“4 – 10 enero. José Smith—Historia 1:1–26: ‘Vi una columna de luz’”, Ven, sígueme — Para la Primaria Doctrina y Convenios 2021 (2020)
“4 – 10 enero. José Smith—Historia 1:1–26”, Ven, sígueme — Para la Primaria 2021
La Arboleda Sagrada, por Greg K. Olsen.
4 – 10 enero
José Smith—Historia 1:1–26
“Vi una columna de luz”
Conforme estudie las Escrituras, piense en los niños a quienes enseña. Por medio de las impresiones que reciba, el Espíritu Santo le puede inspirar para que sepa en qué concentrarse en la clase.
Anote sus impresiones
Invitar a compartir
Invite a algunos niños a compartir lo que sepan de José Smith y de la oración que ofreció en la Arboleda Sagrada (podría ser de ayuda mostrar una ilustración de la Primera Visión). Pregúnteles cómo se sienten al escuchar que el Padre Celestial y Jesucristo visitaron a José Smith. Si José Smith visitara la clase, ¿qué le preguntaríamos sobre la experiencia que tuvo?
Enseñar la doctrina: Niños pequeños
José Smith fue preparado para ser un profeta de Dios.
Conocer aspectos de la infancia de José Smith podría ayudar a los niños a identificarse con él y a prepararse para aprender de las experiencias que él tuvo. Usted podría ayudarles a ver la forma en que las experiencias que José tuvo de niño lo prepararon para ser un profeta de Dios.
Posibles actividades
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Pida a un niño que sostenga una lámina de José Smith (véase Libro de obras de arte del Evangelio, nro. 87) mientras usted comparte algunos datos sobre José que se encuentran en José Smith—Historia 1:3–14 (véase también “Capítulo 1: José Smith y su familia”, Relatos de Doctrina y Convenios, págs. 6–8, o el video correspondiente en ChurchofJesusChrist.org). Ayude a los niños a comparar detalles de la familia y la vida de él con la de ellos. Comparta su testimonio de que José fue escogido por Dios y que fue preparado para ser un profeta (véase “Voces de la Restauración: La familia de José Smith”, en Ven, sígueme — Para uso individual y familiar). Si es necesario, enseñe a los niños que un profeta es alguien que habla en nombre de Dios.
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Invite a un joven del barrio a que visite su clase, y que actúe como si fuera José Smith. Prepare algunas preguntas que los niños puedan hacerle y que se contesten en José Smith—Historia 1:3–20 (podría compartirlas con el joven con antelación). Después pídale al joven que lea algunas de las propias palabras de José Smith sobre la Primera Visión (por ejemplo, José Smith—Historia 1:25).
El Padre Celestial escucha y contesta mis oraciones.
La experiencia de José Smith podría inspirar a los niños a orar con fe de que Dios los escuchará.
Posibles actividades
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Hable a los niños sobre las preguntas que José Smith tenía (véase José Smith—Historia 1:10). ¿Qué podemos hacer cada vez que tengamos preguntas sobre Dios? Muéstreles un ejemplar de la Biblia y explíqueles que cuando José leyó la Biblia aprendió que podía “p[edirle] a Dios” (Santiago 1:5; véase también Libro de obras de arte del Evangelio, nro. 89). Testifique que por medio de la oración podemos hacer preguntas a Dios.
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Cuente una experiencia en la que se haya sentido confuso, le haya pedido ayuda a Dios y haya recibido una respuesta. Ayude a los niños a pensar en ocasiones en las que sus oraciones hayan sido contestadas. También podría contar un relato de las revistas de la Iglesia en el que se haya respondido la oración de un niño.
José Smith vio al Padre Celestial y a Su Hijo Jesucristo.
Usted puede ayudar a los niños a establecer los cimientos de un testimonio fuerte de la Primera Visión de José Smith. Cuénteles cómo obtuvo usted su testimonio de este importante acontecimiento.
Posibles actividades
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Muestre la ilustración de la Primera Visión que se encuentra en la reseña de esta semana de Ven, sígueme — Para uso individual y familiar y comparta con sus propias palabras lo que sucedió cuando José oró. Invite a los niños a hacer sus propios dibujos del relato.
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Invite a los niños a colorear la hoja de actividades de esta semana y haga uso de ella para contar el relato de la Primera Visión (véase también “Capítulo 2: La Primera Visión de José Smith”, Relatos de Doctrina y Convenios, págs. 9–12, o el video correspondiente en ChurchofJesusChrist.org).
