Doctrina y Convenios 2021
30 agosto – 5 septiembre. Doctrina y Convenios 94–97: “Para la salvación de Sion”


30 agosto – 5 septiembre. Doctrina y Convenios 94–97: ‘Para la salvación de Sion’”, Ven, sígueme — Para la Primaria Doctrina y Convenios 2021 (2020)

“30 agosto – 5 septiembre. Doctrina y Convenios 94–97”, Ven, sígueme — Para la Primaria 2021

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Templo de Kirtland

El Templo de Kirtland, por Al Rounds.

30 agosto – 5 septiembre

Doctrina y Convenios 94–97

“Para la salvación de Sion”

Procure recibir inspiración para saber en qué principios de las secciones 94–97 debe hacer hincapié al enseñar. Puede adaptar las ideas de actividades para niños pequeños al enseñar a niños mayores, y viceversa.

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Invitar a compartir

Muestre a los niños una ilustración de un templo e invítelos a compartir lo que saben en cuanto a los templos. También podrían hablar de cómo se sienten cada vez que ven un templo.

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Enseñar la doctrina: Niños pequeños

Doctrina y Convenios 95:8; 97:15–16

El templo es la Casa del Señor.

En Kirtland, incluso los niños ayudaron de maneras pequeñas pero significativas en la construcción del templo. Ayude a los niños a quienes enseña a fortalecer su amor por la santa Casa del Señor.

Posibles actividades

  • Muestre una ilustración del Templo de Kirtland (véase la reseña de esta semana de Ven, sígueme — Para uso individual y familiar). Utilice frases de Doctrina y Convenios 95:8 para enseñar a los niños sobre el mandamiento del Señor de construir ese templo. Permítales que se turnen para sostener la ilustración y decir: “El templo es la Casa del Señor”.

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    Templo de Kirtland

    Los santos construyeron un templo para sentirse más cerca de Dios.

  • Diga a los niños que todos los templos tienen escrita la frase: “Santidad al Señor. La Casa del Señor”. Si es posible, muéstreles una foto de esas palabras tomada de un templo. ¿Por qué es el templo un lugar especial? Lea frases de Doctrina y Convenios 97:15–16 que enseñen que el templo es la Casa del Señor y exprese sus sentimientos en cuanto al templo.

  • Invite a los niños a que hagan de cuenta que están ayudando a construir un templo (cortando madera, clavando clavos, pintando paredes, etcéteras). Explique lo importante que es el templo para el Señor, lo arduo que trabajaron los santos para construir el templo de Kirtland y lo mucho que se sacrificaron para ese fin (véase Santos, tomo I, pág. 214).

  • Entonen juntos una canción para ayudar a los niños a sentir reverencia por la Casa del Señor, tal como “Me encanta ver el templo” (Canciones para los niños, pág. 99). Permita que los niños compartan sus sentimientos sobre el templo.

Doctrina y Convenios 97:8

Puedo ser honrado.

En Doctrina y Convenios 97:8, el Señor señaló la honradez como un atributo de aquellos que son “aceptados por mí”.

Posibles actividades

  • Explique a los niños que Dios enseñó que, si somos honrados, Él nos acepta (véase Doctrina y Convenios 97:8). Comparta con ellos algunos relatos breves que les ayuden a comprender lo que significa ser honrado. Los relatos podrían ser de la vida de usted, de alguien a quien conozca o de las revistas Amigos o Liahona. Ayude a los niños a que cuenten de nuevo los relatos o a que compartan experiencias que hayan tenido con la honradez.

  • Ayude a los niños a aprenderse la primera frase del decimotercer artículo de fe: “Creemos en ser honrados”. Ayúdelos a hacer una dramatización sobre ser honrados o deshonestos. Por ejemplo, podrían dramatizar que toman algo que pertenece a uno de sus hermanos y les dicen a sus padres que no lo tomaron. Después, ayúdelos a representar la misma situación, pero diciendo la verdad a sus padres. Explique que eso es ser honrado.

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Enseñar la doctrina: Niños mayores

Doctrina y Convenios 95:1–3, 8, 11–17; 97:10–17

El templo es la Casa del Señor.

Reflexione sobre la manera en que pudiera utilizar estos versículos para ayudar a los niños a comprender cuán importante es el templo para el Señor, y cuán importante debería serlo para todos nosotros.

