2020
Cómo quitar la presión de encontrar un compañero eterno
Junio de 2020


Jóvenes adultos

Cómo quitar la presión de encontrar un compañero eterno

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La Iglesia en Polonia es muy pequeña. De hecho, es pequeña en todas partes de Europa del Este. Normalmente no tenemos muchos miembros de la Iglesia de nuestra edad en todo nuestro país, y mucho menos en nuestro barrio o estaca. Afortunadamente, hay conferencias para jóvenes adultos solteros que tienen lugar cada año en muchos países europeos.

Estas conferencias no se organizan necesariamente para ayudarlos a encontrar a su “pareja perfecta”, sino principalmente para ayudar a los jóvenes adultos a hacer nuevos amigos que compartan sus valores y los fortalezcan en su fe al hablar con otras personas sobre sus experiencias espirituales.

Centrarse en la amistad

Conocí a Radu durante una conferencia en Polonia el año 2010. Él era de Rumania. Hablamos brevemente, pero no tardó en irse a la misión y nuestros caminos no se volvieron a cruzar hasta otra conferencia de JAS tres años después. Allí tuvimos tiempo de llegar a conocernos un poco, pero yo me iba a la misión un mes después. Radu me deseó todo lo mejor y dijo: “Sigamos en contacto”. No pensé que lo haría, pero sí lo hizo. Me escribió cartas a lo largo de mi misión. No había nada romántico en sus cartas, pero llegó a ser uno de mis queridos amigos y me encantaba el respeto que tenía por mí y por la obra misional en general.

Cuando regresé a casa, Radu y yo estábamos muy emocionados de conocernos de forma adecuada, ¡finalmente podríamos lograrlo después de tantos años! Elegimos un lugar asequible para reunirnos los dos (que era en Bélgica en ese momento) y pasar tiempo juntos. Hablamos, conversamos y luego hablamos un poco más.

No pusimos ninguna presión en nuestra relación; nos centramos en edificar una amistad y simplemente llegar a conocernos. Siempre nos divertíamos mucho juntos, pero también teníamos conversaciones muy significativas y profundas sobre las cosas que más importan. Después de un tiempo, nuestra amistad se fortaleció. Hablábamos por Skype casi a diario y, conforme pasó el tiempo, empezamos a orar juntos por las noches. Al final comenzamos a visitarnos en nuestros países cada pocos meses.

“Oremos al respecto”

Después de un tiempo, empecé a sentir inquietud porque pensaba que nuestra amistad se estaba convirtiendo en algo más. ¡Pero él era de Rumania! Yo no quería empezar una relación a distancia, porque eso podría conducir al matrimonio, lo cual significaba que uno de nosotros tendría que mudarse a otro país. No me sentía preparada para eso.

Un día en el que me sentía particularmente preocupada, Radu me recordó un principio simple pero, a su vez, poderoso. Dijo: “Oremos sobre nuestra relación y veamos cómo nos sentimos”.

No sabía por qué no se me había ocurrido antes orar sobre nuestra relación, pero ese fue el mejor consejo que recibí por el momento. Así que oré para obtener guía.

No esperaba ninguna respuesta específica en ese momento, pero decidí seguir adelante conociendo más a Radu. Tenía la esperanza de que el Padre Celestial me advirtiera si nuestra relación no era algo que debía continuar, pero con el tiempo, la respuesta que había pedido llegó. Conversé con mi familia y amigos sobre Radu, y en cada conversación me aseguraron que iba en la dirección correcta.

Al poco tiempo me di cuenta de algo curioso. Una noche, después de otra buena conversación por Skype con Radu, me dije a mí misma: “Él es el mejor amigo que jamás he tenido. ¡Quiero ser su amiga para siempre!”. En ese momento me di cuenta. Inmediatamente, una voz en mi cabeza respondió a mi propio comentario: “Bueno, ¡entonces debes casarte con él!”. Sabía que el Padre Celestial aprobaba mi relación con Radu. Pude ver que él era mi mejor amigo y que podíamos ser felices juntos.

