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LECCIÓN 39: LA IGLESIA DURANTE LA GRAN DEPRESIÓN ECONÓMICA


LECCIÓN 39

LA IGLESIA DURANTE LA GRAN DEPRESIÓN ECONÓMICA

TEMAS

  1. Durante la Gran Depresión, la Iglesia estableció un programa de bienestar basado en principios revelados.

  2. La Iglesia continuó recalcando la obra misional durante los años de la Depresión.

EL MANUAL PARA EL ALUMNO Y LAS ESCRITURAS

  • Manual para el alumno, capítulo 39, págs. 564–578.

SUGERENCIAS

  • Lean y analicen estas palabras del presidente Brigham Young sobre la ociosidad: “La experiencia me ha enseñado, y esto se ha convertido en un principio para mí, que no hay nunca beneficio alguno en dar continuamente, a hombre o mujer, dinero, alimentos, ropa ni ninguna otra cosa, si es que la persona está físicamente capacitada para trabajar y puede ganar lo que necesite y mientras haya cualquier labor que esa persona pueda desempeñar. Es un principio que tengo, y trato de ponerlo en práctica. El hacer lo contrario sería arruinar cualquier comunidad del mundo y hacer de sus habitantes unos holgazanes” (Journal of Discourses, 11:297).

  • Examinen las implicaciones de este consejo que dio el élder Boyd K. Packer a los miembros de la Iglesia:

    “Hemos tenido bastante éxito en enseñar a los santos que deben cuidar de sus propias necesidades materiales, y luego contribuir al bienestar de aquellos que no pueden proveer para sí.

    “Si un miembro no puede sostenerse, entonces debe pedir ayuda a su familia, y después a la Iglesia, en ese orden; pero nunca al gobierno.

    “Hemos aconsejado a obispos y presidentes de estaca que sean cuidadosos y eviten los abusos en el programa de bienestar. Cuando las personas tienen la habilidad pero no el deseo de cuidar de sí mismas, debemos emplear el dictado del Señor de que el ocioso no comerá el pan del trabajador (véase D. y C. 42:42.)

    “La sencilla regla ha sido que cada uno debe cuidar de sí mismo. Y nos hemos dejado guiar por esta máxima que encierra una gran verdad: ‘Come y usa lo que tengas, arréglate con poco o sin lo que no puedas comprar’ “. (Véase “Autosuficiencia emocional”, Liahona, agosto de 1978, pág. 144.)

  • Describa a la clase el origen del Plan de Bienestar de la Iglesia. Enseñe a los alumnos la importancia de la autosuficiencia temporal y espiritual. Ayúdeles a comprender los principios correctos que gobiernan el programa de bienestar.

  • Hablen del hincapié que se hizo en la obra misional continuamente durante los años de la Depresión. Hubo dos sucesos importantes que contribuyeron a que la obra misional siguiera adelante a pesar de que la depresión económica afectaba a todo el mundo: El 10 de enero de 1932 se organizaron en los barrios y en las estacas de toda la Iglesia clases para la capacitación de misioneros; y en abril de 1936 se puso al Primer Consejo de los Setenta a cargo de la supervisión de misiones de estaca, e inmediatamente se organizaron misiones en todas las estacas. Previamente, esa obra había estado bajo la dirección de la presidencia de estaca.

  • Analicen los propósitos del ayuno y de las ofrendas de ayuno.

  • Durante los años de la Depresión, por primera vez se hicieron esfuerzos por destacar los sitios históricos importantes de la Iglesia (véase la lista a continuación). En la actualidad hay cientos de monumentos históricos de la Iglesia. Si en donde usted vive hay alguno, menciónelo.

    Julio 16, 1932.Se descubrieron al público en Henefer, Utah, y en Casper, Wyoming, los primeros monumentos históricos de la Ruta de los Pioneros Mormones.

    Julio 26, 1933.La Sociedad de Socorro colocó un monumento en el sitio de su organización, en 1842, en Nauvoo, Illinois. Se considera que fue el primer esfuerzo que se hizo por marcar un lugar histórico en Nauvoo.

    Julio 21, 1935.El presidente Heber J. Grant dedicó el monumento al cerro Cumorah, en Palmyra, Nueva York.

    Septiembre 20, 1936.Se colocó el monumento a Winter Quarters en Florence, Nebraska, cerca de Omaha.

  • El 12 de octubre de 1933 se llamó al élder Charles A. Callis para llenar la vacante que había quedado en el Quórum de los Doce Apóstoles por la muerte del élder James E. Talmage. Haga a la clase el siguiente relato sobre el élder Callis y después hable con los alumnos de lo importante que es entender que nunca debemos pensar que hemos fracasado cuando hemos estado al servicio de nuestros semejantes y del Señor.

    Hubo un misionero que, al volver de la misión, pensaba que su labor había sido un fracaso total porque sólo había bautizado a un muchachito irlandés. El ex misionero estableció su hogar en el estado de Montana; unos años después, un día alguien llamó a su puerta. Al abrir, se encontró frente a frente con un distinguido caballero que le preguntó si él era el élder “Fulano de Tal”. Él contestó que así era, y el hombre entonces le preguntó: “ ‘¿Tengo entendido que usted ha comentado que consideraba que su misión fue un fracaso porque sólo bautizó a un insignificante muchachito irlandés?’. Él volvió a asentir. Bueno, el hermano extendió la mano y le dijo: ‘Quiero estrecharle la mano. Mi nombre es Charles A. Callis, del Consejo de los Doce de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Yo soy aquel insignificante muchachito irlandés a quien usted bautizó durante su misión’ “ (citado por Harold B. Lee, en Feet Shod with the Preparation of the Gospel of Peace, Brigham Young University Speeches of the Year, Provo, nov. 9 de 1954, pág. 1).