Lección 28 — Material de preparación para la clase: Venid a Cristo
“Lección 28 — Material de preparación para la clase: Venid a Cristo”, Enseñanzas y doctrina del Libro de Mormón: Material para el maestro, 2021
“Lección 28 — Material de preparación para la clase”, Enseñanzas y doctrina del Libro de Mormón: Material para el maestro
Lección 28 — Material de preparación para la clase
Venid a Cristo
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Christ and the Rich Young Ruler [Cristo y el joven rico], por Heinrich Hofmann
El presidente Russell M. Nelson declaró: “… el estudio del Libro de Mormón es más satisfactorio cuando el lector se concentra en el objetivo principal del libro, que es testificar de Jesucristo. En comparación, todos los otros asuntos son secundarios” (“Un testimonio del Libro de Mormón”, Liahona, enero de 2000, pág. 82). ¿De qué manera te ha ayudado el estudio del Libro de Mormón a acercarte más a Jesucristo? Al estudiar, pregúntate qué puedes hacer para acercarte más a Él.
Sección 1
¿A qué poder tengo derecho si establezco mi fundamento en Jesucristo?
Para el año 30 d. C., los nefitas “habían caído en un estado de incredulidad y terrible iniquidad” y estaban “madurando para la destrucción” (Helamán 4:25; 5:2). Fastidiado por la iniquidad del pueblo, Nefi renunció al asiento judicial y, junto con su hermano Lehi, se dedicó el resto de su vida a predicar el Evangelio (véase Helamán 5:4). Antes de partir a su misión, recordaron el importante consejo que habían recibido de su padre, Helamán.
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Lee Helamán 5:9–12 y busca lo que Helamán enseñó a sus hijos sobre la necesidad de edificar sus vidas sobre el fundamento de Jesucristo.
Helamán describió los desafíos de la vida usando la imagen de las tormentas. ¿A qué tormentas te enfrentas en las que podrías necesitar la ayuda del Señor?
Mientras prestaba servicio en la Presidencia General de la Sociedad de Socorro, la hermana Sheri L. Dew enseñó por qué Jesucristo es nuestro único fundamento seguro.
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Hermana Sheri L. Dew
Cuando solo cuenta con sus propias habilidades, el hombre natural sucumbe ante Satanás (véase Mosíah 3:19), quien abandona a su víctima una vez que la aparta del sendero estrecho y angosto. Pero el Salvador guiará a aquellos que lo sigan por todo el sendero a casa […].
El Señor conoce el camino porque Él es el camino y es nuestra única oportunidad para salir triunfantes de esta experiencia terrenal. Su expiación pone a nuestro alcance todo el poder, la paz, luz y fortaleza que necesitamos para hacer frente a los desafíos de la vida, los que varían desde nuestros propios errores y pecados, hasta las tribulaciones sobre las que no tenemos control alguno pero que nos causan dolor […].
Él prometió que, si edificamos nuestra vida sobre Su roca, el diablo no tendrá poder sobre nosotros [véase Helamán 5:12]. Y Él ha prometido que nunca nos dejará o desamparará [véase Hebreos 13:5]. Simplemente no hay nadie que se le compare, ni en dedicación, ni en poder ni en amor. Él es nuestra única oportunidad (véase “Nuestra única oportunidad”, Liahona, julio de 1999, págs. 77–78).
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¿De qué manera el edificar tu fundamento en Jesucristo te ha ayudado a resistir las tormentas que han llegado a tu vida?
Sección 2
¿Qué puedo hacer para venir a Jesucristo?
En el capítulo final del Libro de Mormón, Moroni invita a todas las personas a venir a Jesucristo.
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Lee Moroni 10:30, 32–33 para averiguar lo que Moroni dijo que obtendremos de nuestra elección de venir a Jesucristo.
