Autosuficiencia
Aprender — Tiempo máximo: 45 minutos


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Análisis del día de hoy:

2 Proteger a su familia de las dificultades

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gráfico de la casa

Mapa para lograr el éxito en la mayordomía financiera

Control de presupuesto y de gastos

Leer:Revise y actualice su presupuesto. ¿Qué funciona bien? ¿Qué categorías debe ajustar, si corresponde? ¿Puede gastar menos en algunas categorías a fin de ahorrar más pronto para su fondo de emergencia, liberarse de las deudas o ahorrar para el futuro? Uno de sus compromisos esta semana será analizar la siguiente actividad en el consejo familiar.

Meditar:¿Qué hará si experimenta una crisis económica? ¿Qué crisis económicas ha experimentado en el pasado?

Leer:En el Antiguo Testamento, José le advirtió a Faraón de los siete años de abundancia, seguidos de los siete años de hambruna. De inmediato, Faraón puso gobernadores a fin de apartar provisiones extra de los años buenos para los malos (véase Génesis 41:1–37). Aunque es posible que no siempre tengamos una profecía clara de cuándo llegarán los buenos y los malos tiempos, los profetas de la actualidad nos han instado a prepararnos para las crisis, en especial cuando las cosas no van bien.

En este capítulo, aprenderemos qué hacer cuando hagamos frente a una crisis económica y cómo prepararnos para las crisis antes de que ocurran.

Analizar:¿Qué tipos de crisis económicas podrían experimentar? Anoten a continuación las ideas del grupo.

1. Aprenda a manejar las crisis económicas

Leer:Al igual que en un plan de emergencia o de escape de un incendio, en el caso de una crisis económica usted debe tener una forma de proceder que sea sencilla de seguir. En cuanto a cómo manejar las tribulaciones el élder Marvin J. Ashton preguntó: “¿Pueden sentarse tranquilamente, repasar los hechos, y anotar los posibles pasos a seguir? ¿Pueden identificar las causas y determinar las soluciones? La reflexión en silencio puede resolver los problemas más rápido que los impulsos” (véase “El fundamento de los Servicios de Bienestar”, Liahona, febrero de 1982, pág. 160). Determinar cómo manejar las crisis económicas de antemano le permitirá estar preparado emocional y económicamente cuando lo aflijan las dificultades y pueden ayudarle a prevenir algunas crisis en el futuro. Manejar una crisis económica requiere dos pasos: evaluar la situación y tomar las medidas adecuadas.

Analizar:¿Por qué es importante decidir ahora cómo manejar una crisis económica? ¿Cómo le ha ayudado el Espíritu a manejar las crisis en el pasado?

Evalúe la situación

Leer:A fin de evaluar una posible crisis económica, quizás desee formular las siguientes preguntas:

  • ¿Es fiel en el pago de los diezmos y las ofrendas? ¿Está viviendo su vida de tal manera que es digno de las bendiciones de Dios?

  • ¿Qué precauciones en caso de emergencia ya ha establecido que le ayudarán a hacer frente al desafío actual? ¿Tiene almacenada comida y agua? ¿un fondo de emergencia? ¿un seguro adecuado?

  • ¿Dónde fallan sus preparativos en caso de emergencia?

  • ¿Qué pólizas de seguro tiene que puedan cubrir algunas porciones o todas las de este desafío?

  • ¿Cuánto tiempo podrá extender su fondo de emergencia?

  • ¿Existe la posibilidad de hacer ajustes temporales en su presupuesto y en su plan para eliminar deudas, de ser necesarios?

Analizar:¿Por qué es importante evaluar completamente una situación antes de tomar medidas?

Tome medidas

Leer:Dependiendo del tipo y de la gravedad de su crisis económica, hay diferentes medidas que usted podría tomar para que le ayuden a superar sus desafíos económicos. Aunque es posible que esas medidas no sean razonables para todas las circunstancias, los siguientes pasos deben darle una idea de lo que se puede hacer en caso de una crisis económica.

Llame a su compañía de seguro

Leer:Algunas crisis económicas pueden incluir una emergencia médica, un accidente automovilístico, reparaciones de la casa o la pérdida de empleo. Para tales circunstancias, antes de que sea presa del pánico o tome otras medidas, llame a su compañía de seguro para verificar la cobertura. Preguntarles sobre la cobertura no significa que está presentando un reclamo. Sin embargo si su circunstancia no tiene cobertura, podrá tener una idea de lo que serán sus gastos personales.

Analizar:¿Qué crisis económica merece una llamada a su compañía de seguro?

Use sus fondos de emergencia

Leer:El objetivo de su fondo de emergencia es ayudarle a superar las crisis económicas. No se sienta culpable de usarlo en esas circunstancias. Puede usar su fondo de emergencia para lo que sea que necesite: desde gastos de mantenimiento a deducibles del seguro. Sea prudente al usarlo para lo correcto en los momentos correctos. Reponga su fondo de emergencia lo más pronto posible si tiene que usar dinero de este.

