Génesis 18–23: Lección 27

Génesis 22

Una semejanza de Jesucristo

Es posible que nuestra mente mortal nunca comprenda plenamente el desgarrador mandamiento que Dios dio a Abraham de sacrificar a su hijo, Isaac. El profeta nefita Jacob amplió nuestra comprensión del potente simbolismo de dicho mandamiento cuando enseñó que el sacrificio fue “una semejanza de Dios y de su Hijo Unigénito” (Jacob 4:5). Esta lección puede ayudar a los alumnos a sentir el amor que el Padre Celestial y Jesucristo tienen por ellos.

Preparación de los alumnos: Invite a los alumnos a reconocer algún pasaje de las Escrituras que hayan encontrado que los ayude a ver el amor que el Padre Celestial y Jesucristo tienen por nosotros. Pídales que acudan a clase preparados para compartirlo.

Posibles actividades de aprendizaje

El amor de Dios

Si lo desea, comience la lección compartiendo la cita siguiente.

El presidente Dieter F. Uchtdorf, por ese entonces miembro de la Primera Presidencia, describió el amor que el Padre Celestial tiene por Sus hijos:

Piensen en el amor más puro y ferviente que se puedan imaginar; ahora multipliquen ese amor por una cantidad infinita; ésa es la medida del amor de Dios por ustedes […].

Dios no mira la apariencia exterior. Yo creo que a Él no le importa para nada si vivimos en un castillo o en una casita, si somos apuestos o no, si somos famosos o desconocidos. Aunque estemos incompletos, Dios nos ama completamente; aunque seamos imperfectos, Él nos ama perfectamente; aunque nos sintamos perdidos y sin brújula ni guía, el amor de Dios nos rodea por completo. (“El amor de Dios”, Liahona, noviembre de 2009, pág. 22).

• Además de las palabras que utilizó el presidente Uchtdorf, ¿qué otras palabras o frases podrías utilizar para describir el amor de Dios por nosotros?

A fin de ayudar a los alumnos a adaptar la lección a sus vidas, invítelos a considerar con qué frecuencia sienten o reconocen el amor que el Padre Celestial y Jesucristo tienen por ellos. También podría invitarlos a considerar qué preguntas tienen hoy en día acerca del amor del Padre Celestial y de Jesucristo.

Aliente a los alumnos a que, a medida que estudien hoy, presten atención a las impresiones del Espíritu Santo que puedan ayudarlos a sentir el amor del Padre Celestial y de Jesucristo.

Una manifestación del amor de Dios

Las Escrituras contienen muchas enseñanzas que describen el amor que el Padre Celestial y Jesucristo tienen por nosotros. Hay un ejemplo en Juan 3:16.

Lee Juan 3:16 para conocer cuál es la mayor manifestación del amor del Padre Celestial.

¿Cómo resumirías lo que hallaste?

Los alumnos quizás respondan algo semejante a esto: El Padre Celestial demostró Su amor por nosotros mediante el sacrificio de Su Hijo, Jesucristo.

• ¿De qué modo demuestra el sacrificio expiatorio del Salvador el amor que el Padre Celestial y Jesucristo tienen por nosotros?

Se manda a Abraham sacrificar a su hijo

Explique que hoy los alumnos estudiarán un relato que puede enseñarnos acerca del amor que el Padre Celestial y Jesucristo mostraron mediante la Expiación del Salvador.

Considere mostrar la imagen siguiente.

• ¿Qué sabes acerca de este acontecimiento de la vida de Abraham e Isaac?

Luego de que los alumnos respondan, explique lo siguiente.

El relato de Abraham e Isaac puede enseñarnos acerca del amor que el Padre Celestial y Jesucristo demostraron por nosotros mediante el sacrificio expiatorio del Salvador.

Lee Jacob 4:5 para saber lo que Jacob enseñó sobre ese relato.

• ¿Qué encontraste?

A medida que los alumnos estudien el relato de Abraham e Isaac en Génesis 22, invítelos a prestar atención a lo que puede enseñarles simbólicamente acerca del Padre Celestial y Jesucristo.

A fin de preparar a los alumnos para ello, podría hacer dos columnas en la pizarra. Titule una columna Abraham e Isaac y la otra El Padre Celestial y Jesucristo. También podría invitarlos a copiar el cuadro en sus diarios de estudio.

