2002
Preguntas y respuestas
diciembre de 2002


Preguntas y respuestas

¿Por qué la Iglesia enseña que no debemos salir con personas del sexo opuesto sino hasta los dieciséis años?

Las respuestas tienen por objeto servir de ayuda y exponer un punto de vista y no deben considerarse como pronunciamientos de doctrina de la Iglesia.

La Respuesta de Liahona

Los profetas del Señor han dado consejos específicos para ayudar a los jóvenes y a las jovencitas a conservar sus amistades dignas y edificantes. En aquellas culturas en las que el salir con personas del sexo opuesto sea aceptable, estos consejos incluyen el no hacerlo antes de los dieciséis años.

Puede parecer difícil esperar a cumplir por lo menos dieciséis años, especialmente si deseas salir con jóvenes del sexo opuesto y sientes la presión de los demás para que lo hagas. Pero nuestro Padre Celestial nos ha dado esta pauta a través de Sus profetas para que vivamos dignos y podamos regresar con Él. Las bendiciones que se reciben al seguir este consejo son grandes.

Los líderes de la Iglesia nos han enseñado que el salir con personas del sexo opuesto antes de los dieciséis años “puede llevar a la inmoralidad, a limitar el número de otras personas jóvenes a las que podrías conocer, y a privarte de experiencias que te ayuden a elegir una pareja eterna” (Para la fortaleza de la juventud: Cumplir nuestro deber a Dios, 2001, pág. 24).

Al comienzo de tu adolescencia, se inicia un proceso de desarrollo emocional, social, mental y físico que durará varios años. Una razón importante para no salir con personas del sexo opuesto antes de los dieciséis es que el hacerlo puede complicarte la vida e interferir en tu crecimiento espiritual. Por ejemplo, no es infrecuente que se despierten en los jóvenes sentimientos románticos muy fuertes durante los primeros años de la adolescencia, junto con una gran atracción por el sexo opuesto. Eso puede suceder en un momento en el que estés desarrollando la madurez emocional y mental que te permita controlar dichos sentimientos. Los estudios han demostrado que existen muchas más probabilidades de que se tengan relaciones físicas inapropiadas cuando se empieza a salir con personas del sexo opuesto siendo muy joven.

El salir con personas del sexo opuesto a temprana edad puede llevar a que te relaciones con una sola persona a una edad en la que debieras ampliar tus amistades y relacionarte con una variedad más amplia de personas. Si llegas a conocer a muchos jóvenes y jovencitas, cultivarás las destrezas sociales que ayudarán a que tus futuras salidas con personas del sexo opuesto sean más agradables.

Aun cuando ya tengas dieciséis años, es mejor salir en grupo y evitar emparejarse con una sola persona; y puesto que el salir con personas del sexo opuesto suele conducir al matrimonio, asegúrate de salir con el tipo de persona con la que considerarías casarte.

Algunos jóvenes no tienen ni el deseo ni la oportunidad de salir con personas del sexo opuesto sino hasta mucho después de cumplir los dieciséis. Hay muchos jóvenes normales y felices que salen muy poco a esa edad; esperan hasta más tarde para hacerlo, incluso hasta tener la edad para casarse.

Si tienes fe para seguir las pautas de nuestros líderes de la Iglesia, los años en los que salgas con personas del sexo opuesto serán menos tensos, más divertidos y felices (véase Alma 41:10); recibirás las bendiciones que proceden de la obediencia y estarás mejor preparado para el matrimonio en el templo.

Las Respuestas de los Lectores

Creo que el haber salido con personas del sexo opuesto siendo demasiado joven no me habría ayudado a crear un buen ambiente para invitar al Espíritu. Concuerdo con el presidente Hinckley en que debemos ser prudentes al salir con personas del sexo opuesto, ya que ésta será nuestra mejor preparación para escoger a un compañero eterno.

Amery C. Silvino, 16, Barrio Santo Cristo, Estaca Gapan, Filipinas

Esta norma tiene como fin ayudarnos a prepararnos para el matrimonio. El salir habitualmente con la misma persona a una edad demasiado joven puede convertirse en una tragedia. A los dieciséis años, los jóvenes son algo más responsables y más capaces de controlarse.

