2014
Preguntas y respuestas
Octubre 2014


Preguntas y respuestas

“Estoy tratando de controlar mis pensamientos, pero ¡son tantas las tentaciones! ¿Qué puedo hacer para tener pensamientos más puros?”

“Estoy tratando de controlar mis pensamientos, pero ¡son tantas las tentaciones! ¿Qué puedo hacer para tener pensamientos más puros?”

Controlar los pensamientos es difícil, pero es posible y nos brinda bendiciones: “A medida que aprendan a controlar sus pensamientos, podrán eliminar malos hábitos, aun aquellos que sean degradantes. Podrán cobrar valor, vencer el miedo y disfrutar de una vida feliz”1.

También considera estas bendiciones:

  • Los pensamientos puros ayudarán a que tu “confianza se [fortalezca] en la presencia de Dios” y a que “el Espíritu Santo [sea] tu compañero constante” (D. y C. 121:45–46).

  • Los pensamientos puros te ayudarán a reconocer la inspiración, porque el Espíritu Santo habla a la mente y al corazón (véase D. y C. 8:2–3).

  • Los pensamientos puros te ayudarán a obedecer el primer gran mandamiento: amar a Dios con todo tu corazón, alma y mente (véase Mateo 22:37).

Son muchas las cosas que puedes hacer para tener pensamientos puros, tal como verás en las ideas que figuran en estas páginas; pero una de las cosas principales que puedes hacer —y es un proceso gradual— es vencer al “hombre natural”. Al hombre o la mujer natural le gustan los pensamientos impuros. Esto es lo que tienes que hacer para vencerlo: “…el hombre natural es enemigo de Dios… y lo será para siempre jamás, a menos que se someta al influjo del Santo Espíritu, y se despoje del hombre natural, y se haga santo por la expiación de Cristo el Señor, y se vuelva como un niño: sumiso, manso, humilde, paciente, lleno de amor” (Mosíah 3:19).

¿Qué cosa puedes hacer el día de hoy para permitir que la expiación del Salvador produzca ese cambio en tu vida?

Los medios de comunicación y las amistades

Un buen punto de partida es escoger películas, música y literatura edificantes. Escoge amigos en cuya compañía puedas mantener una conversación digna y realizar actividades que sean rectas. Conforme tengas más cosas buenas en las que pensar, gradualmente será más fácil dejar de lado los malos pensamientos, y te vendrán a la mente con menos frecuencia.

Amber S., 18 años, Columbia Británica, Canadá

Oración

La oración me acerca a mi Padre Celestial y me ayuda a concentrarme en los buenos pensamientos. El estudio diario de las Escrituras fortalece mi confianza para vencer las tentaciones; en las Escrituras puedo ver ejemplos de discípulos fieles de Cristo. El compartir mi testimonio también me ayuda a mantener puros mis pensamientos.

Dasha M., 17 años, Kiev, Ucrania

Escrituras

Algo que me ayuda es leer las Escrituras todas las mañanas antes de salir para la escuela. En cuanto tengo un mal pensamiento, inmediatamente lo reemplazo con algo mejor. En vez de decir: “No, no pienses eso” (lo cual es bueno hacer), reemplázalo con un buen pensamiento. Recuerda que tú controlas tu mente, y no Satanás. Somos hijos e hijas valientes del Padre Celestial y estamos en una misión constante de mejorarnos.

Nick C., 16 años, Arkansas, EE. UU.

¿Bueno o correcto?

No siempre puedes controlar que llegue o no un pensamiento, pero puedes controlar si se queda. Puedes preguntarte: ¿Traerá algo bueno como resultado este pensamiento? ¿Me ayudará a andar por el camino correcto? Cuando surja un pensamiento tentador, canta una buena canción, piensa en un buen recuerdo o haz una oración. Se trata de reemplazar los malos pensamientos con algo bueno.

Lisa P., 17 años, Dinamarca

El ejemplo de Lehi

En 1 Nefi 15:27, Nefi les dice a sus hermanos que su padre, en la visión que tuvo del árbol de la vida, estaba rodeado de inmundicia, pero que no vio la suciedad porque “su mente se hallaba absorta… en otras cosas”. Lo mismo puede sucedernos a nosotros hoy en día. Si deseamos estar llenos de rectitud, debemos pedirlo en oración y centrarnos en las cosas de rectitud, y entonces nuestra mente estará tan llena de rectitud y virtud que los pensamientos impuros no tendrán poder para permanecer.

Hattie W., 16 años, Arizona, EE. UU.

Himnos

Los himnos nos pueden ayudar a tener pensamientos más puros. La buena música eleva el espíritu. Cuando puedo escuchar himnos, siempre me elevan a un ámbito más tranquilo y celestial; me ayudan a recordar el amor que el Padre Celestial tiene por cada uno de nosotros, y se me hace más fácil evitar la tentación.

Amanda A., 18 años, Amazonas, Brasil

El estudio de las Escrituras en familia

Cuando entran a mi mente pensamientos impuros, trato de recordar las Escrituras que mi familia y yo leímos en la mañana. Todas las mañanas a las 6:00 h, mi familia lee las Escrituras. Es temprano, pero es una bendición que me hace sentir más fuerte durante el día.

Elena W., 16 años, Suiza

Santa Cena

La oración sacramental dice que si tomamos sobre nosotros el nombre de Cristo, guardamos Sus mandamientos y siempre lo recordamos, siempre tendremos Su Espíritu con nosotros. Al recordarlo, hacemos el esfuerzo de desechar los pensamientos terrenales y centrarnos en los eternos. Cuando lo recordamos regularmente, nuestros pensamientos, deseos y actos cambiarán para bien.

McKay M., 18 años, Utah, EE. UU.

Nota

  1. Véase de Boyd K. Packer, “Música digna, pensamientos dignos”, Liahona, abril de 2008, pág. 31.