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LECCIÓN 47: CONTINÚA EL PROGRESO EN LA PRIMERA PARTE DE LA DÉCADA DE 1990


LECCIÓN 47

CONTINÚA EL PROGRESO EN LA PRIMERA PARTE DE LA DÉCADA DE 1990

TEMAS

  1. La Iglesia continuó expandiéndose y fortaleciendo a los santos de todo el mundo.

  2. Los miembros de la Iglesia se comprometieron a “[acordarse] de los pobres” (D. y C. 42:30) y contribuyeron su tiempo, talentos y dinero con el fin de ayudar a los necesitados de todo el mundo.

  3. El presidente Howard W. Hunter volvió a hacer hincapié en la asistencia al templo y aconsejó a los santos que pusieran el templo como símbolo de su condición de miembros de la Iglesia.

EL MANUAL PARA EL ALUMNO Y LAS ESCRITURAS

SUGERENCIAS

  • De antemano, asigne a cuatro alumnos para que den un informe en cuanto al progreso de la Iglesia en lo referente a África Occidental, el Centro Jerusalén, el Medio Oriente y Latinoamérica (véase el manual para el alumno, págs. 681–684). Pida a los alumnos que hagan la presentación de sus informes. Repase la siguiente declaración.

    Presidente Gordon B. Hinckley “Ustedes forman parte de este gran movimiento de los últimos días que se está llevando a cabo por toda la tierra. La hermana Hinckley mencionó que hemos estado en Brasil; hemos estado en muchos otros lugares además de Brasil. Primeramente fuimos a Colombia, luego a Perú, luego a Bolivia, donde tuvimos la ceremonia de la palada inicial para un templo en Cochabamba; llovía muchísimo, pero efectuamos la ceremonia. Proseguimos hacia Santiago, Chile, donde nos fue de maravilla; después fuimos a Buenos Aires, Argentina, donde nos reunimos con aproximadamente 50.000 personas en un enorme estadio de fútbol. De Buenos Aires fuimos a Porto Alegre, Brasil, luego a São Paulo, donde una vez más tuvimos una gran congregación en un estadio de fútbol; luego seguimos a Recife… [donde] abrimos el terreno para un nuevo templo. Después fuimos a Manaus, más de mil quinientos kilómetros río arriba del Amazonas, donde la Iglesia se está extendiendo. Allí ya hay tres estacas de Sión. En todo Brasil tenemos 137 estacas; las cosas marchan adelante, ¡y cuánto están creciendo en Sudamérica! La Iglesia está creciendo de manera maravillosa y extraordinaria” (Teachings of Gordon B. Hinckley, Salt Lake City: Deseret Book Co., 1997, pág. 100).

  • Lleve algunos ejemplares recientes de la revista Liahona a la clase y divídalos entre los alumnos. Pídales que compartan lo que hallen acerca del progreso de la Iglesia en todo el mundo. Testifique que ese progreso es el cumplimiento de las profecías que muchos profetas han hecho a través de las edades.

  • Explique que el progreso de la Iglesia en el mundo ha hecho posible extender ayuda a más personas necesitadas (véase el manual para el alumno, págs. 684–686). Comparta la siguiente declaración.

    Presidente Thomas S. Monson “Los recursos que se utilizan para el funcionamiento de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días por todo el mundo provienen de los diezmos, o sea, de la aportación que los miembros hacen del 10 por ciento de sus ingresos, según lo estipulado por el profeta del Antiguo Testamento, Malaquías. Además de los diezmos, en la Iglesia tenemos lo que llamamos ofrendas de ayuno; los miembros de la Iglesia ayunan una vez al mes y contribuyen el equivalente de los alimentos no ingeridos —y lo que deseemos contribuir de forma adicional— como ofrenda de ayuno a fin de ayudar al pobre y al necesitado.

    “Con objeto de proporcionarles una idea del grado de la ayuda convencional de bienestar que brinda la Iglesia, quisiera compartir con ustedes una breve lista de algunas de las empresas de bienestar que la Iglesia tiene en funcionamiento:

    • 100 almacenes.

    • 80 fábricas de conservas.

    • 97 centros de empleo en el mundo.

    • 45 tiendas Deseret Industries.

    • 63 oficinas de Servicios Sociales SUD.

    • 106 proyectos de producción a cargo del sacerdocio.

    • 1.049 misioneros de bienestar en 33 países.

      “Es maravilloso ver lo que se logra como resultado de esta inversión y esfuerzo” (“Our Brothers’ Keepers”, Ensign, junio de 1998, pág. 34).

