2004
¿Sabías que…?
julio de 2004


¿Sabías que…?

Días de los pioneros

Entre el 22 y el 24 de julio de 1847, los primeros pioneros Santos de los Últimos Días llegaron al valle del Lago Salado en busca de una tierra en la que estuviesen libres de la persecución y donde pudiesen adorar a Dios. Aquellos pioneros edificaron la Iglesia en el oeste de los Estados Unidos y de ahí el Evangelio se ha extendido a muchas naciones de la tierra. A continuación se presentan varias formas de conmemorar los sacrificios de los pioneros y de aprender más sobre ellos durante este mes:

  • Si tienes antepasados pioneros, lee sus diarios e historias familiares. En la vida de ellos encontramos muchas lecciones de las que podemos aprender en la actualidad.

  • Aprende sobre los primeros miembros de tu país o de tu familia que se bautizaron en la Iglesia. Ellos también son pioneros.

  • Memoriza un himno que rinda honor a los pioneros o a la Restauración.

  • ¿Qué puedes hacer para ser más autosuficiente? Podrías cultivar tu propio huerto, aprender a coser o dominar los primeros auxilios.

  • Junto con un grupo de jóvenes, ofrézcanse como voluntarios para limpiar un recinto histórico de la localidad a modo de proyecto de Mi deber a Dios o de Mi progreso personal.

  • Empieza hoy mismo a escribir regularmente en tu diario para que tu posteridad sepa de tu vida y de tu fe en Dios.

Norma de liderazgo

Si eres consejero de una clase o de una presidencia de quórum, puedes hacer mucho para apoyar a tu presidente, a tus líderes de los Hombres Jóvenes o las Mujeres Jóvenes, y a tus líderes del sacerdocio. Busca con detenimiento cómo aliviar sus cargas, incluso el ofrecerte para llevar a cabo asignaciones o simplemente llegar a tiempo a tus reuniones.

Cuando los israelitas fueron atacados por Amalec y su pueblo, Israel prevaleció sólo cuando Moisés tuvo las manos levantadas. Pero el profeta se estaba cansando y bajó las manos, por lo que el bando de Amalec empezó a ganar la batalla.

“Tomaron una piedra, y la pusieron debajo de él, y se sentó sobre ella; y Aarón y Hur sostenían sus manos, el uno de un lado y el otro de otro; así hubo en sus manos firmeza hasta que se puso el sol” (Éxodo 17:12).

Los israelitas pudieron ganar la batalla por el poder del Señor porque los consejeros de Moisés lo sostuvieron. Si eres un consejero, puedes seguir su buen ejemplo.