Los alumnos podrían realizar la siguiente actividad de estudio solos o con un compañero. Si lo desea, muestre un ejemplo del cuadro completo (que se encuentra más adelante en esta lección) antes de que ellos comiencen su estudio.

Lee Génesis 22:1–14 con espíritu de oración y busca semejanzas con el Padre Celestial y Jesucristo. Resalta las frases significativas de las Escrituras y escribe tus pensamientos respecto a lo que esas frases te enseñan en cuanto al Padre Celestial y Jesucristo.

El cuadro siguiente contiene ejemplos de la información que los alumnos podrían encontrar al estudiar este relato. Según sea necesario, podría utilizar esos ejemplos para ayudarlos en su estudio. Por ejemplo, podría compartir la información sobre la tierra de Moriah (véase Génesis 22:2) antes o después de que los alumnos estudien.

Abraham e Isaac	El Padre Celestial y Jesucristo
Génesis 22:2, 12: “tu hijo, tu único”	Jesucristo es el Hijo Unigénito del Padre Celestial (véase Juan 3:16).
Génesis 22:2: La “tierra de Moriah”	“El sitio, conocido tradicionalmente como el lugar en donde Abraham ofreció a Isaac” está “en la misma zona” en que “el Padre [sacrificaría] a su Hijo” (véase Antiguo Testamento: Manual para el alumno, 3ª edición, 2003, pág. 77).
Génesis 22:2: “en holocausto”	Los holocaustos eran una forma de sacrificio de animales, el cual era un símbolo de Jesucristo (véase Moisés 5:4–7).
Génesis 22:6: “Y tomó Abraham la leña del holocausto y la puso sobre Isaac, su hijo”	Cristo cargó Su cruz (véase Juan 19:16–18).
Génesis 22:7–8: “Dios se proveerá de cordero para el holocausto”	El Padre Celestial envió a Su Hijo, el Cordero de Dios, como sacrificio expiatorio (véase Juan 1:29).
Génesis 22:9: “y ató a Isaac, su hijo, y le puso en el altar”	Cristo fue sujetado a la cruz con clavos (véase 1 Nefi 11:33).

Después de que los alumnos hayan tenido tiempo para estudiar, deles la oportunidad de compartir lo que el Espíritu les haya enseñado al estudiar esos versículos. Como parte del análisis, podría hacer preguntas como las siguientes:

• ¿Qué aprendiste sobre el Padre Celestial y Jesucristo a partir del relato sobre Abraham e Isaac?

• ¿Qué símbolos del Padre Celestial y Jesucristo fueron más significativos para ti? ¿Por qué?

El amor que Dios tiene por mí

Dé a los alumnos la oportunidad de reflexionar sobre el amor que el Padre Celestial y Jesucristo tienen por ellos. A fin de prepararlos para reflexionar, podrían cantar o escuchar un himno que se centre en ese amor, tal como “El Padre tanto nos amó” (Himnos, nro. 112).

También podría compartir la cita del presidente Dallin H. Oaks que se encuentra en “Recursos adicionales”.

• ¿Cómo puede influir en tu vida el recordar el amor que el Padre Celestial y Jesucristo tienen por ti?

• ¿Qué te ha ayudado, o podría ayudarte, a sentir el amor del Padre Celestial y de Jesucristo?

Para concluir la lección, invite a los alumnos a pensar en lo que han aprendido y sentido hoy en cuanto al amor que el Padre Celestial y Jesucristo tienen por ellos. Invítelos a anotar sus pensamientos e impresiones espirituales en sus diarios de estudio. Si lo desea, comparta su testimonio acerca del amor que el Padre Celestial y Jesucristo tienen por cada uno de nosotros. Aliente a los alumnos a procurar experiencias que los ayuden a sentir constantemente el amor de Dios por ellos.

Recursos adicionales

¿Cómo nos demuestra la Expiación del Salvador el amor que Dios tiene por nosotros?

El presidente Dallin H. Oaks, de la Primera Presidencia, declaró:

El magnífico e incomprensible efecto de la Expiación de Jesucristo se basa en el amor de Dios por cada uno de nosotros y afirma Su declaración de que “el valor de las almas” —la de cada uno— “es grande a la vista de Dios” (Doctrina y Convenios 18:10). En la Biblia, Jesucristo explicó eso en relación al amor de nuestro Padre Celestial: “Porque de tal manera amó Dios al mundo que ha dado a su Hijo Unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:16). Nuestro Redentor, Jesucristo, declaró en una revelación moderna que Él “de tal manera amó al mundo que dio su propia vida, para que cuantos crean lleguen a ser hijos de Dios” (Doctrina y Convenios 34:3) (“¿Qué ha hecho nuestro Salvador por nosotros?”, Liahona, mayo de 2021, pág. 76).

