Cosas pequeñas y sencillas

Enero 2011

Contenido
Índice de temas
- Más en línea
El Señor necesita misioneros
- En bicicleta hacia el futuro
  Peter Evans and Richard M. Romney
- Me prepararé en mi juventud
La historia y el legado de la Sociedad de Socorro
Julie B. Beck
Cosas pequeñas y sencillas
El poder rehabilitador de la oración
Marcos A. Walker
Las Escrituras enseñan y testifican de Jesucristo
El Salvador—el Maestro de maestros
- Compartir el pan de vida
  Carlos Roberto Fusco
El contexto histórico del Nuevo Testamento
- ¿Dónde se encuentra en las Escrituras?
Elementos fundamentales de nuestra fe
Dallin H. Oaks
¿Qué hay de nuevo en el Progreso Personal?
Elaine S. Dalton
El Sacerdocio Aarónico: Más extraordinario de lo que te imaginas
David L. Beck
Voces de los Santos de los Últimos Días
Jóvenes adultos
- Ejemplos antiguos, promesas modernas
  Name withheld
- De creer a saber
  Chiao-yi Lin
Jóvenes
Niños
Noticias de la Iglesia
Nunca estamos desamparados
Adam C. Olson

Cosas pequeñas y sencillas

Enero 2011

Cosas pequeñas y sencillas

“Por medio de cosas pequeñas y sencillas se realizan grandes cosas” (Alma 37:6).

Maneras de ayudar a los miembros nuevos a sentirse bienvenidos

Preséntese a los miembros nuevos del barrio o de la rama y haga todo lo posible por sentarse con ellos en las clases y en la reunión sacramental.
Esfuércese por recordar cómo se llaman.
Los líderes del sacerdocio y los miembros de las presidencias de la Escuela Dominical y de la Sociedad de Socorro pueden invitar a los miembros nuevos a presentarse antes de que comience la lección.
Ofrezca su ayuda a los recién llegados para la mudanza y para que se familiaricen con la nueva zona a la que llegan.
Invítelos a las actividades del barrio o de la rama.
¡Sea su amigo! Siga conociendo a los miembros nuevos durante las semanas y los meses siguientes.

Cómo afrontar la adversidad

El vivir el Evangelio me ha ayudado a mí y a mi familia a vencer la tentación. Sé que mediante el ayuno, el pago de los diezmos y la oración diaria, junto con la esperanza en la expiación de Jesucristo, podemos vencer la tentación.

No obstante, eso no significa que nuestra vida quedará libre de la adversidad. También he aprendido que cuantos más obstáculos afrontemos, más podemos prepararnos para recibir bendiciones y aprender de nuestras experiencias. Me gusta comparar la adversidad al viento que impulsa a una cometa; cuanto más sople, más alto volará.

Chhoeun Ravuth, Camboya

Cómo participar en la obra de Historia Familiar

Arinzechukwu Okere
Hungría
Presidentes de la Iglesia