Lección 3 — Material para el maestro

Confiar en Jesucristo, nuestro Salvador y líder preterrenal

En la vida preterrenal, el Padre Celestial nos enseñó acerca de Su plan de salvación. Allí tuvimos la oportunidad de levantarnos para apoyar Su plan y sostener a Jesucristo como nuestro Salvador. En esta lección, los alumnos reconocerán los motivos por los que confiamos en Jesucristo como nuestro Salvador y líder en la vida preterrenal. Los alumnos también considerarán cómo pueden permanecer con Él en Su batalla continua contra Satanás y sus fuerzas en esta vida.

Sugerencias para la enseñanza

Cómo mejorar la enseñanza y el aprendizaje

Dé seguimiento al aprendizaje de los alumnos. La fe de los alumnos se puede fortalecer cuando se les da la oportunidad de compartir cómo han sido bendecidos al actuar de acuerdo con las invitaciones que se extendieron durante una clase anterior. Según lo guíe el Espíritu Santo, busque oportunidades de hacer un seguimiento de cómo los alumnos están poniendo en práctica lo que están aprendiendo.

Jesucristo fue escogido para ser nuestro Salvador y Redentor desde el principio

Como clase, dediquen unos minutos a reconocer las verdades que se han revelado acerca de nuestra vida preterrenal. (Si fuera necesario, pida a los alumnos que seleccionen la sección 1 o la sección 2 del material de preparación y que la repasen brevemente. Los alumnos podrían reconocer una o más de las verdades siguientes: En el Gran Concilio, el Padre Celestial presentó Su plan de salvación para que pudiéramos regresar a Su presencia y llegar a ser como Él. La disposición de Jesucristo a ser nuestro Salvador fue esencial para el éxito del plan del Padre. En la vida preterrenal, Jesucristo fue el mayor y el más inteligente de todos los hijos del Padre Celestial).

A medida que se desarrolle el análisis en clase, considere cuáles de las preguntas siguientes podría plantear que resulten más relevantes para sus alumnos. (Nota: Para fomentar las experiencias de conversión, podría ser mejor hacer menos preguntas y tener análisis más profundos sobre ciertos temas, en vez de tratar de hacer todas las preguntas sugeridas).

• ¿En qué maneras el conocimiento del Plan de Salvación puede bendecir a alguien que cree que su vida no tiene sentido ni propósito? (Podrían repasar la declaración del élder Robert D. Hales que se encuentra en la sección 1 del material de preparación). ¿En qué maneras el conocimiento del Plan de Salvación los ha ayudado en momentos difíciles?

• ¿Por qué es necesario un Salvador en el plan del Padre Celestial? (véase la sección 1 del material de preparación).

• Teniendo en cuenta el costo personal que Jesucristo pagó para expiar nuestros pecados, ¿qué piensan o sienten en cuanto a Su disposición a convertirse en nuestro Salvador? (véase Moisés 4:2).

• ¿Qué aprendió Abraham acerca del estado singular de Jesucristo en la vida preterrenal? (Podría ser útil apoyarse en las verdades que se enseñaron en la sección 2 del material de preparación). ¿De qué manera el conocer la grandeza preterrenal de Jesucristo puede ayudarlos a confiar en Él con los desafíos que afrontan?

Para concluir esta parte de la lección, podría pedir a los alumnos que se imaginen cómo fue estar presentes en el Gran Concilio cuando el Padre Celestial presentó el Plan de Salvación y Jesucristo fue escogido para ser nuestro Salvador. Invite a uno o dos alumnos a compartir lo que piensan y sienten.

Con la ayuda de Jesucristo, podemos ganar la batalla contra Satanás y sus seguidores

Muestre la imagen adjunta de la guerra en los cielos. Invite a los alumnos a compartir los aspectos en los que esta imagen puede diferir de lo que sabemos, gracias a la revelación moderna, acerca de la guerra en los cielos. (Inste a los alumnos a apoyarse en Moisés 4:1–4, Apocalipsis 12:7–11 y en la declaración del presidente Gordon B. Hinckley que se encuentra en la sección 3 del material de preparación).

St. Michael, the Archangel [San Miguel, el arcángel], por Gustave Doré

A medida que los alumnos compartan sus puntos de vista, considere hacerles las preguntas siguientes:

• ¿Por qué se rebeló Satanás? ¿Cuáles fueron sus tácticas durante la guerra en los cielos? (véanse Moisés 4:1, 3–4; Apocalipsis 12:7–9). ¿De qué manera emplea Satanás esas tácticas en nuestros días?

• De acuerdo con Apocalipsis 12:11, ¿cómo vencimos en la batalla contra Satanás y sus seguidores en la vida preterrenal? (Podría añadir a su análisis el repaso de la declaración del hermano Ahmad S. Corbitt que se encuentra en el material de preparación. Ayude a los alumnos a reconocer la siguiente verdad y escríbala en la pizarra: Al igual que hicimos en la vida preterrenal, podemos vencer el poder de Satanás mediante la fe en la expiación del Salvador y nuestro testimonio de Él).

• ¿En qué maneras los ha ayudado su testimonio de Jesucristo y Su expiación en la batalla en contra de Satanás y sus tentaciones? ¿Qué pueden hacer para aumentar su confianza en la capacidad del Salvador para ayudarlos a vencer el poder de Satanás?

Para concluir la clase, tal vez quiera mostrar y leer en voz alta la siguiente declaración del élder Jörg Klebingat, de los Setenta:

Élder Jörg Klebingat

[Durante la guerra en los cielos,] [a]quellos de nosotros que estábamos armados con fe en la futura expiación de Jesucristo, aquellos a quienes nos fortalecía el testimonio de Su función divina, aquellos que poseíamos conocimiento espiritual y el valor para utilizarlo en defensa de Su sagrado nombre luchamos en el frente de batalla de esa guerra de palabras. Juan enseñó que esos espíritus valientes, así como otros, han vencido a Lucifer “por medio de la sangre del Cordero y de la palabra de su testimonio” (Apocalipsis 12:11, cursiva agregada).

Sí, la guerra preterrenal la ganó la promesa de un Salvador, y de un Getsemaní y un Calvario teñidos de sangre. No obstante, nuestro valor y testimonio preterrenales, nuestra disposición a explicar, a razonar con otros espíritus y persuadirlos, también ayudaron a detener que la marejada de falsedades se propagara sin oposición.

Al haber cumplido con éxito nuestro período de servicio en Su defensa, llegamos a ser testigos de Su santo nombre. Efectivamente, habiéndonos probado en el campo de batalla y al así estar seguro de nuestro corazón y nuestro valor, el Señor luego dijo de nosotros, los miembros de la casa de Israel: “Vosotros sois mis testigos” (Isaías 43:10). Pensemos: ¿Aún es verdad tal declaración sobre nosotros en la actualidad? (Jörg Klebingat, “Cómo defender la fe”, Liahona, septiembre de 2017, págs. 29–30).

Invite a los alumnos a reflexionar sobre la declaración del élder Klebingat y a determinar lo que pueden hacer para apoyar a Jesucristo en nuestros días. Podría invitarlos a anotar sus ideas e impresiones.

Para la próxima clase

Durante la semana, tal vez desee enviar la siguiente invitación a los alumnos: A medida que leas el material de preparación para la lección 4 y medites sobre los milagros de la Creación, considera enviarme o llevar a clase una imagen de las creaciones de Dios que te parezca particularmente inspiradora.