Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia
Capítulo 23: ‘Fortalece tus estacas’


Capítulo 23

“Fortalece tus estacas”

“Las estacas y los distritos de Sión simbolizan los lugares santos de los que habló el Señor, en los que Sus santos han de congregarse en los últimos días para refugiarse de la tempestad”.

De la vida de Ezra Taft Benson

El 13 de enero de 1935, los miembros de la estaca Boise, Idaho sostuvieron a Ezra Taft Benson, de 35 años, como primer consejero de la presidencia de su estaca. Bajo la dirección del presidente Scott S. Brown, el presidente Benson recibió muchas oportunidades de servir, dirigir y enseñar. Por ejemplo, tuvo un papel clave en la reactivación de un poseedor del Sacerdocio de Melquisedec1, y contribuyó a dirigir la labor de la estaca para implementar el programa de bienestar de la Iglesia2.

En 1938, la estaca había crecido y contaba con más de 8.000 miembros, así que la Primera Presidencia dio instrucciones para que se dividiera en tres estacas. El Presidente Benson dijo que se sintió “anonadado” cuando lo llamaron a presidir una de las tres estacas, el 27 de noviembre de 1938. Su esposa, Flora le explicó a sus hijos que era una bendición que su padre recibiera ese llamamiento3.

El servicio del presidente Benson como presidente de estaca fue una bendición para toda la estaca. Él continuó enseñando los principios de bienestar y dio especial atención a los jóvenes. En una conferencia de estaca, antes de comenzar una de las sesiones, vio a un grupo de hombres jóvenes que estaban tratando de escabullirse del centro de reuniones. “Se dirigieron lentamente por el pasillo hacia la puerta posterior, sin perder de vista el vestíbulo de la entrada para asegurarse de que nadie detectara su salida. Entonces, [él] salió de su oficina, evaluó la situación y se paró en el pasillo con sus brazos extendidos de tal modo que los jóvenes se toparon con él. ‘Estoy muy feliz de verlos, muchachos’, dijo él. ‘Vayamos juntos a la conferencia’. Los llevó hasta la primera banca, y más tarde les pidió que compartieran sus testimonios”4.

Menos de dos meses después de haber sido llamado como presidente de estaca, tuvo otra sorpresa. Le ofrecieron un empleo como secretario ejecutivo del Consejo Nacional de Cooperativas Agrícolas, lo que requeriría que trabajara en Washington, D. C. Al principio declinó la oferta, pero luego de consultarlo con Flora y con la Primera Presidencia, decidió aceptar5. El 26 de marzo de 1939, tras ser relevado como presidente de estaca, escribió que había sido “el día más difícil que jamás he vivido… En mis palabras [a los miembros de la estaca] fui bendecido grandemente por el Señor, mas tuve mucha dificultad para controlar mis emociones. No existen personas más maravillosa en todo el mundo [y] los amo a cada uno”6.

Los Benson se mudaron a Bethesda, Maryland, cerca de Washington, D. C. Aproximadamente un año después, el presidente Rudger Clawson, Presidente del Quórum de los Doce Apóstoles, y el élder Albert E. Bowen, también del Quórum de los Doce, visitaron esa zona para organizar una nueva estaca. El presidente Clawson se reunió con Ezra Taft Benson y le dijo: “Hermano Benson, el Señor quiere que usted sea el presidente de esta estaca. ¿Qué dice usted a esto?” Nuevamente, el presidente Benson se sorprendió, y comentó: “No conozco a estas personas. Apenas he vivido aquí un año”7. Sin embargo, aceptó humildemente el llamamiento y presidió a unos 2.000 miembros en una estaca de gran extensión geográfica. Flora comentó sobre su servicio como presidente de estaca: “Él lo disfruta tanto. No es el cargo lo que le interesa, sino el gozo de poder ayudar a tantos como sea posible a ver la verdad del Evangelio”8.

Años más tarde, siendo un apóstol, el presidente Benson visitó estacas en todo el mundo, sobre lo cual comentó: “Le he dicho en ocasiones a mi esposa, al regresar de visitar las estacas, que no sé exactamente cómo será el cielo, pero que no podría pedir nada mejor que tener el placer y el gozo de relacionarme con la clase de hombres y mujeres que he conocido en el liderazgo de las estacas y los barrios de Sión, así como en las misiones del mundo. Ciertamente, somos muy bendecidos”9.

