaba colocar piezas de dominó en largas líneas con diseños complejos y luego empujar la primera pieza para que cayera. La resultante reacción en cadena hacía que cada una de las piezas en sucesión también cayera, una tras otra hasta el final de la línea. Me pasaba horas colocando con cuidado las piezas en su lugar a fin de tener la emoción de verlas caer.

El testimonio del Libro de Mormón es uno de los primeros pasos para obtener un testimonio del evangelio de Jesucristo. De manera muy similar a la forma en que la primera pieza de dominó hace que las otras caigan en sucesión, si llegamos a saber primero que el Libro de Mormón es verdadero, entonces también sabremos que Jesucristo es nuestro Salvador y Redentor; que José Smith fue Su profeta, por medio de quien se llevó a cabo la Restauración; y que La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días es la verdadera Iglesia de Jesucristo restaurada con poder y autoridad actualmente en la tierra.

El Libro de Mormón es el elemento fundamental de nuestro mensaje

En cuanto al Libro de Mormón, el profeta José Smith dijo: “Declaré a los hermanos que el Libro de Mormón era el más correcto de todos los libros sobre la tierra, y la [piedra] clave de nuestra religión; y que un hombre se acercaría más a Dios al seguir sus preceptos que los de cualquier otro libro”1.

José también enseñó que es un elemento fundamental de nuestra fe, nuestras creencias y nuestro testimonio. “Si quitamos el Libro de Mormón y las revelaciones, ¿dónde queda nuestra religión?”, preguntó él. “No tenemos ninguna”2.

La belleza del mensaje del Evangelio es que cada uno de nosotros podemos llegar a saber por nosotros mismos que el Libro de Mormón es verdadero.

Cuando fui presidente de misión hace algunos años en Francia, Bélgica y los Países Bajos, tuve el privilegio y la bendición de entrevistar a personas a fin de determinar su dignidad para ser bautizadas. Nunca olvidaré la entrevista que tuve con una hermana.

Durante la entrevista le pregunté cómo había llegado a saber que la Iglesia era verdadera. Introdujo la mano en su bolso y sacó un ejemplar de tapa blanda del Libro de Mormón muy gastado y leído. Abrió el libro en 3 Nefi 27 y explicó que ese era el primer capítulo que los misioneros la habían invitado a leer. Dijo que al comenzar a leer se sintió profundamente conmovida por lo que leyó y por el Espíritu que sintió. La embargó de tal manera el espíritu del Libro de Mormón que tomó un lápiz rojo y comenzó a subrayar las palabras que más le impresionaban.

Entonces me mostró su ejemplar del Libro de Mormón, abierto en 3 Nefi 27. Casi cada palabra del capítulo estaba subrayada en rojo.

“Por eso creo”, me dijo. “Este libro me habla de una manera que no puedo negar. Sé que es verdadero y sé que La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días es verdadera”.

La bautizaron y se convirtió en una fiel miembro de la Iglesia.

La introducción al Libro de Mormón

La introducción al Libro de Mormón nos da un modelo mediante el cual podemos llegar a saber por nosotros mismos que el mensaje del Evangelio es verdadero. “[Se] publicó por primera vez en la edición en inglés del año 1981 y en 1992 en español. Presenta el Libro de Mormón al lector moderno proporcionándole antecedentes y una descripción del libro”3.

La introducción comienza diciéndonos precisamente lo que el Libro de Mormón es: “… un volumen de escritura sagrada semejante a la Biblia. Es una historia de la comunicación de Dios con los antiguos habitantes de las Américas y contiene la plenitud del evangelio eterno”. Aprendemos que “[escribieron] el libro muchos antiguos profetas por el espíritu de profecía y revelación” en planchas de oro, y que fue compendiado “por un profeta e historiador llamado Mormón”.

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Painting of Jesus Christ in America, greeting Nephites.

Pintura de José Smith por Richard Burde, cortesía del Museo de Historia de la Iglesia; derecha: ilustración por Ben Sowards.

También aprendemos que “[el] acontecimiento de mayor trascendencia que se encuentra registrado en el Libro de Mormón es el ministerio personal del Señor Jesucristo entre los nefitas poco después de Su resurrección. En él se expone la doctrina del Evangelio, se describe el plan de salvación, y se dice a los hombres lo que deben hacer para lograr la paz en esta vida y la salvación eterna en la vida venidera”.

Una de las cosas más importantes que podemos aprender del Libro de Mormón es que la Iglesia que Jesucristo restauró mediante José Smith es verdadera.

