Manuales de la Primaria y del Tiempo para compartir
Me gusta la música


Lección 39

Me gusta la música

Objetivo

Que los niños comprendan que la buena música nos alegra y nos hace pensar en nuestro Padre Celestial y en Jesucristo.

Preparación

  1. Estudie, con la ayuda de la oración, 1 Samuel 16:19–23; Éter 6:2–12; Doctrina y Convenios 25:12.

  2. Materiales necesarios:

    1. Una Biblia, y un ejemplar del Libro de Mormón y de Doctrina y Convenios.

    2. Las siguientes láminas: 1–61, “El éxodo de Nauvoo, de febrero a mayo de 1846” (“Las bellas artes del Evangelio” 410; 62493); 1–68, de David tocando música para el rey Saúl; 1–69, de los barcos de los jareditas.

  3. Haga los preparativos para las Actividades Complementarias que desee llevar a cabo.

Nota para el maestro: Si lo desea, pida a la directora de música de la Primaria que le ayude en esta lección.

Actividades de aprendizaje

Pida a un alumno que ofrezca la primera oración.

Actividad para despertar la atención

Haga que los niños formen un círculo y canten varias veces “Si te sientes feliz” (Canciones para los niños, pág. 125); adapte un poco la música para cambiar la letra cantando “Si te sientes hoy feliz, cierra los ojos” y “Si te sientes hoy feliz, mueve los dedos”. Improvise los movimientos que correspondan a las palabras.

Si te sientes hoy feliz, aplaude así.

Si te sientes hoy feliz, aplaude así.

Si te sientes muy feliz, tu rostro no podrá mentir.

Si te sientes hoy feliz, aplaude así.

• ¿Cómo se sentían al cantar esa canción?

La buena música nos pone contentos

Explíqueles que la música alegre, bonita o serena nos hace sentir bien por dentro. Si estamos tristes, enojados o asustados, la buena música puede hacernos sentir contentos otra vez.

Relato

Muéstreles la lámina 1–68, de David tocando música para el rey Saúl, y cuénteles de cómo David tocaba el arpa para el rey Saúl cuando éste no se sentía bien, de acuerdo con el relato que se encuentra en 1 Samuel 26:19–23.

• ¿Por qué creen ustedes que la música que tocaba David hacía sentir mejor al rey Saúl?

• ¿Qué instrumentos musicales les gusta escuchar?

Haga la pantomima de tocar los instrumentos que se vayan mencionando (si ellos no recuerdan ninguno, menciónelos usted).

Actividad

Pida a los niños que simulen tocar un instrumento musical, como el piano, el violín, la guitarra, la flauta o el arpa mientras usted les tararea la melodía de una canción de la Primaria que ellos conozcan bien. Explíqueles que cantar también nos pone contentos.

• ¿Qué canción de la Primaria los pone contentos a ustedes?

Canción

Dígales que elijan una canción que les guste y cántela con ellos.

Relato

Muéstreles la lámina 1–61, del éxodo de Nauvoo, y cuénteles con sus propias palabras el siguiente relato:

Cuando los pioneros abandonaron sus casas en Nauvoo y emprendieron el viaje hacia el Oeste, cargaron todo lo que pudieron en las carretas cubiertas o en los carros de mano, pero tuvieron que dejar muchas cosas porque no tenían lugar para llevarlas. El viaje era muy duro y los pioneros estaban por lo general muy cansados al terminar el día.

Por las noches, ponían las carretas formando un círculo y juntaban a los animales dentro de éste para protegerlos; en el medio, hacían una gran fogata. Brigham Young, que era el Profeta, sabía que los pioneros estarían más contentos teniendo música para escuchar; también los animaba a cantar y a bailar. Los que habían llevado violines, trompetas y tambores los tocaban para tener música, y los demás cantaban y bailaban alrededor de la fogata. Uno de sus cantos preferidos era “¡Oh, está todo bien!” (Himnos, Nº 17). La música daba a los pioneros fortaleza y valor; cuando se retiraban por la noche a descansar después de cantar y bailar, se sentían felices.

Canción

Haga que los alumnos se sienten formando un círculo y que se imaginen que son pioneros sentados alrededor de una fogata; cante con ellos “Niños pioneros” (Canciones para los niños, pág. 137) u otra canción de la Primaria que les guste.

La música nos hace pensar en nuestro Padre Celestial y en Jesús

Explíqueles que la música de la Iglesia nos hace pensar en nuestro Padre Celestial y en Jesús. Dígales que cierren los ojos y se imaginen que están sentados en la capilla (o salón de reuniones), escuchando la música que se toca antes de la reunión sacramental.

