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4 – 10 febrero. Mateo 4; Lucas 4–5: ‘El Espíritu del Señor está sobre mí’


“4 – 10 febrero. Mateo 4; Lucas 4–5: ‘El Espíritu del Señor está sobre mí’” Ven. Sígueme — Para uso individual y familiar Nuevo Testamento 2019 (2019)

“4 – 10 febrero. Mateo 4; Lucas 4–5”, Ven, sígueme — Para uso individual y familiar 2019

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Cristo triunfa sobre Satanás

Cristo triunfa sobre Satanás, por Robert T. Barrett.

4 – 10 febrero

Mateo 4; Lucas 4–5

“El Espíritu del Señor está sobre mí”

Comience leyendo Mateo 4 y Lucas 4–5, y preste atención a las impresiones que reciba. Las ideas de estudio de esta reseña le ayudarán a reconocer algunos de los principios más importantes de estos capítulos.

Anote sus impresiones

Parece que Jesús sabía desde Su infancia que Él tenía una misión sagrada y única. Aunque cuando Jesús se preparaba para comenzar Su ministerio terrenal, el adversario procuró sembrar la duda en la mente del Salvador. “Si eres el Hijo de Dios”, le dijo Satanás (Lucas 4:3, cursivas agregadas), pero el Salvador había tenido comunión con Su Padre Celestial. Él conocía las Escrituras y sabía quién era Él. Para Él, la oferta de Satanás —“A ti te daré toda esta potestad” (Lucas 4:6)— era algo vacío, porque la preparación del Salvador durante toda Su vida le permitía recibir “el poder del Espíritu” (Lucas 4:14). Así, a pesar de la tentación, las pruebas y el rechazo, Jesucristo nunca dudó de Su obra señalada: “Es necesario que anuncie el evangelio del reino de Dios… porque para esto he sido enviado” (Lucas 4:43).

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Ideas para el estudio personal de las Escrituras

Mateo 4:1–2

Tener comunión con Dios me prepara para servirle.

En preparación para Su misión, Jesucristo fue al desierto “para estar con Dios” (Traducción de José Smith, Mateo 4:1 [en Mateo 4:1, nota a al pie de página]). Piense en lo que hace para sentirse cerca de Dios. ¿Cómo le prepara eso para la obra que Él desea que haga?

Mateo 4:1–11; Lucas 4:1–13

Jesucristo me da el ejemplo al resistir la tentación.

En ocasiones, las personas se sienten culpables cuando son tentados a pecar; pero aun el mismo Salvador, quien vivió “sin pecado” (Hebreos 4:15), fue tentado. Es reconfortante saber que debido a que Cristo también enfrentó y superó las tentaciones, Él conoce las tentaciones que afrontamos y nos puede ayudar a superarlas (véase Hebreos 2:18; Alma 7:11–12).

Al leer Mateo 4:1–11 y Lucas 4:1–13, ¿qué cosas aprende que le pueden ayudar cuando afronte tentaciones? Podría organizar sus ideas en una tabla como la siguiente:

Jesucristo

Yo

Jesucristo

¿Satanás qué tentó hacer a Cristo?

Emplear Su poder para satisfacer Su hambre.

Yo

¿Qué me tienta a hacer Satanás?

Jesucristo

¿Por qué estaba Cristo preparado para resistir la tentación?

Él ayunó; Él se apartó para estar con Dios; Él conocía las Escrituras.

Yo

¿Cómo me puedo preparar para resistir la tentación?

Jesucristo

Yo

¿Qué más aprende de la Traducción de José Smith de Mateo 4? (vea todas las notas al pie de página en Mateo 4).

Véanse también 1 Corintios 10:13; Alma 13:28; Moisés 1:10–22; “Tentación”, en Temas del Evangelio, topics.lds.org.

Lucas 4:16–32

Jesucristo es el Mesías que había sido profetizado.

Si le pidieran que describiera lo que Cristo fue enviado a hacer en la tierra, ¿qué diría? En Lucas 4:18–19, el Salvador describió aspectos de Su misión personal citando profecías de Isaías acerca del Mesías (véase Isaías 61:1–2). ¿Qué aprende acerca de Su misión al leer estos versículos?

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Jesús enseña en una sinagoga

Jesucristo testifica que Él es el Mesías.

Aunque los judíos habían esperado varios siglos que se cumpliera la profecía de Isaías, muchos no aceptaron que Jesús fuese el Mesías, cuando Él declaró: “Hoy se ha cumplido esta Escritura en vuestros oídos” (Lucas 4:21). Mientras lee Lucas 4:20–30 (véase también Marcos 6:1–6), intente ponerse en el lugar de las personas de Nazaret. ¿Existe algo que le impida aceptar plenamente a Cristo como su Salvador personal?

