La lectura de Ven, sígueme de esta semana incluye un mensaje muy importante: ¡el último que Jesús dio a Sus apóstoles antes de Su muerte!
El Salvador sabía que las cosas estaban a punto de ponerse muy intensas, incluso aterradoras para Sus seguidores, especialmente para aquellos que dirigirían Su Iglesia. Así que no es de sorprender que Sus palabras en estos capítulos estén llenas de consuelo. Por ejemplo:
- “No os dejaré huérfanos”, dijo (Juan 14:18).
- Prometió enviarles al Espíritu Santo, el Consolador (véase Juan 14:16).
- “En el mundo tendréis aflicción”, dijo. “Pero confiad; yo he vencido al mundo” (Juan 16:33).
El Salvador también hizo hincapié en la importancia del amor: el amor por Dios y el amor de los unos por los otros. ¡Él utiliza alguna forma de la palabra “amor” al menos diecinueve veces en estos cuatro capítulos! Observa cómo Su mensaje es tan importante que Él mismo lo repite para dejarlo bien claro.
- “El que tiene mis mandamientos y los guarda, ese es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré” (Juan 14:21).
- “El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él y haremos morada con él” (Juan 14:23).
- “Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado; permaneced en mi amor” (Juan 15:9).
- “Este es mi mandamiento: Que os améis los unos a los otros, como yo os he amado” (Juan 15:12).
- “Esto os mando: Que os améis los unos a los otros” (Juan 15:17).
Sus palabras también se aplican a nosotros hoy en día. Si tratamos de guardar Sus mandamientos, especialmente el mandamiento de amarnos los unos a los otros, podemos tener el Espíritu Santo con nosotros y sentir la paz que solo Dios puede dar.
En busca del amor
NOTAS
Esto es parte de una serie de publicaciones sobre las lecturas semanales de las Escrituras de “Ven, sígueme”. Encuentra la lección completa aquí.