Escuela Dominical: Doctrina del Evangelio
‘Yo sé que mi Redentor vive’


Lección 32

“Yo sé que mi Redentor vive”

Job 1–2; 13; 19; 27; 42

Objetivo

Que los miembros de la clase desarrollen fortaleza para enfrentar la adversidad y que, para lograrlo, depositen su confianza en el Señor, fortalezcan su testimonio de Él y mantengan su integridad personal.

Preparación

  1. Estudie los siguientes pasajes de las Escrituras y ore al respecto:

    1. Job 1–2. Job, un hombre justo y fiel, pasa por pruebas muy difíciles. Se mantiene fiel al Señor a pesar de perder lo que posee, sus hijos y su salud.

    2. Job 13:13–16; 19:23–27. Job encuentra fortaleza al poner su confianza en el Señor y en el testimonio que posee del Salvador.

    3. Job 27:2–6. Job encuentra fortaleza en su dignidad e integridad personales.

    4. Job 42:10–17. Después que Job se mantiene fiel durante sus tribulaciones, el Señor le bendice.

  2. Lectura complementaria: Otros capítulos del libro de Job y Doctrina y Convenios 121:1–10.

Sugerencias para el desarrollo de la lección

Actividad para despertar la atención

Si lo desea, utilice una de las actividades siguientes (o una de su preferencia) para comenzar la lección.

Relate la siguiente analogía a los miembros de la clase (o solicite a uno de ellos que se prepare para relatarla):

El élder Joseph B. Wirthlin habló una vez sobre los campesinos del caluroso desierto del noreste de México quienes “siembran una variedad de maíz y frijol (judía) que es excepcionalmente firme y resistente a las sequías. Estas variedades florecen y se reproducen en un clima difícil donde otras plantas se marchitarían y morirían. Una de estas plantas es el frijol blanco, cuya semilla llega a brotar y a crecer aun cuando reciba muy poca agua de las lluvias; las raíces llegan hasta casi dos metros de profundidad en la tierra rocosa y arenosa en busca de la humedad que necesitan. Pueden florecer y dar fruto en las temperaturas desérticas de 42 grados centígrados con sólo una lluvia al año. Sus hojas permanecen increíblemente verdes, con muy poca irrigación, aun bajo el calor del verano”.

• ¿Qué aprendemos de esta analogía que podría ayudarnos a soportar la adversidad?

El élder Wirthlin sugirió: “Quizás los miembros de la Iglesia podríamos emular el ejemplo de estas plantas firmes y resistentes; debemos enviar nuestras raíces a lo más profundo del Evangelio. Debemos crecer, florecer y dar buen fruto, y en abundancia, a pesar de la iniquidad, de las tentaciones o de las críticas que encontremos en nuestro camino. Deberíamos aprender a prosperar bajo el calor de la adversidad” (véase “Semillas renovadoras”, Liahona, julio de 1989, pág. 8).

Explique que esta lección trata el tema de Job, un hombre cuya fe y rectitud le ayudaron a soportar una gran adversidad.

Análisis de las Escrituras y conceptos para poner en práctica

Al enseñar los siguientes pasajes de las Escrituras, analice la forma en que se podrían poner en práctica en el diario vivir. Aliente a los miembros de la clase a relatar experiencias que se relacionen con los principios de las Escrituras.

1. Job recibe pruebas muy severas.

Enseñe Job 1–2 y analícelo con la clase.

• ¿Qué clase de persona era Job? Si lo desea, anote en la pizarra algunas de las siguientes características. Muchas de las referencias correspondientes a esas características no se encuentran en la asignación de lectura, por tanto, es posible que tenga que pedir a diferentes miembros de la clase que las busquen y digan qué características se describen en cada uno de esos pasajes.

  1. Era un hombre bueno, temeroso de Dios y apartado del mal (Job 1:1).

  2. Era un hombre muy rico, pero la riqueza no lo había envanecido (Job 1:3, 21).

  3. Era una persona íntegra (Job 2:3).

  4. Fortalecía al débil (Job 4:3–4).

  5. Andaba por los caminos del Señor y respetaba Sus palabras (Job 23:10–12).

  6. Era compasivo con la viuda, con el pobre, con el ciego y con el cojo (Job 29:12–16).

  7. Se apiadaba de sus enemigos y los perdonaba (Job 31:29–30).

• ¿Por qué pruebas pasó Job? Si lo desea, anote en la pizarra algunas de ellas. Muchas de las referencias correspondientes a esas características no se encuentran en la asignación de lectura, por tanto, es posible que tenga que pedir a diferentes miembros de la clase que las busquen y digan qué pruebas se describen en cada uno de esos pasajes.