Imagen
Ward council members being taught using the Worldwide Leadership Training video.

Uno de los propósitos de la estaca es “unificar y perfeccionar a los miembros… poniendo a su alcance los programas de la Iglesia, las ordenanzas y la enseñanza del Evangelio”.

Enseñanzas de Ezra Taft Benson

1

Como miembros de la Iglesia, nos congregamos en las estacas de Sión.

Las personas que no son miembros preguntan a veces: “¿Qué es una estaca?” Y los miembros también preguntan: “¿Cuál es la importancia de la estaca?” ¿Qué significa para nosotros los miembros?”

Para quienes no son miembros, una estaca es como una diócesis en otras iglesias. Una estaca es una zona geográfica que comprende cierta cantidad de barrios (congregaciones locales) y que es presidida por una presidencia.

Para los miembros, el término estaca se usa como una expresión simbólica. Imagínense una gran tienda de campaña sostenida por cuerdas extendidas y que están firmemente ancladas a la tierra por medio de muchas estacas. Los profetas compararon la Sión de los últimos días con una gran tienda que abarcaría toda la tierra [véase Isaías 54:2; 3 Nefi 22:2]. Esa tienda estaría sostenida por cuerdas atadas a estacas. Esas estacas, por supuesto, son organizaciones geográficas que se encuentran en todo el mundo. En la actualidad, se está recogiendo a Israel en las diversas estacas de Sión10.

Una estaca tiene, por lo menos, cuatro propósitos:

1. Cada estaca, presidida por tres sumos sacerdotes, y sostenida por doce hombres que se conocen como un sumo consejo, llega a ser una iglesia en miniatura para los santos en esa zona geográfica específica. El propósito es unificar y perfeccionar a los miembros que viven dentro de sus límites, poniendo a su alcance los programas de la Iglesia, las ordenanzas y la enseñanza del Evangelio.

2. Los miembros de las estacas deben ser modelos o estandartes de rectitud.

3. Las estacas deben servir de defensa. Los miembros logran esto al unirse bajo la dirección de sus líderes locales del sacerdocio y al consagrarse a cumplir con su deber y a guardar sus convenios. Estos convenios, cuando se los obedece, se convierten en una protección contra el error, la maldad y las calamidades.

Edificamos templos sólo donde tenemos estacas. Las bendiciones y ordenanzas del templo nos preparan para la exaltación. Claro está que no es posible que cada estaca tenga un templo, pero actualmente estamos presenciando algunos desarrollos extraordinarios, sí, milagrosos, en la edificación de templos en diversas partes del mundo. Este programa permite a los miembros de la Iglesia recibir las bendiciones plenas del Señor.

4. Las estacas constituyen un refugio contra la tempestad que será derramada sobre la tierra11.

2

Se organizan las estacas para ayudar a los padres a enseñar el Evangelio a sus hijos y guiarlos hacia las ordenanzas de salvación.

En Doctrina y Convenios leemos lo siguiente:

“Y además, si hay padres que tengan hijos en Sión o en cualquiera de sus estacas organizadas, y no les enseñen a comprender la doctrina del arrepentimiento, de la fe en Cristo, el Hijo del Dios viviente, del bautismo y del don del Espíritu Santo por la imposición de manos, al llegar a la edad de ocho años, el pecado será sobre la cabeza de los padres. Porque ésta será una ley para los habitantes de Sión, o en cualquiera de sus estacas que se hayan organizado” (D. y C. 68:25–26; cursivas agregadas).

Aquí pueden ver uno de los propósitos principales de las estacas. Se organizan para ayudar a los padres “que tengan hijos en Sión” a enseñar el evangelio de Jesucristo y administrar las ordenanzas de salvación. Se crean estacas para perfeccionar a los santos, y ese desarrollo comienza en el hogar con una enseñanza eficaz del Evangelio12.

3

Conforme los miembros de la estaca reflejan la norma de santidad del Señor, dicha estaca se convierte en un hermoso emblema para que el mundo lo contemple.