Élder Daniel Banza, 21, Misión República Democrática del Congo Kinshasa

La atracción física entre el hombre y la mujer es algo natural, pero a veces esos sentimientos pueden conducir a un comportamiento inaceptable, el cual muchos denominan falsamente como una manifestación de amor. La Iglesia nos exhorta a no salir con personas del sexo opuesto antes de los dieciséis años porque aún no somos lo suficientemente maduros para controlar esos sentimientos y podemos correr peligro.

Lupeolo Tupou, 18, Barrio Nuku‘alofa 8, Estaca Nuku‘alofa Norte, Tonga

A muy temprana edad, la persona no es capaz de darse cuenta de todas las consecuencias de sus actos. A menudo los jóvenes hacen cosas impulsados por la curiosidad o la presión. La Iglesia nos ayuda a evitar errores terribles mediante consejos y recomendaciones sabios.

Natalya Fyodorovna Frolova, 21, Rama Saratovsky Tsentralny, Distrito Saratov, Rusia

Hay una buena razón para que la Iglesia enseñe que no salgamos con personas del sexo opuesto sino hasta que cumplamos los dieciséis años. Dios se preocupa por nosotros, al igual que Sus profetas. Cuando salimos con personas del sexo opuesto antes de cumplir dieciséis años, puede que seamos populares, pero principalmente para el mundo. El que espera hasta tener la edad apropiada para salir con personas del sexo opuesto demuestra madurez, un deseo de mejorar y fidelidad al Señor.

Nadia Antuanette Reátegue Rivera, 13, Rama Las Viñas, Estaca La Molina, Lima, Perú

El mundo ve el salir con personas del sexo opuesto de forma muy equivocada; Lucifer ha distorsionado por completo el comportamiento que se debe observar al salir con personas del sexo opuesto. Yo esperé hasta los dieciséis años y fue reconfortante saber que estaba obrando a la manera del Señor, lo cual me dio un sentimiento de paz interior que mereció la pena cualquier sacrificio.

Elisa Correa, 19, Barrio Humaitá, Estaca Moinhos de Vento, Porto Alegre, Brasil

El salir con personas del sexo opuesto nos prepara para el matrimonio y la Iglesia nos enseña que, a la edad de dieciséis años, por lo general somos lo bastante maduros para entender en qué consiste ese tipo de relación. Tenderemos más a salir con aquellas personas que tienen normas elevadas y que respetan las nuestras.

Élder Emmanual N. A. Solomon, 22, Misión Nigeria Port Harcourt

Debemos recordar que Satanás está presto para tentarnos, pero nuestra meta es ir al templo con un corazón puro y lleno de gratitud a nuestro Padre Celestial. Dios nos ama y desea que tengamos una felicidad completa. No importa la edad, debemos ser prudentes y orar constantemente para que triunfemos sobre el adversario.

R. Trinidad Guerrero Soliz, 20, Rama Pueblo Yaqui, Estaca Yaqui, Ciudad Obregón, México

El Señor sabe que debemos dedicar nuestra adolescencia a aprender el Evangelio, a edificar buenas amistades y a prepararnos para la misión y el matrimonio. Él nos ama y desea que estemos listos para esas experiencias importantes.

Maurício Imbroise, 18, Barrio Benedito Bentes, Estaca Maceió, Brasil

Normas para salir con personas del sexo opuesto

“El Señor nos ha hecho atractivos unos a otros por un gran propósito, pero esa atracción no es más que un barril de pólvora a menos que se mantenga bajo control. Es hermosa cuando se le maneja de forma correcta; es mortal si se nos va de las manos.

“Es por esa razón que la Iglesia aconseja en contra del noviazgo a temprana edad. Esta regla no tiene por objeto hacerles ningún daño; tiene por objeto ayudarles, y lo hará si la observan.

“El noviazgo formal a temprana edad muy a menudo lleva a la tragedia; los estudios han demostrado que cuanto más tiempo salgan juntos un joven y una jovencita, aumenta la probabilidad de que se metan en problemas.

“Mis amigos, es mejor salir con una variedad de compañeros hasta que se esté listo para casarse. Diviértanse, pero aléjense del exceso de confianza. Mantengan sus manos bajo control; tal vez no sea fácil, pero es posible” (“El consejo y la oración de un profeta en beneficio de la juventud”, Liahona, abril de 2001, págs. 38–39).