  1. Perdió a sus criados, sus posesiones y sus ingresos (Job 1:13–17).

  2. Perdió a sus hijos (Job 1:18–19).

  3. Sufrió enfermedades y dolores físicos (Job 2:7; 7:5; 16:16).

  4. Su sueño estaba plagado de pesadillas (Job 7:4, 13–14).

  5. Padeció crueles acusaciones y perdió el apoyo de sus amigos y de su familia (Job 2:9; 4:1, 7–8; 11:1–6; 19:13–22).

  6. Se sentía confundido porque no sabía la razón por la cual debía pasar por esas pruebas (Job 10:15).

  7. Sufrió la burla de quienes se gozaban de su caída (Job 16:10–11; 30:1, 8–10).

  8. Sentía que Dios lo había abandonado o no lo escuchaba (Job 19:6–8; 23:3–4).

• ¿En qué forma se pueden comparar las pruebas por las que pasó Job con las que enfrenta la gente de nuestra época? (Las pruebas son semejantes: la pérdida de las posesiones, la pérdida de los hijos, la pérdida de la salud y la pérdida del amor y el compañerismo de los amigos y de la familia.)

• ¿Cuál dijo Satanás que era la causa de la rectitud que poseía Job? (Véase 1:9–10.) ¿Cómo predijo Satanás que reaccionaría Job cuando le fueran quitadas su riqueza y demás bendiciones? (Véase Job 1:11; 2:4–5.) ¿Cómo reaccionó Job cuando eso sucedió? (Véase 1:20–22; 2:10.) ¿Qué aprendemos de esa forma de reaccionar?

• A pesar de la adversidad, “no pecó Job, ni atribuyó a Dios despropósito alguno” (Job 1:22). ¿En qué forma culpan las personas a Dios cuando sufren dolor, desdichas o tragedias? (Culpan a Dios o ponen en duda Su sabiduría o Su providencia, al pensar que Él no las comprende o no las ama. Algunas hasta llegan a dudar de Su existencia.)

2. Job encuentra fortaleza en el Señor.

Enseñe Job 13:13–16; 19:23–27 y analice esos versículos con la clase.

• La confianza que Job tenía en el Señor fue para él una gran fuente de fortaleza espiritual (Job 13:13–16). ¿Qué significa confiar en el Señor? ¿Qué podemos hacer para desarrollar confianza en el Señor con el fin de que nos sostenga a través de las pruebas? (Véase Romanos 8:28; 2 Nefi 2:2, 11, 24; D. y C. 58:2–4; 122:5–9.) Testifique que, debido al amor que el Señor tiene por nosotros, Él nos ha asegurado que si somos fieles, todo lo que nos suceda será para nuestro propio bien y para ayudarnos a progresar.

• En el capítulo 19, Job describió las pruebas que había tenido y después testificó del Salvador. ¿En qué forma le ayudó a soportar sus tribulaciones el testimonio que él poseía del Salvador? (Véase Job 19:25–27.) En los momentos de adversidad, ¿de qué manera nos da fortaleza el testimonio del Salvador?

Si lo desea, pida a los miembros de la clase que canten “Yo sé que vive mi Señor” (Himnos, N° 136) o si lo prefiere, ponga una cinta grabada de ese himno.

3. Job encuentra fortaleza en su rectitud e integridad personales.

Enseñe Job 27:2–6 y analícelo con la clase.

• La integridad de Job fue otra fuente de fortaleza espiritual durante sus aflicciones (Job 27:2–6). ¿Qué es la integridad? Durante las tribulaciones que Job padeció, ¿cómo lo fortaleció su integridad personal? ¿En qué forma nos ayuda nuestra propia integridad durante las épocas de prueba? (Al mantener nuestra integridad, obtenemos fortaleza al saber que al Señor le satisface el curso que le hemos dado a nuestra vida.)

El élder Joseph B. Wirthlin define la integridad como el “hacer siempre lo bueno y correcto, sean cuales sean las consecuencias inmediatas; es ser justo desde lo más profundo del alma, no sólo en las acciones sino, y más importante aún, en los pensamientos y el corazón. La integridad implica ser tan dignos de crédito, tan incorruptibles que seamos incapaces de traicionar una confianza o un convenio” (“La integridad”, Liahona, julio de 1990, pág. 38).

4. Una vez que Job hubo soportado fielmente sus pruebas, el Señor lo bendice.

Enseñe Job 42:10–17 y analice esos versículos con la clase. • Después que Job hubo soportado fielmente sus pruebas, ¿cómo lo bendijo el Señor? (Véase Job 42:10–15; Santiago 5:11.) ¿Cómo nos bendice el Señor cuando sobrellevamos fielmente nuestras pruebas? (Véase Job 23:10; 3 Nefi 15:9.) Aliente a los miembros de la clase a relatar experiencias personales. Si lo considera adecuado, haga notar que aun cuando el Señor bendijo a Job al aumentar “al doble todas las cosas que habían sido de” él, las bendiciones espirituales que recibimos del Señor, al perseverar con fidelidad, son aún más grandes que las bendiciones temporales.)