Cómo quitar la presión de encontrar un cónyuge

Así que me mudé a Rumania y me casé con Radu. Nunca se me había pasado por la mente que acabaría en Rumania; pero llevamos cuatro años casados y tenemos una hija maravillosa, Amelia.

Sé lo que estarán pensando: que solo soy una de esas jóvenes adultas solteras que conoció a su “alma gemela” en una conferencia de JAS y que todo ocurrió sin esfuerzo. Pero eso no es cierto. La razón por la que les cuento esta historia es para que dejen de presionarse por encontrar a su compañero(a) eterno(a) y, en cambio, permitan que Dios los guíe.

¿Iba yo a esas conferencias de JAS para encontrar esposo? No.

¿Creía que uno de esos chicos que conociera ahí llegaría a ser mi esposo? La verdad es que no.

En vez de eso, dejé de presionarme por encontrar a la persona con quien quería casarme y simplemente iba a esas conferencias para relacionarme con los demás y entablar amistades, que era exactamente lo que Radu y yo hicimos al principio.

A veces, la presión de encontrar a nuestro compañero eterno lo antes posible puede ser muy fuerte, pero no hay un tiempo límite para las relaciones eternas. No hace falta estresarse por ello. La vida no consiste en casarse, sino en llegar a ser la mejor versión de nosotros mismos y dejar que Dios lleve a cabo Su plan en nuestra vida. Sí, todos deberíamos salir, ir a las actividades, conocer gente, hacer nuevos amigos y salir de nuestro elemento, pero deberíamos pensar que vamos a divertirnos y hacer grandes amigos, en vez de pensar que tenemos que mantener los ojos bien abiertos para encontrar a “la persona indicada” o si no arruinaremos todo el plan de nuestra vida.

Algo que Radu me dijo cuando estábamos comprometidos fue que, aunque normalmente se sentía un poco nervioso con chicas que le gustaban, no se sentía así conmigo. Dijo que, debido a nuestra amistad, siempre se sentía relajado y que podía ser él mismo.

Así que busquen buenas personas de las que rodearse y disfruten el momento en el que se encuentran ahora. Porque, francamente, cuando dejan de estresarse y simplemente eligen entablar amistades y aprenden a amar a la persona que son y el momento en el que están, entonces es cuando la vida se vuelve mucho más agradable.

Confiar en el plan que Dios tiene para nuestro futuro

Radu y yo no somos perfectos. En realidad no buscábamos a la persona “perfecta”; solo éramos nosotros mismos. He notado que lo más atractivo para los demás es quienes son ustedes en realidad y cómo viven. Si se esfuerzan por seguir a Jesucristo, atraerán a quienes también están haciendo todo lo posible por seguirlo.

También he aprendido que, a medida que llegamos a ser mejores y tenemos una fe plena de que Dios está al mando, invitaremos Su mano en nuestras vidas y, cuando la reconozcamos, no hay por qué temer por el futuro. Recuerden lo que el Señor enseñó a Nefi: “Y también seré vuestra luz en el desierto; y prepararé el camino delante de vosotros, si es que guardáis mis mandamientos. Por lo tanto, al grado que guardéis mis mandamientos, seréis conducidos hacia la tierra prometida; y sabréis que yo soy el que os conduce” (1 Nefi 17:13).

No estamos aquí para presionarnos constantemente por no cumplir ciertas expectativas o logros en nuestro propio tiempo. En verdad, el tiempo del Padre Celestial es diferente al nuestro: es eterno. Él tiene un plan para que recibamos todas las bendiciones que buscamos. Y cuando hagamos nuestro mejor esfuerzo por confiar en Su plan y encontrar satisfacción en cualquier circunstancia en la que nos encontremos, es entonces cuando encontraremos la verdadera felicidad. Su plan siempre será mejor que el que tenemos para nosotros mismos.