• ¿Cómo les ayuda la música a ser reverentes en la Iglesia?

Dígales que a nuestro Padre Celestial y a Jesús les gusta oírnos cantar. Léales las dos primeras frases de Doctrina y Convenios 25:12, hasta donde dice una oración para mí, y explíqueles que cantar los himnos de la Iglesia es como orar, y que al hacerlo, le agradecemos a nuestro Padre Celestial las bendiciones que nos da; cantar las canciones que hablan de Él y de Jesús nos hace acordar de que Ellos nos aman y quieren ayudarnos. Dígales que las canciones que cantamos en la reunión sacramental y en otras de la Iglesia se llaman himnos.

• ¿Por qué cantamos en la Iglesia himnos y canciones?

Relato

Muéstreles la lámina 1–69, de los barcos jareditas, y cuénteles la historia de los jareditas cuando vinieron a América, que se encuentra en Éter 6:2–12. Dígales que los jareditas cantaban canciones de alabanza a nuestro Padre Celestial y a Jesús mientras viajaban en los barcos.

• ¿Por qué piensan que los jareditas cantaban mientras navegaban?

• ¿Qué creen ustedes que ellos sentirían cuando el viento y las olas agitaban los barcos?

• ¿Por qué les ayudaba cantar cuando tenían miedo?

• ¿Han cantado ustedes alguna vez cuando sentían miedo? ¿Les ayudó el cantar a no sentir miedo?

Testimonio

Cuénteles de alguna ocasión en que la música le haya hecho sentir feliz. Recuérdeles que a nuestro Padre Celestial y a Jesús les gusta oír a los niños cantar canciones bonitas; y que cuando canten, se sentirán más contentos y se acordarán de que Jesús y nuestro Padre Celestial los aman.

Actividades complementarias

Elija algunas de las siguientes actividades para llevar a cabo durante la lección.

  1. Cante con ellos “Qué divertido es” (Canciones para los niños, pág. 129) o “El mundo es glorioso” (Canciones para los niños, pág. 122).

  2. Si tiene una clase pequeña, deje que cada alumno escoja una canción de la Primaria que le guste y cante cada una con la clase.

  3. Prepare unas “maracas” de vasitos de papel, una para cada alumno, para que lleven el ritmo. Ponga una pequeña cantidad de arroz, otros granos o arena en un vasito de papel y únale otro vasito juntando los bordes con cinta adhesiva alrededor para impedir que el contenido se salga. Cante alguna canción de la Primaria y diríjalos para que lleven el ritmo con las “maracas”. Puede hacerles otros instrumentos de percusión con palitos, varitas de metal o trozos de madera que golpeen uno contra el otro, o llevar campanitas a la clase.

  4. Si puede conseguir la música del libro Canciones para los niños, que está en cintas de casete (52505 o 52428) y en discos compactos (50505 o 50428), deje que la escuchen y la canten, o que muevan el cuerpo siguiendo el ritmo.

  5. Con sus propias palabras, relate la historia de cuando el profeta José Smith y otros líderes de la Iglesia estaban en la cárcel de Carthage porque unos malvados los habían encerrado allí, a pesar de que ellos no habían hecho nada malo. El Profeta sabía que la vida de todos estaba en peligro y se sentía muy triste; por eso, le pidió a su amigo John Taylor que le cantara una canción. Tuvo que insistir, porque el hermano Taylor también estaba preocupado y no tenía deseos de cantar. Pero después que él cantó una canción que habla de Jesús, todos se sintieron mejor y más tranquilos porque les recordó el amor que nuestro Padre Celestial y Jesús sentían por ellos y eso les dio valor y fortaleza.

Otras actividades para los niños más pequeños

  1. Cante algunas de las canciones que a los niños les gusten más y déjelos que golpeen las manos suavemente para llevar el ritmo. Hable con ellos de la forma en que la música nos levanta el ánimo y nos pone contentos.

  2. Si es posible, grabe de antemano una cinta con diferentes tipos de música, asegurándose de que sea música apropiada para el día de reposo. Llévela a la clase y deje que los niños la escuchen y comenten.

  3. Dígales que nuestro Padre Celestial nos ha dado muchas clases diferentes de música; hay música que tocan las personas, otras que las produce la naturaleza, como por ejemplo, la lluvia, el viento, los pájaros, las abejas y la electricidad (los truenos); deje que los niños imiten esos sonidos.