Véanse también Mosíah 3:5–12; “Jesús declara que Él es el Mesías” (video, LDS.org).

Mateo 4:18–22; Lucas 5:1–11

A medida que confíe en el Señor, Él podrá ayudarme a alcanzar mi potencial divino.

El presidente Ezra Taft Benson enseñó: “Los hombres y las mujeres que entreguen su vida a Dios descubrirán que Él puede hacer mucho más con sus vidas de que lo que ellos mismos pueden hacer” (Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: Ezra Taft Benson, 2014, pág. 47). Eso es lo que le sucedió a Pedro y a sus compañeros pescadores. Jesús les ayudó a darse cuenta de que podrían hacer más que pescar peces, podían llegar a ser “pescadores de hombres” (Mateo 4:19; véase también Lucas 5:10). Para ayudarles a ver esto, Jesús se valió de experiencias que les eran familiares.

¿Cuándo ha sentido el llamado del Salvador a seguirlo? ¿De qué modo puede demostrarle al Señor que está dispuesto(a) a “[dejarlo] todo” (Lucas 5:11) para seguirle? Medite en estas preguntas mientras lee Mateo 4:18–22 y Lucas 5:1–11.

Véase también “Venid a mí”, Himnos, nro. 61.

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Ideas para el estudio familiar de las Escrituras y la Noche de Hogar

Al leer las Escrituras con su familia, el Espíritu le ayudará a saber qué principios debe enfatizar y analizar a fin de cubrir las necesidades de su familia. A continuación, presentamos algunas sugerencias:

Mateo 4:1–2; Lucas 4:1–2

Jesús había estado ayunando antes de que el adversario lo tentara. ¿Qué conclusiones podemos extraer de este relato acerca del poder del ayuno? La información que se halla en “Ayuno y ofrendas de ayuno”, en Temas del Evangelio, topics.lds.org puede resultarle útil para hacer un análisis en familia sobre el ayuno. Podría pedir a los integrantes de su familia que compartan experiencias que hayan tenido con el ayuno. Su familia podría hacer planes, con espíritu de oración, para ayunar juntos en cuanto a un propósito específico.

Mateo 4:3–4; Lucas 4:3–4

Cuando Satanás tentó a Cristo a convertir una piedra en pan, él desafió la identidad divina de Cristo al decirle: “Si eres el Hijo de Dios” (Mateo 4:3, cursivas agregadas). ¿Por qué intenta Satanás hacernos dudar de nuestra identidad divina? ¿Cómo intenta hacer esto? (véase también Moisés 1:10–23).

Traducción de José Smith, Mateo 4:11

Luego de ser probado física y espiritualmente, Jesús centró Sus pensamientos en las necesidades de Juan el Bautista, quien estaba en la prisión: “Ahora, pues, supo Jesús que Juan estaba preso, y envió ángeles, y, he aquí, vinieron y le ministraban a él [Juan]” (Traducción de José Smith, Mateo 4:11 [en Mateo 4:11, nota a al pie de página). ¿De qué manera somos bendecidos cuando seguimos el ejemplo de Cristo de pensar en los demás antes que en nosotros mismos? ¿Cómo podemos seguir Su ejemplo?

Lucas 4:16–21

¿Sabemos de alguien que se sienta quebrantado de corazón o que deba ser “puesto en libertad”? (Lucas 4:18). ¿De qué forma podemos ayudar a otras personas a recibir la sanidad y liberación del Salvador? También podrían analizar cómo el efectuar las ordenanzas del templo ayuda a que se conceda “libertad a los cautivos” (Lucas 4:18).

Para consultar más ideas para enseñar a los niños, vea la reseña de esta semana de Ven, sígueme—Para la Primaria.

Cómo mejorar nuestra enseñanza

Vivir el evangelio de Jesucristo. “Quizá lo más importante que podemos hacer [como padres o maestros] es… vivir el Evangelio con todo nuestro corazón… Esta es la principal manera de ser dignos de la compañía del Espíritu Santo; no hay que ser perfecto, solo seguir intentándolo con diligencia, además de procurar el perdón mediante la expiación del Salvador cuando tropezamos”, (Enseñar a la manera del Salvador, pág. 13).

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Jesús llama a los Apóstoles a ser pescadores de hombres

El llamamiento, por Jorge Cocco.