2016
Ustedes son de la realeza
Agosto de 2016


Ustedes son de la realeza

De discursos del Sistema Educativo de la Iglesia, “Como huerto de riego” y “Una identidad noble”, pronunciados en Nueva York, EE. UU., el 13 de septiembre de 2015.

Elévense al nivel de su estatura eterna.

Imagen
lion and dog

Imágenes del árbol © iStock/Thinkstock.

Mientras nuestra familia desempeñaba una asignación de la Iglesia en Argentina, nuestro hijo y yo solíamos visitar sitios de interés en nuestro tiempo libre. Entre ellos se encontraba un zoológico como ninguno que hubiésemos visto antes.

En lugar de pasar por enfrente de las jaulas de animales somnolientos, se invitaba a los visitantes a entrar a las jaulas y acariciar a los animales. Al seguir al entrenador, llegamos hasta el recinto preparado para los grandes leones; entramos y los acariciamos mientras ellos parecían ignorarnos.

Pregunté a los entrenadores cómo habían convencido a esas bestias gigantes para que no nos comieran. Me hicieron notar varios perros pequeños que también habitaban en las jaulas. Cuando los leones eran pequeños, esos perrillos ladradores los perseguían despiadadamente y les mordisqueaban los talones. Los cachorros se acostumbraron a agazaparse en los rincones, llenos de miedo.

Al ir creciendo, siguieron encogiéndose de temor. Con un simple zarpazo, los leones fácilmente podrían haber arrojado a los perros fuera de la jaula, pero los leones no se veían a sí mismos como realmente eran; no se daban cuenta de su linaje real y de su potencial.

Todos hacemos frente a perrillos fastidiosos que nos roban nuestra confianza y nos mantienen agazapados en rincones imaginarios. Voy a mencionar tres.

La falta de confianza

Muchos de nosotros definimos nuestro desempeño más bien por nuestros fracasos que por nuestros éxitos. Si de cien preguntas contestamos ochenta correctamente, tristemente admitimos que nos equivocamos en veinte preguntas en lugar de mencionar con orgullo que acertamos ochenta de ellas. La falta de confianza en nosotros mismos y en nuestro potencial no nos deja ver nuestro verdadero valor y capacidad.

El conocimiento incompleto

Nefi vio a la madre del Salvador en una visión, pero cuando se le preguntó si entendía la condescendencia de Dios, admitió que no sabía el significado de todas las cosas. Sin embargo, afirmó lo que sabía: “[Dios] ama a sus hijos” (véase 1 Nefi 11:12–17). Esa es la cosa más esencial que debemos saber; evita que permitamos que los perros fastidiosos del conocimiento incompleto pongan en peligro nuestra certeza de la veracidad de la Iglesia y de nuestra relación con Dios y Su amor infalible y habilitador por nosotros.

El descuido o la negligencia

Las malas decisiones o el no tomar las que son buenas nublan nuestra visión de la realidad. Hubo una razón simbólica en el hecho de que los hijos de Israel tuviesen que recoger maná a diario (véase Éxodo 16:4). La obligación de todos los días de recoger alimentos los ayudaba a recordar a Dios. Hoy en día, la lectura de las Escrituras, orar, asistir a la Iglesia, y servirse unos a otros son nuestro maná diario como hijos de Dios para ayudarnos a recordar al Señor.

Por nuestras venas fluye el ADN espiritual de Dios; somos Sus hijos e hijas y Sus herederos. Desechen con un zarpazo cualquier tipo de mensaje, creencia o hábito engañoso que haga que se agazapen en los rincones de la vida. No dejen que les mordisqueen los talones ni que los amedrenten o les hagan daño. Elévense al nivel de su estatura eterna; ustedes son de la realeza.