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Lea José Smith—Historia 1:17, y señale a los niños las palabras que el Padre Celestial le dijo a José Smith.
Enseñar la doctrina: Niños mayores
Dios puede responder mis preguntas por medio de las Escrituras.
José Smith fue inspirado por un pasaje que leyó en la Biblia y eso dio pie a la Primera Visión y a la restauración de la Iglesia de Cristo. Ayude a los niños a ver la forma en que el estudio de las Escrituras puede ayudarles a encontrar respuestas a sus preguntas espirituales.
Posibles actividades
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Muestre a los niños distintos libros (como una enciclopedia o un libro de cocina) y ayúdeles a pensar en preguntas que esos libros podrían responder. Después muéstreles un ejemplar de las Escrituras. ¿Qué preguntas pueden responder estos libros? Podría darles un ejemplo de una pregunta que se responda en las Escrituras. Lean juntos José Smith—Historia 1:10–11 para averiguar las preguntas que José Smith tenía y las respuestas que encontró en las Escrituras.
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Ayude a los niños a encontrar palabras en el versículo 12 que describan cómo la lectura de Santiago 1:5 influyó en José Smith. Cuente una experiencia que haya tenido con las Escrituras; por ejemplo, de alguna vez que al leerlas, haya encontrado una respuesta a sus preguntas. Entonen juntos “Escudriñar, meditar y orar” (Canciones para los niños, pág. 66).
El Padre Celestial escucha y contesta mis oraciones.
Dios conocía a José Smith y cuando José oró, Dios lo escuchó. Si bien las experiencias de los niños a quienes enseña son distintas a las de José, puede ayudarles a sentir que Dios los conoce y los escucha cuando oran.
Posibles actividades
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Invite a uno de los padres de un niño a que esté afuera del salón de clase y que responda preguntas de los niños mediante métodos como enviar un mensaje de texto, hacer una llamada telefónica, escribir una nota o enviar a un mensajero. ¿Cuáles son algunas maneras en que el Padre Celestial se comunica con nosotros? (véase “Revelación”, Guía para el Estudio de las Escrituras, scriptures.ChurchofJesusChrist.org). Según José Smith—Historia 1:16–19, ¿cómo contestó el Padre Celestial la oración de José Smith? ¿Cómo ha contestado Él nuestras oraciones?
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Entonen juntos “Oración de un niño”, (Canciones para los niños, págs. 6–7).
Imagenjovencita orandoDios escucha y contesta nuestras oraciones.
José Smith—Historia 1:14–19, 25
El Padre Celestial y Jesucristo se aparecieron a José Smith.
Cada uno de los niños a quienes enseña necesita tener un testimonio de la experiencia que tuvo José Smith en la Arboleda Sagrada. ¿Cómo puede ayudarles a obtener o a fortalecer su testimonio?
Posibles actividades
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Para repasar el relato de la Primera Visión, escriba resúmenes de cada versículo de José Smith—Historia 1:14–19 en trozos separados de papel. Ponga los trozos en un recipiente e invite a los niños a sacarlos uno por uno y a colocarlos en la pizarra en el orden correcto.
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Invite a los niños a cerrar los ojos y a imaginar lo que sería ser José a medida que usted lea algunas partes de José Smith—Historia 1:14–17. Pídales que compartan sus pensamientos y sentimientos acerca de la experiencia que tuvo José.
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Muestre el video “Pide a Dios: La Primera Visión de José Smith” (ChurchofJesusChrist.org) y pida a los niños que compartan algo que hayan aprendido sobre la visión que José tuvo del Padre Celestial y Jesucristo.
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Lean juntos el testimonio de José en José Smith—Historia 1:25. Pida a los niños que busquen palabras o frases que demuestren la fe de José. ¿Cómo podemos mantenernos fieles a Dios y a nuestro testimonio cuando otras personas estén en desacuerdo con nosotros?
Alentar el aprendizaje en el hogar
Invite a los niños a que compartan con alguien el relato de la Primera Visión de José Smith; si es posible, con alguien que no la haya escuchado antes. La hoja de actividades de esta semana podría ayudarles a contar el relato.
Cómo mejorar nuestra enseñanza
Aliente la reverencia. Para recordar a los niños que sean reverentes, podría cantar o tararear una canción, mostrar una ilustración de Jesús, o bien, valerse de una señal que haga con la mano y que ellos reconozcan.