Escuela Dominical: Doctrina del Evangelio
‘¡Cuán hermosos son sobre los montes!’


Lección 39

“¡Cuán hermosos son sobre los montes!”

Isaías 50–53

Objetivo

Fortalecer en cada uno de los miembros de la clase el testimonio de la expiación de Jesucristo.

Preparación

  1. Estudie los pasajes de Isaías 50–53 que se analizan en esta lección, y ore al respecto. Los mencionados capítulos se concentran en el sacrificio expiatorio del Salvador.

  2. Lectura complementaria: Mosíah 14–15.

  3. Si va a emplear la actividad para despertar la atención, asigne a dos o tres de los miembros de la clase que elijan un himno favorito sobre el amor y el sacrificio del Salvador y se preparen para hablar a la clase sobre el mensaje de la canción y explicar la influencia que haya surtido en ellos. Si lo desea, usted puede hablarles de uno de sus himnos predilectos sobre el Salvador.

Sugerencias para el desarrollo de la lección

Actividad para despertar la atención

Si lo desea, utilice la actividad siguiente (u otra de su preferencia) para comenzar la lección.

Explique a la clase que muchos himnos de la Iglesia nos hacen comprender mejor el amor que nos demostró el Salvador por medio de Su sacrificio expiatorio. Pida a los miembros de la clase que tengan la asignación que hablen del himno favorito sobre el amor y el sacrificio del Salvador. Puesto que la música contribuye a que el Espíritu del Señor esté presente, puede pedir a la clase que cante uno de los himnos elegidos.

Explíqueles que en esta lección analizarán algunas profecías de Isaías concernientes a la vida y a la misión del Salvador.

Análisis de las Escrituras y conceptos para poner en práctica

Al enseñar los siguientes pasajes de las Escrituras, analice con la clase la forma en que se podrían poner en práctica en el diario vivir. Aliente a los miembros de la clase a relatar experiencias que se relacionen con los principios de las Escrituras.

1. Isaías habla de los mensajeros que traen buenas nuevas.

• En Isaías 52:7, este Profeta describe poéticamente a los que vendrían trayendo un grandioso mensaje. ¿Por qué se habrá referido Isaías a los pies de los mensajeros? (En el mundo antiguo, cuando no existía la comunicación electrónica, los mensajes importantes se enviaban por corredores que iban a pie. Isaías emplea el símbolo de los pies como representación de los mensajeros mismos.) ¿Qué sentía Isaías hacia esos mensajeros?

• ¿Cómo describe Isaías el mensaje que llevan? (Dice que son alegres nuevas, que anuncian la paz y la salvación.) Abinadí, uno de los Profetas del Libro de Mormón, explicó que entre los mensajeros que Isaías describió están los Profetas e incluso el mismo Señor (Mosíah 15:13–18). ¿Cuál es el grandioso mensaje de paz y salvación que han traído estos mensajeros? (Véase 2 Nefi 2:6–8.)

• ¿Qué otras personas llevan el mensaje del Evangelio al mundo? Si lo desea, pida a los miembros de la clase que hablen de las experiencias que hayan tenido al dar a conocer el Evangelio a los demás; también puede pedirles que describan lo que sientan hacia los que les hayan llevado a ellos el mensaje del Evangelio.

2. Isaías profetiza sobre el sacrificio expiatorio del Salvador.

Analicen las siguientes profecías sobre el sacrificio expiatorio del Salvador y sobre las bendiciones que ese sacrificio nos brinda.

  • Isaías 50:5–7. ¿Qué nos enseñan estos versículos sobre lo que sentía el Salvador con respecto al grandioso sacrificio que iba a realizar por nosotros? En Mateo 26:39 y en Filipenses 2:8, ¿qué se nos enseña sobre la forma en que Él enfrentó ese terrible sufrimiento?

  • Isaías 51:6. ¿Qué comparación se hace en este versículo? ¿Cuánto tiempo durarán los efectos de la Expiación? (Véase también Mosíah 16:9; Alma 34:10, 14.)

  • Isaías 51:22. ¿Por quién aboga el Salvador? ¿Cómo lo habilitó la Expiación para ser nuestro Intercesor? (Véase D. y C. 45:3–5.) ¿Cuál es “el cáliz de aturdimiento” que Jesús ha bebido por nosotros? (Véase D. y C. 19:15–20.) ¿Qué debemos hacer nosotros para recibir en su plenitud las bendiciones que se nos ofrecen mediante la Expiación?

  • Isaías 52:3. ¿Qué significa “sin dinero seréis rescatados”? (Véase 2 Nefi 26:27–28; Isaías 55:1–3.)