La introducción nos invita “a leer el Libro de Mormón, a meditar en [el] corazón el mensaje que contiene y luego a preguntar a Dios, el Padre Eterno, en el nombre de Cristo, si el libro es verdadero”. Se nos promete que “[quienes] así lo hagan y pidan con fe lograrán un testimonio de la veracidad y la divinidad del libro por el poder del Espíritu Santo. (Véase Moroni 10:3–5)”.

Luego sigue esta promesa adicional: “Aquellos que obtengan este testimonio divino del Santo Espíritu también llegarán a saber, por el mismo poder, que Jesucristo es el Salvador del mundo, que José Smith ha sido Su revelador y profeta en estos últimos días, y que La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días es el reino del Señor que de nuevo se ha establecido sobre la tierra, en preparación para la segunda venida del Mesías”.

¡Piensen en ello! Realmente podemos saber por nosotros mismos que:

  • Jesús es el Cristo, el Salvador del mundo y el Redentor de toda la humanidad.

  • José Smith es un profeta verdadero; dijo la verdad; vio lo que dijo que vio y escuchó lo que dijo que escuchó.

  • La Iglesia que Jesucristo restauró por medio de José Smith es “la única iglesia verdadera y viviente sobre la faz de toda la tierra” (D. y C. 1:30); es la Iglesia de Jesucristo; tiene verdad, poder, autoridad y ordenanzas; el Señor y Salvador Jesucristo la dirige personalmente por medio de profetas vivientes.

Podemos saber todo eso cuando llegamos a saber que el Libro de Mormón es verdadero. Tiene poder de conversión y de convencimiento.

Mi testimonio del Libro de Mormón

Cuando era un misionero joven que prestaba servicio en Francia, quise saber por mí mismo que el Libro de Mormón era verdadero. Yo creía que era verdadero y tenía la esperanza de que era verdadero; incluso había salido a servir en una misión con fe de que era verdadero. Sin embargo, al trabajar día tras día como misionero y decir a la gente lo mejor que podía, con el poco francés que hablaba, que tenía un testimonio del libro, en realidad todavía no sabía por mí mismo.

Nuestro pequeño apartamento en el sur de Francia estaba frío y húmedo ese primer invierno. Cada mañana y cada noche, antes y después de las labores del día, me acurrucaba con una manta y un abrigo para leer y estudiar el Libro de Mormón. Estaba al tanto de la promesa de Moroni de que si leía, meditaba y oraba, yo también podía saber. Leí por días y semanas, pero nada sucedió. No hubo una luz, ni un ángel, ni una voz; nada sino un sentimiento de paz al leerlo.

Seguí leyendo y subrayando los pasajes significativos, y continué orando para saber si el Libro de Mormón era verdadero. Con el tiempo, el milagro llegó. Tal como el élder David A. Bednar, del Cuórum de los Doce Apóstoles, lo describió, fue más como el salir del sol naciente que como el encendido repentino de un interruptor de luz4. Una luz comenzó a iluminarme la mente y el corazón. Comencé a ver el Libro de Mormón de una manera diferente. Los pasajes que había leído anteriormente empezaron a cobrar un nuevo significado. La mejor manera de describir la experiencia es que mi mente comenzó a ser iluminada.

Con el paso de las semanas y los meses, puedo decir que llegué a saber, con mayor certeza que cualquier otra cosa que había sabido, que el Libro de Mormón era la palabra de Dios. Llegué a saber que fue escrito y preservado para nuestra época y que salió a la luz como un potente testigo de Jesucristo y de Su Iglesia. La impresión que recibí una y otra vez por medio de la voz del Espíritu fue: “es verdadero, es verdadero, es verdadero”.

Cuarenta años después, aún conservo el mismo testimonio. Ahora he leído el Libro de Mormón muchas veces, y cada vez —todas las veces— vuelvo a escuchar las palabras “es verdadero”. Eso me ha dado la seguridad de que Jesucristo es mi Salvador y que esta es Su gran obra de salvación.

De la misma manera en que todas las piezas de dominó con las que jugaba de niño caían cuando empujaba la primera, todas las verdades del Evangelio cobran sentido cuando llegamos a saber que la piedra clave de nuestro testimonio, el Libro de Mormón, es verdadero.

Notas

  1. José Smith, en la introducción al Libro de Mormón; véase también History of the Church, tomo IV, pág. 461.

  2. Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: José Smith, 2007, pág. 206.

  3. El Libro de Mormón, Manual de consulta del maestro, 2000, pág. 19.

  4. Véase David A. Bednar, “El espíritu de revelación”, Liahona, mayo de 2011, págs. 87–90.