El Señor declara: “Porque Sión debe aumentar en belleza y santidad; sus fronteras se han de ensanchar; deben fortalecerse sus estacas; sí, de cierto os digo, Sión se ha de levantar y vestirse con sus ropas hermosas” (Doctrina y Convenios 82:14).

Aquí el Señor declara otro gran propósito de la estaca: ser un hermoso emblema para que el mundo lo contemple. La frase “vestirse con sus ropas hermosas” se refiere, desde luego, a la santidad interior que debe alcanzar todo miembro que se llame a sí mismo santo. Sión es los “puros de corazón” (Doctrina y Convenios 97:21).

Las estacas de Sión se fortalecen y sus fronteras se ensanchan cuando los miembros reflejan la norma de santidad que el Señor espera de Su pueblo escogido13.

4

Cada estaca sirve como defensa y refugio de enemigos visibles e invisibles.

Una revelación más del Señor ofrece esta explicación acerca del propósito de las estacas: “De cierto os digo a todos: Levantaos y brillad, para que vuestra luz sea un estandarte a las naciones; a fin de que el recogimiento en la tierra de Sión y sus estacas sea para defensa y para refugio contra la tempestad y contra la ira, cuando sea derramada sin mezcla sobre toda la tierra” (Doctrina y Convenios 115:5–6).

En esta revelación se encuentra el mandamiento de hacer que nuestra luz brille de tal modo que sea un estandarte a las naciones. Este estandarte constituye un estándar o norma de medición por la que se puede comprobar la exactitud y la perfección. Los santos han de ser un estandarte de santidad para que el mundo lo contemple. Ésa es la belleza de Sión.

Luego, el Señor revela que las estacas de Sión han de ser “para defensa y para refugio contra la tempestad y contra la ira, cuando sea derramada sin mezcla sobre toda la tierra”. Las estacas son una defensa para los santos, tanto de enemigos visibles como invisibles. Esa defensa consiste en la guía que se recibe por medio de los canales del sacerdocio, la cual fortalece el testimonio y fomenta la solidaridad familiar y la rectitud personal.

En Su prefacio a Sus revelaciones en Doctrina y Convenios, el Señor advirtió: “…el día viene con rapidez; la hora no es aún, mas está próxima, cuando la paz será quitada de la tierra, y el diablo tendrá poder sobre su propio dominio” [Doctrina y Convenios 1:35].

Actualmente… vemos el cumplimiento de esa profecía, cuando Satanás, con incesante furia, despliega poder sobre “su propio dominio”, es decir, la tierra. Su influencia nunca ha sido tan grande como ahora, y solamente los que hayan tomado al Espíritu Santo como guía y seguido el consejo de los líderes del sacerdocio se librarán de los estragos de su maligno influjo.

El Señor también afirma en esta revelación introductora que Él tendrá poder sobre Sus santos, “y reinará en medio de ellos” [Doctrina y Convenios 1:36]. Él logra esto por medio de Sus siervos escogidos y las autoridades de estaca y barrio14.

Imagen
An African congregation gathered in sacrament meeting.

Al congregarnos con otros santos, vemos que una estaca puede ser “para defensa y para refugio contra la tempestad” (D. y C. 115:6).

Conforme la Iglesia va creciendo, es muy importante que edifiquemos bien y sólidamente, que nuestras futuras estacas posean los ingredientes básicos que son necesarios para tener éxito, y que las estacas existentes trabajen incansablemente hacia la madurez en el sentido de logros espirituales. Estas estacas han de ser los puntos de recogimiento para la Sión actual, y deben ser santuarios espirituales, y también deben ser autosuficientes de todas las maneras posibles15.

Las estacas y los distritos de Sión simbolizan los lugares santos de los que habló el Señor, en los que Sus santos han de congregarse en los últimos días para refugiarse de la tempestad. Ustedes y sus hijos se congregarán aquí para adorar, efectuar ordenanzas sagradas, hacer vida social, aprender, llevar a cabo presentaciones musicales y de danza y teatro, practicar deportes y, en general, para mejorarse ustedes mismos y ayudar a los demás a hacerlo. Con frecuencia, se considera significativo que nuestras capillas tengan una torre con una aguja dirigida al cielo, como simbolismo de cómo nuestras vidas deben estar avanzando constantemente hacia Dios16.