  • Isaías 53:2–4. ¿Qué nos dicen estos versículos sobre la vida del Salvador? ¿Por qué entiende Él nuestros pesares y nuestro dolor? (Véase Alma 7:11–13; Hebreos 2:16–18; 4:15.) ¿De qué manera han percibido ustedes que Él comprende sus pesares y dolores?

  • Isaías 53:5. ¿Por qué estuvo el Salvador dispuesto a soportar el sufrimiento de que lo hirieran, lo golpearan y lo azotaran? (Véase 1 Nefi 19:9.)

  • Isaías 53:6–7. ¿Qué cualidades de carácter demostró el Salvador cuando lo humillaron, lo afligieron y tuvo que llevar nuestras iniquidades? ¿Cómo nos apartamos a veces por nuestro camino [vers. 6] antes que someternos a la voluntad del Padre Celestial? ¿De qué modo nos ayuda el ejemplo del Salvador a someternos a la voluntad del Padre?

  • Isaías 53:10. ¿Qué quiso decir Isaías al explicar que el Señor “quiso quebrantarlo”, refiriéndose al Salvador? ¿Qué nos enseña este versículo sobre el amor que nos tiene nuestro Padre Celestial? (Véase también Juan 3:16–17.)

  • Isaías 53:8–11. Explique a la clase que el profeta Abinadí, del Libro de Mormón, hizo un magnífico comentario sobre esos versículos cuando les habló a los sacerdotes inicuos del rey Noé (Mosíah 15:10–13). De acuerdo con lo que dice Abinadí, ¿quiénes forman la posteridad del Salvador? (Véase también Mosíah 5:7–8.)

  • Isaías 53:12. Explíqueles que, en la antigüedad, al fin de una batalla, el jefe del ejército victorioso repartía los “despojos” de la guerra (los frutos del enemigo) entre sus seguidores. ¿Cuáles son los frutos de la victoria sobre el pecado y la muerte que Cristo está dispuesto a repartir con nosotros? (Véase Romanos 8:16–17; 2 Timoteo 4:7–8.)

3. Isaías describe algunas de las responsabilidades que tenemos.

• Según lo que está escrito en los capítulos 51 y 52 de Isaías, ¿qué responsabilidades tenemos los que hemos aceptado la expiación del Salvador?

  1. Isaías 51:1, 4, 7. Escuchar al Señor y obedecerle; no temer a los ultrajes del hombre.

  2. Isaías 51:12–13. Recordar al Señor, que es nuestro Hacedor; no temer a Satanás.

  3. Isaías 52:1–2. Despertar y vestirse con la autoridad del sacerdocio (véase D. y C. 113:7–8). Ponerse las ropas hermosas de la rectitud (véase Apocalipsis 19:7–8). “Suelta las ataduras de tu cuello” (véase D. y C. 113:9–10).

  4. Isaías 52:11. Apartarse de la iniquidad del mundo; no tocar lo que es inmundo; purificarse.

• ¿De qué manera cumpliremos mejor cada una de esas responsabilidades?

Conclusión

Repase con los miembros de la clase Mosíah 15:18, en donde el profeta Abinadí describe al Salvador como un mensajero cuyos pies son hermosos sobre las montañas. Explíqueles que una de las razones por las que son hermosos es porque llevan las marcas de los clavos, las señales de Su amor expiatorio. Testifique que las enseñanzas de Isaías han fortalecido el amor que siente por el Salvador y el deseo que tiene de ser digno de las bendiciones de Su sacrificio expiatorio. Pida a los miembros de la clase que digan cómo ha fortalecido también el testimonio que ellos tienen.

Otros conceptos didácticos

El siguiente material complementa las sugerencias para el desarrollo de la lección. Si lo desea, utilice uno o más de estos conceptos como parte de la lección.

1. Andar en la luz

Repasen Isaías 50:10–11 y haga hincapié en las opciones que Isaías nos presenta en estos versículos: Si optamos por temer al Señor [amarlo], obedecer la voz de Sus siervos y confiar en Él, tendremos Su luz para guiarnos y no andaremos en tinieblas (Juan 8:12; 12:46); si optamos por andar con nuestra propia luz, que se compara con la de las teas (antorchas), el Señor nos advierte: “…en dolor seréis sepultados”.

2. La obra misional

Si tiene disponible el video La noche de hogar–Suplemento en video (53736 002), quizás quiera mostrar a la clase el segmento titulado “La obra misional: Nuestro deber más importante”, que dura cinco minutos.