¿Y si dudo del amor que el Padre Celestial siente por mí?

El presidente Thomas S. Monson (1927–2018) explicó:

Su Padre Celestial l[os] ama, a cada un[o] de ustedes. Ese amor nunca cambia, y no influyen en él ni su apariencia, ni sus posesiones, ni la cantidad de dinero que tengan en la cuenta bancaria. No lo cambian ni sus talentos ni sus habilidades; simplemente está siempre presente. Está presente para cuando se sientan tristes o felices, desanimados o esperanzados. El amor de Dios está allí ya sea que sientan que merezcan amor o no; simplemente siempre está allí (“Nunca caminamos solos”, Liahona, noviembre de 2013, págs. 123–124).

¿Por qué le pidió Dios a Abraham que sacrificara a Isaac?

El presidente George Q. Cannon (1827–1901), de la Primera Presidencia, dijo:

¿Por qué requirió el Señor tales cosas de Abraham? Porque, sabiendo lo que sería su futuro, y que sería el padre de una posteridad incontable, estaba resuelto a probarlo. Dios no hizo eso por Su propio bien, puesto que sabía con antelación lo que Abraham haría, sino que el propósito era grabar en Abraham una lección y hacerle capaz de obtener conocimiento que no podría obtener de ninguna otra manera. Por eso Dios nos prueba a todos. No es para Su propio conocimiento, pues Él sabe todas las cosas de antemano. Él conoce todo en cuanto a la vida de ustedes y lo que harán; pero nos prueba para nuestro propio beneficio, para que nos podamos conocer a nosotros mismos (George Q. Cannon, en Conference Report, abril de 1899, pág. 66).

Actividades de aprendizaje complementarias

Video Akedah (La atadura)

Podría ser de ayuda para algunos alumnos visualizar el relato de Abraham e Isaac; para ayudarlos en esto, podrían ver parte o todo el video “Akedah (La atadura)” (12:57). Utilice los siguientes segmentos de video para complementar el estudio de los alumnos de Génesis 22:1–14.

Génesis 22:1–2 (desde 0:00 hasta 1:34). Después de este segmento podría invitar a los alumnos a analizar las preguntas que Abraham pudo haber tenido.

Génesis 22:3–6 (desde 3:08 hasta 6:00). Antes de este segmento, considere la posibilidad de invitar a los alumnos a buscar elementos que evidencien que se trataba de un mandamiento difícil de obedecer para Abraham.

Génesis 22:7–9 (desde 6:01 hasta 10:10). Antes de este segmento, podría invitar a los alumnos a buscar las maneras en que Isaac les recuerda a Jesucristo. Podrían analizar sus reflexiones después de verlo.

Génesis 22:10–18 (desde 10:11 a 12:57). Después de este segmento, considere invitar a los alumnos a compartir lo que han aprendido sobre el Padre Celestial y Jesucristo a partir de este relato.

Cosas difíciles

La actividad siguiente puede ayudar a los alumnos a comprender algunas de las razones por las que Dios puede pedirnos que experimentemos cosas difíciles. Podrían leer Génesis 22:2 y analizar las razones por las que debe haber sido difícil para Abraham hacer lo que el Señor le pidió que hiciera. Luego podrían ver los dos videos siguientes, los cuales muestran (1) algo difícil y de la actualidad que vivió el élder Isaac K. Morrison, de los Setenta, y (2) las cosas que él aprendió por medio de su experiencia.

Recursos adicionales de video

Al final de la lección, los alumnos tienen la oportunidad de pensar en el amor que el Padre Celestial y Jesucristo tienen por ellos. A fin de ayudarlos a reflexionar, podría utilizar los videos siguientes:

“Porque de tal manera amó Dios al mundo” (4:48). Mientras los alumnos ven estas representaciones de la vida del Salvador, podrían reflexionar sobre el amor que el Padre Celestial y Jesucristo tienen por ellos.

“El amor de Dios no tiene límites” (5:37). Los alumnos podrían pensar en sus propias experiencias sintiendo el amor de Dios mientras miran este video, el cual describe el amor que sintió una joven adulta mientras se esforzaba por arrepentirse.