El élder D. Todd Christofferson, del Cuórum de los Doce Apóstoles, explicó lo que significa “venir a Cristo” (Moroni 10:30, 32):
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Élder D. Todd Christofferson
Venir a Cristo es una abreviación, un modo de describir en tres palabras el Plan de Salvación. Significa obtener los frutos de Su expiación y Su resurrección; en última instancia, la vida eterna. La vida eterna depende del uso de nuestro albedrío moral, pero únicamente es posible mediante la gracia de Jesucristo. Venir a Él significa hacer lo necesario para obtener los beneficios de esa gracia: el poder que absuelve, santificador, transformador y redentor de Su sacrificio infinito y expiatorio (véase “Por qué compartimos el Evangelio”, Liahona, agosto de 2014, pág. 31).
El presidente Tad R. Callister, que sirvió como Presidente General de la Escuela Dominical, explicó la gracia del Señor de esta manera:
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Presidente Tad R. Callister
Por causa de Su expiación, el Salvador posee poderes habilitadores, llamados en ocasiones gracia [véase “Gracia”, Guía para el Estudio de las Escrituras scriptures.ChurchofJesusChrist.org], que nos puede ayudar a superar nuestras debilidades e imperfecciones y, de ese modo, ayudarnos en nuestro proceso de llegar a ser más como Él.
Moroni enseñó: “Sí, venid a Cristo, y perfeccionaos en él […] para que por su gracia seáis perfectos en Cristo” [Moroni 10:32]. Parece haber al menos dos canales o medios por los cuales podemos valernos de esos poderes habilitadores que nos pueden refinar, e incluso perfeccionar.
Primero, las ordenanzas de salvación […]. A veces, podemos pensar en las ordenanzas como una lista de verificación, necesarias para la exaltación; pero en verdad, cada una da acceso a un poder divino que nos ayuda a llegar a ser más como Cristo […].
Un segundo canal para acceder a los poderes habilitadores son los dones del Espíritu. Debido a la expiación de Cristo, podemos recibir el don del Espíritu Santo junto con Sus dones espirituales correspondientes. Esos dones son atributos de la divinidad; por tanto, cada vez que adquirimos un don del Espíritu, llegamos a ser más como Dios (“La expiación de Jesucristo”, Liahona, mayo de 2019, pág. 87).
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Piensa en lo que puedes lograr, con el poder habilitador del Señor o la gracia. ¿Qué estás haciendo para propiciar que la gracia del Señor y Su ayuda estén en tu vida?
Sección 3
¿De qué manera te ha acercado el Libro de Mormón a Jesucristo y cómo te ha ayudado a mantenerte fiel a Él?
Cuando Moroni compendió el registro jaredita que ahora forma parte del Libro de Mormón, expresó su preocupación de que los futuros lectores “se burlar[a]n de estas cosas, debido a nuestra debilidad en escribir” (Éter 12:23). El Señor consoló a Moroni declarando: “Mi gracia es suficiente para los mansos, para que no saquen provecho de vuestra debilidad” (Éter 12:26). Seguidamente, Moroni oró por los gentiles, testificó que había visto a Jesús y extendió una importante invitación a todos los que al final leyeran el Libro de Mormón (véase Éter 12:36-41).
Lee Éter 12:41 y considera cómo has respondido a la invitación de Moroni durante este curso.
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Anota tus ideas
Al prepararte para la última clase, piensa en cómo te ha ayudado el estudio del Libro de Mormón a venir a Cristo y volverte más semejante a Él. Recuerda los pensamientos, los sentimientos, las impresiones y las experiencias específicas que hayan aumentado tu testimonio y profundizado tu conversión. Anota tus ideas.
Para prepararte para el último día de clase, selecciona y completa una de las siguientes actividades:
Opción 1: Selecciona un pasaje o enseñanza del Libro de Mormón que haya sido especialmente poderoso para ayudarte a venir a Cristo y anota cómo ha influido en ti.
Opción 2: Identifica a una persona del Libro de Mormón cuyo ejemplo te haya ayudado a entender mejor lo que significa venir a Cristo y registra lo que has aprendido.
Opción 3: Medita en el modo en que tu reciente estudio del Libro de Mormón te ha inspirado a venir a Cristo. Anota cómo ha aumentado tu testimonio y cómo se ha fortalecido tu conversión al Salvador.
Después de anotar tus pensamientos y sentimientos, considera en oración quiénes podrían ser bendecidos por lo que has escrito y compártelo con ellos. Prepárate también para compartir tus pensamientos en clase.