Pague primero sus gastos y facturas más importantes

Leer:Examine de cerca todos sus gastos y facturas y determine de cuáles debe encargarse de inmediato y cuáles podrían esperar un corto período sin contraer una multa. Quizás sea necesario comunicarse con quienes le envían las facturas para ver si tienen períodos de gracia para las dificultades temporales, opciones de planes de pago sin intereses o extensiones en la fecha de vencimiento. Sea prudente en cuanto a los gastos de los que se encargue primero e investigue sobre los efectos adversos de postergar el pago de otras facturas antes de decidirlo. Quizás necesite recortar gastos innecesarios por un tiempo, si es posible. Céntrese en la comida, el alojamiento, los servicios públicos y el transporte necesario antes de pagar otros gastos.

Analizar:¿Por qué sería tan importante pagar primero los gastos que anotó hace poco?

Llame a sus acreedores

Leer:En circunstancias extremas, quizás sea prudente llamar a sus acreedores y explicarles su situación actual. Dependiendo de la crisis, quizás desee pedirles:

  • Demorar o reducir los pagos en forma temporal.

  • Extender o modificar en forma permanente los términos del préstamo.

Aunque esa sea la única opción viable en casos extremos, sea consciente de que demorar los pagos o modificar los términos de su préstamo puede provocar cargos adicionales y hacer que el préstamo sea más costoso a la larga.

Determine otros recursos que pueden ayudar

Leer:Nuestra responsabilidad es proveer para nosotros mismos y nuestra familia. Sin embargo, es posible que haya ocasiones en las que debemos confiar en los demás de manera temporal. Conforme busque otros recursos, sea cautelosos de llegar a depender de ayuda a largo plazo, tal dependencia detendrá su progreso espiritual y temporal. Como leímos en el capítulo 2, el presidente Spencer W. Kimball enseñó que hay cuatro niveles de ayuda temporal a los que podemos acudir:

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dependencia económica
  1. Usted mismo: Debe hacer primero todo lo que usted pueda por sí mismo a fin de proveer para su familia y aliviar la amenaza inmediata.

  2. La familia: Si no puede cubrir las necesidades económicas básicas por sí mismo luego de hacer todo lo que pueda en forma individual, debe extender la mano a la familia cercana o a la extendida, si fuera necesario, para solicitar ayuda económica temporal, ya sea para cubrir los gastos de alojamiento, comida o de otras necesidades.

  3. La Iglesia: Después de hacer todo lo que pueda por sí mismo y luego solicitar ayuda de la familia, quizás debe reunirse con los líderes de la Iglesia (obispo, presidente de rama o presidenta de la Sociedad de Socorro) a fin de explorar opciones adicionales. Recuerde que los líderes de la Iglesia han sido instruidos sabiamente para ayudar a las personas a sostener la vida, cuando sea necesario, no el estilo de vida.

  4. La comunidad: Es posible que varios programas de asistencia del gobierno o de la comunidad estén disponibles para usted, los que quizás ofrezcan ayuda en la forma de asesoría financiera o de empleo, asistencia para la vivienda, soporte alimenticio para el cuidado de recién nacidos y de madres, etc. Recuerde que esos programas se han creado para proporcionar ayuda a corto plazo. No dependa de ellos por un largo período.

Analizar:¿Por qué debemos solicitar ayuda de nuestra familia primero antes de solicitar ayuda de la Iglesia y de la comunidad? ¿Qué recursos que su grupo ha determinado están disponibles en su región para ayudarle a hacer frente a las crisis?

2. Aumente sus preparativos para los casos de emergencia

Leer:Debe haber estado trabajando para establecer un fondo de emergencia de un mes o debe trabajar en ello. ¡Sus preparativos no terminan aquí! Trabaje para liberarse de las deudas del consumidor y para luego establecer un fondo de emergencia de tres a seis meses y adquiera un seguro para proteger sus ingresos.

Establezca un fondo de emergencia de tres a seis meses

Leer:Luego de que haya cancelado todas las deudas del consumidor, el próximo paso es desarrollar el fondo de emergencia de un mes en uno de tres a seis meses. Recuerde guardar el dinero para el fondo de emergencia en un lugar seguro al que pueda tener acceso sin multa. Desarrolle este fondo lo antes posible para que esté mejor preparado para las crisis económicas. Uno de sus compromisos esta semana será evaluar su fondo de emergencia y contribuir a cancelar sus deudas del consumidor.

Adquiera un seguro de ingresos adecuado

Nota: Esta información puede no aplicar en sus región o zona.

Leer:Uno de los más importantes activos son sus ingresos. Investigue sobre pólizas de seguros de vida y por discapacidad en su región y obtenga cobertura adecuada lo más pronto posible.

Analice cómo prepararse para las crisis económicas en su consejo familiar

Leer:Uno de los compromisos de esta semana será analizar sus respuestas en el “Control de presupuesto y de gastos” (véase página 147) y sus preparativos para las crisis económicas. Analice las situaciones de emergencia que podrían ocurrir en su familia, cómo puede prepararse para ellas, qué seguro debería obtener para protegerse a sí mismo y los planes para llamar a los acreedores y a quienes envían las facturas si surge la necesidad de hacerlo. Quizás desee utilizar el “Modelo de análisis de consejo familiar” que se bosqueja a continuación. Recuerde, si no está casado, su consejo familiar podría incluir un compañero de cuarto, amigo, familiar o mentor.