Nefi, el profeta del Libro de Mormón, predijo el día en que los santos estarían dispersados en estacas por todo el mundo. Vio la época en que el Señor los cubriría con Su protección, cuando las tempestades de destrucción amenazaran su existencia. Nefi profetizó: “Y aconteció que yo, Nefi, vi que el poder del Cordero de Dios descendió sobre los santos de la iglesia del Cordero y sobre el pueblo del convenio del Señor, que se hallaban dispersados sobre toda la superficie de la tierra; y tenían por armas su rectitud y el poder de Dios en gran gloria” (Libro de Mormón, 1 Nefi 14:14).

Por revelación sabemos que en los últimos días habrá peligros, calamidades y persecución, mas los santos podrán ser protegidos mediante la rectitud. La promesa del Libro de Mormón es segura: “…protegerá a los justos por su poder…” (1 Nefi 22:17)17.

Sugerencias para el estudio y la enseñanza

Preguntas

  • Luego de leer la sección 1, ¿cómo respondería usted a alguien que pregunta por qué los miembros de la Iglesia están organizados en estacas?

  • El presidente Benson nos recordó que las estacas ayudan a los padres a enseñar el Evangelio a sus hijos y les proveen las ordenanzas del sacerdocio (véase la sección 2). ¿De qué manera su estaca ha reforzado los esfuerzos que hace usted en el hogar?

  • ¿Cuándo es que ha visto que los miembros de una estaca se junten para dar un ejemplo “para que el mundo lo contemple”? (véase la sección 3). ¿Cómo se ha beneficiado usted de esas actividades?

  • ¿De qué formas una estaca ofrece protección “tanto de enemigos visibles como invisibles”? (Véase la sección 4). ¿Qué oportunidades tenemos de participar en nuestra estaca? ¿Cuáles son algunas bendiciones que podemos recibir al participar?

Pasajes de las Escrituras relacionados con el tema

Isaías 25:3–5; Mateo 5:14–16; Moroni 10:31–33; D. y C. 101:17–21; 133:7–9

Ayuda didáctica

“Un buen maestro no piensa: ‘¿Qué haré hoy en la clase?’, sino, ‘¿qué harán mis alumnos hoy en clase?’. No piensa: ‘¿Qué enseñaré hoy?’, sino, ‘¿cómo podré hacer que mis alumnos se den cuenta de lo que tienen que saber?’” (Virginia H. Pearce, “The Ordinary Classroom—a Powerful Place for Steady and Continued Growth”, Ensign, noviembre de 1996, pág. 12; citando Teaching the Gospel: A Handbook for CES Teachers and Leaders, 1994, pág. 13; véase también La Enseñanza: El llamamiento más importante, 2000, pág. 66).

Notas

  1. Véase el capítulo 20 de este libro.

  2. Véase el capítulo 21 de este libro.

  3. Véase Sheri L. Dew, Ezra Taft Benson: A Biography, 1987, pág. 122; Francis M. Gibbons, Ezra Taft Benson: Statesman, Patriot, Prophet of God, 1996, pág. 104.

  4. Sheri L. Dew, con base en el relato de Don Schlurf, en Ezra Taft Benson: A Biography, pág. 122.

  5. Véase el capítulo 1 de este libro.

  6. En Ezra Taft Benson: A Biography, pág. 144.

  7. En Ezra Taft Benson: A Biography, págs. 156–157.

  8. Flora Amussen Benson, citada en Ezra Taft Benson: A Biography, pág. 159.

  9. En Conference Report, octubre de 1948, pág. 98.

  10. Come unto Christ, 1983, pág. 101; véase también “Fortalece a tus estacas”, Liahona, agosto de 1991, págs. 3–6.

  11. Come unto Christ, págs. 104–105.

  12. Come unto Christ, págs. 101–102.

  13. Come unto Christ, pág. 102.

  14. Come unto Christ, págs. 103–104.

  15. The Teachings of Ezra Taft Benson, 1988, pág. 151.

  16. The Teachings of Ezra Taft Benson, págs. 151–152.

  17. Come unto Christ, pág. 104.