  • Diga a los alumnos que a raíz de la preocupación que surgió por las diferencias que había en el costo de mantenimiento de los misioneros en diversas partes del mundo, la Primera Presidencia decidió establecer una nueva norma (véase el manual para el alumno, pág. 687). Pregunte: ¿Cuál era esa nueva norma? ¿En qué forma contribuyó eso al mantenimiento de los misioneros en otros países que no fueran los Estados Unidos y Canadá?

  • Pregunte: ¿Cuáles son algunos de los recientes adelantos en el programa de historia familiar de la Iglesia que han contribuido a la expansión y simplificación de la investigación de historia familiar? (Entre las respuestas se podrían incluir computadoras, servicios de referencias, bibliotecas de estaca, mejoramiento en los procedimientos de envío, el sitio web de historia familiar de la Iglesia, etc.). Analice con los alumnos el siguiente anuncio:

    “La información genealógica de casi 400 millones de personas fallecidas se encuentra actualmente disponible, sin costo alguno, vía Internet, en el nuevo sitio web de la Iglesia: www.familysearch.org.

    “ ‘En años recientes, la tecnología de las computadoras ha hecho posible transferir registros genealógicos a grandes bases de datos y publicar la información en línea o en discos compactos’, dijo el presidente Gordon B. Hinckley durante una conferencia de prensa efectuada el 24 de mayo en la Biblioteca de Historia Familiar en Salt Lake City. ‘Hoy día, sin embargo, tomamos el tan ansiado paso de acceder en el hogar, vía Internet, algunos de los materiales más importantes que hay en la Biblioteca de Historia Familiar’.

    “Agregó: ‘Empezamos a probar el sitio web el 1º de abril, y la reacción ha sido fenomenal. Los usuarios están sumamente agradecidos. Desde entonces, sin ninguna promoción y sin que se solicitara publicidad alguna, el sitio ha tenido más de 200 millones de impactos, convirtiéndolo en uno de los sitios más esperados en Internet, sin siquiera haber tenido un lanzamiento formal’ “ (Family History Web Site Launched”, Ensign, agosto de 1999, pág. 74).

  • Analicen la importancia de la obra de historia familiar y de la obra del templo. Comparta la siguiente declaración del presidente Gordon B. Hinckley, en aquel entonces miembro de la Primera Presidencia.

    Presidente Gordon B. Hinckley “En un espíritu de amor y consagración debemos extender nuestros esfuerzos en la obra de la redención de los muertos por medio del servicio que se realiza en los templos del Señor” (“No se adormecerá ni dormirá”, Liahona, julio de 1983, pág. 7).

  • Explique que aunque la administración del presidente Howard W. Hunter fue más breve que la de cualquier otro profeta de esta dispensación (nueve meses), la influencia que tuvo en la Iglesia aún se puede sentir. Pregunte: Como Presidente de la Iglesia recién llamado, ¿cuál era su más grande deseo? ¿Qué dijo que debía ser nuestra máxima meta terrenal? Lean la siguiente declaración.

    Presidente Howard W. Hunter “Como ya saben, a principios de este mes inicié mi ministerio expresando un profundo deseo de que un número mayor de miembros de la Iglesia se hiciera digno de entrar en el templo. Tal como en los días de José, el tener miembros dignos e investidos es la clave para edificar el reino en todo el mundo. El ser dignos de entrar en el templo asegura que nuestras vidas están en armonía con la voluntad del Señor y que nosotros estamos en sintonía para recibir Su guía en nuestra vida.

    “De modo que el estar hoy en este sitio del templo me llena de recuerdos así como de expectativas. La responsabilidad que siento por la obra que el profeta José inauguró me infunde la determinación de hacer todo lo que esté a mi alcance en el tiempo y en la época que se me concedan. ¡Sin duda José fue fiel y leal a su tiempo y época!” (“The Temple of Nauvoo”, Ensign, septiembre de 1994, págs. 62–63).

FUENTES DE ESTUDIO PARA DESARROLLAR LOS TEMAS

  • Thomas S. Monson, “El guarda de mi hermano”, Liahona, enero de 1995, pág. 49.

    El presidente Monson relata algunas de las labores humanitarias de la Iglesia.

  • Thomas S. Monson, “El guarda de mi hermano”, Liahona, julio de 1990, pág. 57.

    El presidente Monson enseña que todos somos guardas de nuestros hermanos.