El pájaro rojo de papel
La autora vive en Idaho, EE. UU.
Eve solo podía pensar en lo bien que lo iban a pasar sus amigos sin ella.
“Estuve enfermo, y me visitasteis” (véase Mateo 25:36).
A Eve le encantaba la época de Navidad. Su clase de la escuela había pasado la mañana coloreando tarjetas y escuchando música divertida.
“Ha llegado la hora de leer”, dijo la Sra. Grunig. “Si terminan toda su lectura entre hoy y mañana, no tendrán que hacer tareas durante las vacaciones de Navidad”.
Todos los niños de la clase de Eve reaccionaron con vítores. Pero Eve no tenía ganas de vítores. Tembló un poco al sacar su libro para leer. Tenía frío y le dolía la garganta. Le ardían los ojos al comenzar a leer las palabras de la página. Cuando terminó la escuela, Eve también se sentía mal del estómago.
Al fin llegó el momento de caminar a casa con su hermano y su hermana, Tim y Wilma. Normalmente lo pasaban bien de camino a casa; jugaban a perseguirse o hacían un muñeco de nieve. Pero lo único que quería hacer Eve hoy era llegar a casa y acostarse.
Cuando Eve llegó a casa, su mamá le tocó la frente.
“Tienes fiebre”, le dijo. “Tienes que beber mucha agua y descansar mucho”.
Eve se subió a la cama y se durmió de inmediato. A la mañana siguiente, el resto de su familia se estaba preparando para comenzar el día, pero la mamá dijo que Eve estaba demasiado enferma para ir a la escuela.
Entonces Eve recordó algo que la entristeció. ¡Era la fiesta de Navidad de la escuela! Iban a terminar sus proyectos de arte, cantar canciones y comer dulces. ¡Tenía que ir!
Pero su mamá no cambió de opinión.
“Siento que te vayas a perder la fiesta, cariño”, dijo, “pero tu salud es más importante”.
Eve empezó a llorar. Su mamá intentó hacerla sentir mejor con una rica sopa. Sin embargo, Eve solo podía pensar en lo bien que lo iban a pasar sus amigos sin ella.
Por la tarde, Tim y Wilma regresaron a casa de la escuela. Tenían las mejillas rojas de jugar en la nieve.
“La fiesta de la escuela fue muy divertida”, dijo Wilma. “Hicimos pájaros rojos de papel para colgar en casa”.
Tim sacó algo del bolsillo.
“Mira, la Sra. Grunig mandó un regalo especial para ti. ¡Es para que tú también puedas hacer un pájaro rojo de papel!”.
Eve sonrió. “¿Me pueden enseñar a hacerlo?”.
Tim y Wilma mostraron a Eve cómo cortar por la línea de puntos y doblarlo de la manera correcta. La ayudaron a poner la cuerdita y hacer el nudo.
“Mamá, ¡mira lo que hice!”, dijo Eve, mostrando con orgullo su nuevo adorno favorito de Navidad.
Eve pensó en lo buena que fue la Sra. Grunig por acordarse de ella cuando estaba enferma, y también en que Tim y Wilma la habían ayudado. Ahora, cuando Eve miraba su pájaro rojo de papel, sentía mucho amor.
¡Haz un pájaro de papel!
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Corta esta página y pégala a una hoja de papel de color rojo. Después recorta el pájaro y las alas.
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Con cuidado, haz un corte en las líneas de puntos del pájaro. Introduce las alas en los cortes.
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Haz un agujerito en las alas y pasa una cuerdita por el agujero para colgarlo.