El élder Orson F. Whitney dijo: “Las penas que sufrimos y las pruebas que pasamos jamás vienen en vano, sino más bien contribuyen a nuestra educación, al desarrollo de virtudes como la paciencia, la fe, el valor y la humildad. Todo lo que sufrimos y todo lo que soportamos, especialmente cuando lo hacemos con paciencia, edifica nuestros caracteres, purifica nuestros corazones, expande nuestras almas y nos hace más sensibles y caritativos, más dignos de ser llamados hijos de Dios… No es sino a través del dolor y el sufrimiento, de las dificultades y las tribulaciones, que adquirimos la educación por la cual hemos venido a la tierra, mediante la cual seremos más semejantes a nuestro Padre y a nuestra Madre que están en los cielos” (citado por Spencer W. Kimball, en La fe precede al milagro, Deseret Book Company, 1983, págs. 97–98).

El profeta José Smith dijo: “Soy como una enorme piedra áspera que viene rodando desde lo alto de la montaña; y la única manera en que puedo pulirme es cuando una de las orillas de la piedra se alisa al frotarse con otra cosa… allana esta aspereza acá y esta otra más allá. Y así llegaré a ser dardo pulido y terso en la aljaba del Todopoderoso” (Enseñanzas del Profeta José Smith, pág. 370).

Conclusión

Haga un resumen del análisis que se llevó a cabo del libro de Job, haciendo hincapié en que es posible recibir fortaleza para soportar nuestras pruebas si confiamos en el Señor, fortalecemos el testimonio que tenemos de Él y guardamos nuestra integridad para estar así seguros de que nuestra forma de vida es de Su agrado. Si lo desea, relate a los miembros de la clase acerca de alguna ocasión en la que usted haya recibido fortaleza durante momentos de tribulación. Sugiérales que piensen cómo pueden aplicar los principios que se han analizado en esta lección para sobrellevar la adversidad.

Otros conceptos didácticos

El siguiente material complementa las sugerencias para el desarrollo de la lección. Si lo desea, utilice uno o más de estos conceptos como parte de la lección.

1. Los amigos de Job

• ¿Cómo explicaron el sufrimiento de Job, dos de sus amigos, Elifaz y Bildad? (Véase Job 4:7–8; 8:6. Ellos pensaban que el sufrimiento de Job era un castigo de Dios por los pecados que Job había cometido.) ¿Qué peligros encierra el creer que todo sufrimiento proviene como castigo de Dios por nuestros pecados?

• ¿Qué nos enseña el error que cometieron los amigos de Job en lo que se refiere a ayudar a las personas que sufren tribulaciones?

2. Las preguntas que deben hacerse durante la adversidad

El élder Richard G. Scott dijo: “Cuando enfrentas la adversidad, quizás tengas la propensión a hacer muchas preguntas, algunas buenas, otras no. El preguntar ‘¿Por qué tiene que pasarme esto?, ¿Por qué tengo que sufrir?, ¿Qué hice para merecerlo?’, te llevará a callejones sin salida. No es bueno hacer preguntas que impliquen oposición a la voluntad de Dios. Es mejor preguntarse: ‘¿Qué debo hacer? ¿Qué aprenderé con esto? ¿Qué puedo cambiar? ¿A quién debo ayudar?

¿Estoy dispuesto a recordar mis muchas bendiciones en medio de la prueba?’ ” (“La confianza en el Señor”, Liahona, enero de 1996, pág. 18).

3. El mantener la perspectiva durante la adversidad

El presidente Spencer W. Kimball dijo:

“Si consideráramos la mortalidad como el todo de la existencia, entonces las penas, aflicciones, fracasos y la muerte prematura serían una calamidad. Mas, si al contrario, vemos la vida como algo eterno que se extiende más allá del pasado premortal y se prolonga hasta el futuro eterno postmortal, entonces debemos colocar cada suceso que acontece en su propia perspectiva.

“…¿No se nos expone a las tentaciones para probar nuestra fortaleza, a la enfermedad para probar nuestra paciencia, y a la muerte para que podamos ser un día inmortalizados y glorificados?

“Si todos los enfermos por quienes oramos fueran sanados, y todos los justos protegidos, y si todos los pecadores fueran destruidos, se anularía así todo el programa de nuestro Padre y se daría fin al principio más básico del evangelio, el libre albedrío, y nadie tendría que vivir por la fe” (La fe precede al milagro, Deseret Book Company, 1983, pág. 96).

4. La prosperidad de los inicuos no es duradera

• En ocasiones parecería que los inicuos prosperan mientras que los justos sufren. ¿Qué nos enseña el libro de Job acerca de la supuesta prosperidad de los inicuos? (Véase Job 21; 24.)