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¿Cómo puedo estar en el mundo sin ser del mundo?


Mi Deber a Dios

¿Cómo puedo estar en el mundo sin ser del mundo?

“Si bien antes las normas de la Iglesia eran casi todas compatibles con las de la sociedad, ahora nos divide un gran abismo que cada vez se agranda más” (Thomas S. Monson, “El poder del sacerdocio”, Liahona, mayo de 2011, pág. 66). El Señor quiere que permanezcamos fieles a Sus normas y no participemos de las maldades del mundo. Al mismo tiempo, Él espera que seamos una buena influencia para los que nos rodean.

Prepararse espiritualmente

¿Cuáles son algunas de las normas del mundo que resultan incompatibles con las de la Iglesia? ¿Qué bendiciones han recibido al vivir las normas del Señor? ¿Cómo creen que el mantener sus normas puede influir en quienes los rodean?

¿Cómo intenta influir el mundo en la forma en que los jóvenes ven las normas del Señor? ¿Cómo pueden seguir los jóvenes defendiendo las normas del Señor cuando las de la sociedad se siguen deteriorando? ¿Cómo pueden los jóvenes ser una buena influencia para quienes los rodean?

Estudie con espíritu de oración los siguientes recursos y pasajes de las Escrituras. ¿Qué sería lo más significativo para los jóvenes a los que enseña?

Vive dignamente”,Mi Deber a Dios, 2010, diáconos: págs. 16–17; maestros: pág. 40–41; presbíteros: págs. 64–65.

Génesis 39:1–20 (José de Egipto resiste las insinuaciones de la esposa de Potifar)

2 Reyes 6:14–17 (El siervo de Eliseo comprende que no está solo)

Mateo 26:41; D. y C 10:5 (Velemos y oremos para no caer en tentación)

Juan 15:19; 1 Nefi 8:24–28 (Quienes siguen a Cristo suelen recibir las burlas y el odio del mundo)

1 Corintios 10:13 (No seremos tentados más allá de lo que podamos soportar)

D. y C. 3:6–8 (Si confiamos en Dios más que en los hombres, Él nos apoyará ante el adversario)

D. y C. 62:1 (El Señor conoce nuestras debilidades y sabe cómo socorrernos durante la tentación)

D. y C. 87:8 (Permanezcamos en lugares santos)

Neil L. Andersen, “Vencer al mundo”, Liahona, mayo de 2017, págs. 58–62.

Mark A. Bragg, “Más y más resplandeciente hasta el día perfecto”, Liahona, mayo de 2017, págs. 36–38.

Dieter F. Uchtdorf, “No temas, cree solamente”, Liahona, noviembre de 2015, págs. 76–79; véase también el video “Dios les dio el conocimiento”.

Thomas S. Monson, “Atrévete a lo correcto aunque solo estés”, Liahona, noviembre de 2011, págs. 60–67.

Video: “Florece donde sea que estés”; “Atrévete a lo correcto aunque solo estés”

Enseñar a la manera del Salvador

El Salvador se preparó para enseñar dedicando tiempo a solas a la oración y al ayuno. Procuró la guía de Su Padre Celestial en momentos de privacidad. Al prepararse para enseñar a los jóvenes, dedique tiempo a orar y buscar la guía de nuestro Padre Celestial para saber cómo ayudarles a entender las bendiciones que se reciben al vivir las normas del Señor.

Permita que los jóvenes dirijan

Un miembro de la presidencia del cuórum (o un ayudante del obispo en el cuórum de presbíteros) dirige la reunión. Él dirige a los demás jóvenes para que deliberen en consejo en cuanto a los asuntos del cuórum, les enseña sus deberes del sacerdocio (usando las Escrituras y el librito Mi Deber a Dios ), los alienta a compartir las experiencias que han tenido al cumplir con su deber a Dios e invita al asesor o a otro miembro del cuórum a enseñar una lección del Evangelio. Puede prepararse llenando una Agenda de la reunión de cuórum durante una reunión de presidencia.

Comience la experiencia de aprendizaje

Elija alguna de las ideas siguientes, o utilice las suyas, para repasar la lección de la semana anterior y presentar la de esta semana:

  • Invite a cada joven a escribir en un papel una frase que resuma lo que aprendió en la lección de la semana pasada. Pida a varios jóvenes que lean sus resúmenes en voz alta.

  • Muestre una naranja (u otro cítrico) a los miembros del cuórum. Invítelos a mencionar algunas normas de Para la Fortaleza de la Juventud. Según las mencionen, anótelas en la naranja. Coloque la naranja en un recipiente con agua (flotará). Saque la naranja fuera del agua y pélela. Vuelva a colocarla en el agua; esta vez se hundirá. Invite a los jóvenes a compartir qué les enseña esto sobre el observar las normas del Señor. Comparta un ejemplo específico de cómo ha bendecido su vida el observar una norma.