Posibles actividades

  • Pida a los niños que hablen de ocasiones en que se les haya pedido que hicieran algo, pero no lo hicieron de inmediato. Ayude a uno de los niños a leer Doctrina y Convenios 95:3, 8, y pregunte a todos qué mandamiento dijo el Señor que los santos no habían obedecido. Lean juntos el versículo 11. ¿Qué necesitaban hacer los santos para poder construir el templo? ¿Qué podemos aprender de la promesa que el Señor les hizo?

  • Escriba en unas tarjetas principios relacionados con el templo que se encuentran en Doctrina y Convenios 9597, junto con los pasajes de referencia de las Escrituras correspondientes, y coloque las tarjetas en una bolsa. Por ejemplo: Construir templos requiere sacrificio (Doctrina y Convenios 97:11–12) y Debemos ser dignos para entrar en el templo (Doctrina y Convenios 97:15–17). Divida a los niños en grupos de dos. Permita que cada grupo saque una tarjeta de la bolsa para que entre los dos niños lean el pasaje de las Escrituras que está en ella y que, luego, hablen de lo que el principio significa para ellos. Ayúdelos a comprender lo que vayan leyendo, según sea necesario.

  • Invite a un joven o a una joven del barrio o la rama, que ya hayan entrado en el templo, a que compartan la experiencia que tuvo y que digan a los niños lo que pueden hacer a fin de prepararse para el templo.

  • Utilice el artículo “Tu sendero al templo” (que se encuentra en Templos de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días [número especial de la revista Liahona, octubre de 2010], págs. 72–75) para ayudar a los niños a comprender lo que sucede en el interior de los templos y cómo pueden prepararse. Considere dar a cada uno de los niños una sección del artículo para que lo lea y permítales que expliquen lo que aprendan.

  • Comparta el video “Dos apóstoles dirigen un recorrido en video por el Templo de Roma, Italia” (ChurchofJesusChrist.org) e invite a los niños a que expresen cómo se sienten en cuanto a ir al templo un día.

  • Canten juntos una canción sobre el templo, tal como “Me encanta ver el templo” (Canciones para los niños, pág. 99). ¿Qué frases de la canción nos enseñan por qué el templo es sagrado?

Doctrina y Convenios 97:1–2, 8–9, 21

Sion es los “puros de corazón”.

Ayude a los niños a comprender que Sion no es solo un lugar, sino que también es “los puros de corazón” (Doctrina y Convenios 97:21).

Posibles actividades

  • Invite a los niños a que lean Doctrina y Convenios 97:21, y pregúnteles qué significa la palabra “puros”. A manera de ilustración, muéstreles un vaso con agua limpia y hablen de por qué es importante tener agua limpia. Agregue al agua algo que la haga impura (como tierra o pimienta). Invítelos a que vuelvan a leer Doctrina y Convenios 97:21 y a que pongan un dedo en la palabra “puros”. ¿Qué significa tener el corazón puro? Ayúdelos a comprender que ser puro de corazón no quiere decir que nunca vamos a cometer errores. ¿Qué podemos hacer para llegar a ser más puros de corazón? ¿Cómo nos ayuda el Salvador?

  • Ayude a los niños a escudriñar Doctrina y Convenios 97:1–2, 8–9, 21, en busca de palabras o frases que describan la forma de llegar a ser puros de corazón. Pídales que escojan una palabra o frase, que la escriban en una tira de papel y que la coloquen en un recipiente. Saque una tira a la vez y pida a los niños que sugieran cosas que pueden hacer para hacer uso de ese concepto en su vida. Por ejemplo: ¿Qué podemos hacer para “hallar la verdad” (versículo 1) o para ser de corazón más “sincero” (versículo 8)?

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Alentar el aprendizaje en el hogar

Invite a los niños a utilizar la hoja de actividades de esta semana para compartir con su familia lo que aprendieron hoy sobre el templo.

Cómo mejorar nuestra enseñanza

Anime a los niños a que hagan preguntas. “Trate de ver las preguntas que [los niños] hagan como oportunidades, no como distracciones ni obstáculos para la lección… Esas preguntas le brindan una idea valiosa de lo que piensan, las inquietudes que tienen y la forma en que reaccionan ante las cosas que aprenden. Ayúdelos a ver que las respuestas a sus preguntas se pueden encontrar en las Escrituras y en las palabras de los profetas vivientes” (Enseñar a la manera del Salvador, págs. 25–26).