2015
Preguntas y respuestas
October 2015


Preguntas y respuestas

“¿Cómo puedo aceptar que mi mamá muriera aun cuando ayunamos y oramos para que viviera?”

Este es un momento muy triste de tu vida; es normal que desees hallar consuelo así como respuestas a tus muchas preguntas: “¿Por qué no vivió? ¿La volveré a ver alguna vez? ¿Cómo puedo continuar sin ella?”.

El evangelio de Jesucristo brinda consuelo además de ofrecer respuestas. El Señor prometió: “Bienaventurados son todos los que lloran, porque ellos serán consolados” (3 Nefi 12:4). Procura tener el Espíritu Santo, porque Él es el Consolador.

Te preguntas si tus oraciones fueron escuchadas. Puedes estar seguro de que el Padre Celestial siempre escucha nuestras oraciones. Las Escrituras y los profetas vivientes nos garantizan que esto es verdad. Lo que el Señor le dijo a José Smith también se puede aplicar a ti: “Tus oraciones y las oraciones de tus hermanos han llegado a mis oídos” (D. y C. 90:1). Pero debemos recordar que el Padre Celestial contesta nuestras oraciones con una perspectiva eterna en mente (véase Isaías 55:8–9). Por ello es que seguimos el ejemplo del Salvador de pedir bendiciones, pero luego pedir sinceramente que se haga la voluntad del Padre (véase Lucas 22:42).

Aun cuando sea difícil, esta prueba puede ser un tiempo de crecimiento para ti. Puedes aprender a tener fe en la voluntad de Dios, incluso ante el hecho de que tu madre no fue sanada. Lógicamente, tú deseabas que ella viviera; pero la prueba de esta vida mortal consiste en confiar en Dios en todo momento, en particular cuando es difícil. Si confías en Él, “todas las cosas obrarán juntamente para [tu] bien” (D. y C. 90:24).

La muerte forma parte del plan

De acuerdo con el plan de felicidad del Padre Celestial, para poder regresar a Su presencia debemos morir y resucitar, lo que nos cambiará de este estado mortal al inmortal. Solo necesitas aceptar el hecho de que la muerte forma parte del plan y creer que algún día podrás estar nuevamente con tu madre. Debes saber que tu madre se halla en el mundo de los espíritus y que ella te está esperando.

David M., 18 años, Provincia Kasaï Occidental, República Democrática del Congo

Ella se encuentra en el mundo de los espíritus

Hace dos años, a mi madre le diagnosticaron cáncer. No me gustaba verla padecer dolores y deseaba poder hacer algo; aunque mi madre se mejoró, fue una experiencia difícil. Tu madre está en un sitio donde no sentirá dolores ni padecimientos. Resulta difícil no poder verla más, pero tú nunca te hallas solo. Ella siempre te amará y nuestro Padre Celestial estará siempre ahí para alentarte cuando te sientas desanimado. Nunca estarás solo. Jesucristo padeció los dolores de todo el mundo; Él sabe lo que estás sintiendo y por lo que estás pasando. Haz como yo hice en mis momentos de prueba: acude a Él y Él aligerará tus cargas.

Shiloh W., 18 años, Chihuahua, México

Tu familia volverá a estar unida

Mi madre falleció cuando yo tenía solo doce años. En esa época, yo no era miembro de la Iglesia. Cuando ella enfermó, rogué mucho para que volviera a estar bien. Tenía mucha fe, confiaba en Dios y tenía la esperanza de que ella sanaría. Tristemente, ella no se recuperó. Cuestioné el porqué ella había tenido que morir siendo tan joven y abandonarme cuando yo aún era una adolescente. Me enojé y llegué al punto de dudar de la existencia de Dios. Ahora que soy miembro de la Iglesia, entiendo el Plan de Salvación. Sé que ella me está esperando y que nuestra familia volverá a estar unida.

Inaê L., 19 años, Minas Gerais, Brasil

Las pruebas nos enseñan

Mi madre falleció hace tres años. Tu relación con tu Padre Celestial y con el Salvador crecerá si te vuelves a Ellos en tus momentos difíciles. Verás que esta prueba, tan devastadora como es, puede ser también una bendición. Ora para que tu Padre Celestial te conceda paz y consuelo; confía en el plan del Señor para ti; acepta el hecho de que el Padre Celestial sabe hacia dónde nos dirigimos y lo que necesitamos para llegar allí. El Señor te ama y desea que tengas gozo. Nuestras pruebas tienen como propósito enseñarnos y hacernos más fuertes.

Meghan B., 18 años, Ontario, Canadá

La volverás a ver

La madre de mi mamá murió cuando mi mamá tenía diecisiete años. La familia ayunó y oró por ella durante varias semanas antes de que ella falleciera. También se le dio una bendición del sacerdocio. La razón principal por la que mi madre sintió paz fue saber que ella podría ver nuevamente a su madre en la vida venidera. La meta de mi madre es vivir su vida de tal modo que ella sea digna de esa bendición. Me entristece que no llegaré a conocerla en esta vida, pero espero con ansias el momento en que finalmente nos conoceremos.

Cari R., 15 años, Utah, EE. UU.