Aprender juntos

El propósito de esta lección es ayudar a cada joven a comprender cómo puede estar en el mundo pero sin ser del mundo, y la manera en que eso les ayuda a vivir dignamente para ejercer el sacerdocio. Como parte de esta lección, los miembros del cuórum deben hacer planes en su librito de Mi Deber a Dios para estudiar y vivir las normas de Para la Fortaleza de la Juventud. Antes de la reunión de cuórum, invite a los jóvenes a llevar su librito de Mi Deber a Dios a la capilla, junto con un ejemplar de Para la Fortaleza de la Juventud. En futuras reuniones de cuórum, invítelos a compartir experiencias que hayan tenido al cumplir con sus planes.

  • Escriba en la pizarra “Vencer al mundo es…” y “Vencer al mundo da como resultado…” Pida a los miembros del cuórum que estudien el discurso del élder Neil L. Andersen “Vencer al mundo” y que busquen varias maneras de completar estas frases. Analicen lo que ellos hayan encontrado. Invite a uno de los jóvenes con antelación a que vaya preparado para compartir el relato sobre el élder D. Bruce. Porter, del discurso del élder Andersen (o vean el video del discurso del élder Andersen donde él mismo lo cuenta). ¿Cómo podrían haber reaccionado otros ante esa misma prueba? ¿Cómo venció al mundo el élder Porter?

  • Una manera de ayudar a los jóvenes a comprender cómo hallar la luz en un mundo cada vez más oscuro sería llevando tres linternas a clase. Divida a la clase en tres grupos y asigne a cada uno que lea una de las secciones del discurso del élder Mark A. Bragg “Más y más resplandeciente hasta el día perfecto”. Después de que los jóvenes hayan estudiado el discurso, apague las luces y entregue a cada grupo una de las linternas. Al compartir lo que hayan aprendido, podrían volver a encender la linterna y ponerla en medio de la clase. ¿En qué manera nos ayuda cada fuente de luz en un mundo oscuro?

  • Invite a los jóvenes a que, durante la semana, lean Daniel 1–2 o miren el video “Dios les dio el conocimiento” y a que vengan preparados para compartir cómo bendijo Dios a Daniel por haber permanecido fiel en un entorno inicuo. Durante la clase, concédales tiempo para que compartan lo que aprendieron. Como cuórum, repasen la sección titulada “¿Somos como Daniel?” del discurso del presidente Dieter F. Uchtdorf “No temas, cree solamente”. Divida el cuórum en grupos y pida a cada grupo que represente una situación a la que se podrían enfrentar en la que pueden permanecer fieles como Daniel.

  • Invite a los jóvenes a leer los pasajes de las Escrituras de esta reseña (individualmente o como cuórum) y analizar lo que aprendan acerca de superar las tentaciones. ¿Cómo viven las normas del Señor cuando el mundo les tienta a hacer lo contrario o se burla de ellos por tener normas elevadas? ¿Cómo se han sentido al vivir las normas del Señor y resistir las tentaciones? ¿Qué experiencias pueden compartir?

  • Invite a los jóvenes a buscar en el índice de Para la Fortaleza de la Juventud y elegir una o más normas que les gustaría analizar. Invite a cada joven a dedicar unos minutos a estudiar la norma que escogió y a prepararse para compartir lo que aprenda. Pida a cada joven que abra su librito de Mi Deber a Dios y escriba en la sección “Actúa” su plan para vivir esa norma (págs. 17, 41 o 65). Aliéntelos a compartir sus planes entre ellos, según sea adecuado. Invite a los jóvenes a venir preparados las próximas semanas para hablar sobre cómo el cumplir con lo que han planificado les ha ayudado a estar “en el mundo pero no [ser] del mundo” (véase Juan 15:19).

  • Como cuórum, lean Doctrina y Convenios 87:8, y pregunte a los jóvenes qué creen que significa permanecer en lugares santos. Invítelos a meditar esta pregunta a mientras ven uno de los videos que se sugieren en esta reseña. ¿Qué otras perspectivas obtienen acerca de permanecer en lugares santos? Pregunte a los jóvenes qué piensan que pueden hacer para que su familia, su escuela o su comunidad sea un lugar más santo. 

Pida a los jóvenes que compartan lo que hayan aprendido hoy. ¿Comprenden ellos por qué, como poseedores del sacerdocio, deben estar en el mundo pero no ser del mundo? ¿Qué sentimientos o impresiones tienen? ¿Desean hacer otras preguntas? ¿Resultaría útil dedicarle más tiempo a esta doctrina?

Planes de Mi Deber a Dios

Al final de la reunión de cuórum, conceda un tiempo a los jóvenes para que hagan planes en su librito  Mi Deber a Dios . Los planes son personales, pero los miembros del cuórum pueden ayudarse mutuamente a generar ideas entre ellos.

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Videos: “Hacer preguntas de verificación”

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Invítelos a actuar

El joven que dirige concluye la reunión. Él podría:

  • Compartir su testimonio de la importancia de vivir las normas del Señor.

  • Comprometer a los jóvenes a cumplir con los planes que hayan hecho en la sección “Vive dignamente” de Mi Deber a Dios.