Ven, sígueme 2024
24 – 30 junio: “Entrar en el reposo del Señor”. Alma 13–16


“24 – 30 junio: ‘Entrar en el reposo del Señor’. Alma 13–16”, Ven, sígueme — Para el hogar y la Iglesia: Libro de Mormón 2024 (2023)

“24 – 30 junio. Alma 13–16”, Ven, sígueme — Para el hogar y la Iglesia: 2024 (2023)

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Alma y Amulek saliendo de la prisión

Ilustración de Alma y Amulek al ser liberados de la prisión, por Andrew Bosley

24 – 30 junio: “Entrar en el reposo del Señor”

Alma 13–16

En muchos sentidos, la vida en Ammoníah había sido buena para Amulek y Zeezrom. Amulek era un “hombre de no poca reputación”, con “muchos parientes y amigos” y “muchas riquezas” (Alma 10:4). Zeezrom era un abogado diestro que “tramitaba muchos asuntos” (Alma 10:31). Entonces Alma llegó con la invitación a arrepentirse y “entrar en el reposo del Señor” (Alma 13:16). El que Amulek, Zeezrom y otros aceptaran esa invitación les requirió hacer sacrificios e incluso los llevó a afrontar adversidades casi insoportables.

Pero, claro está, la historia no termina allí. En Alma 13–16, vemos lo que les ocurre finalmente a las personas que creen “en el poder de Cristo para salvar” (Alma 15:6). A veces son libradas; otras veces son sanadas; y a veces las cosas no se tornan más fáciles en la vida. Sin embargo, siempre “el Señor […] recibe [a Su pueblo] para sí mismo en gloria” (Alma 14:11); siempre, el Señor concede “poder, según [nuestra] fe […] en Cristo” (Alma 14:28); y siempre, esa fe nos da “esperanza de que recibir[emos] la vida eterna” (Alma 13:29). Al leer estos capítulos, puedes hallar consuelo en esas promesas, y quizás llegar a comprender mejor lo que Alma quiso decir cuando habló de “entrar en el reposo del Señor” (Alma 13:16).

Ideas para aprender en el hogar y en la Iglesia

Alma 13:1–19

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ícono de Seminario
Las ordenanzas del sacerdocio me guían a Jesucristo para obtener la redención

Las palabras de Alma en Alma 13 revelan poderosas verdades sobre el sacerdocio de Dios y su propósito: el de prepararnos para “entrar en el reposo del Señor”, es decir, la vida eterna (Alma 13:16). Quizás podrías escribir al menos una de esas verdades por cada versículo de Alma 13:1–19. A continuación hay algunas ideas para ayudarte a comenzar:

Versículo 1Al sacerdocio también se le denomina “el Orden del Hijo de Dios” (véase también Doctrina y Convenios 107:1–4).

Versículo 2Dios ordena sacerdotes a fin de ayudar a las personas a acudir a Su Hijo para la redención.

¿Qué más encuentras? ¿Qué sientes en cuanto al sacerdocio al meditar en estas verdades?

¿Alguna vez has pensado que las ordenanzas del sacerdocio son un don de Dios para ayudarte a “esperar anhelosamente a su Hijo para recibir la redención”? (Versículo 2; véase también el versículo 16). Tal vez podrías hacer una lista de las ordenanzas que hayas recibido, tales como el bautismo, la confirmación, la Santa Cena, el ser apartado para un llamamiento, alguna bendición de consuelo o de salud, la bendición patriarcal, y las ordenanzas del templo. Medita en las experiencias que has tenido con ordenanzas como esas; considera el simbolismo que tienen y el Espíritu que sentiste. ¿De qué manera cada una de estas ordenanzas te guía a Jesucristo para obtener la redención?

Algunas personas creen erróneamente que las ordenanzas —y la autoridad del sacerdocio para efectuarlas— no son necesarias. ¿Cómo responderías a esa idea? Los siguientes son dos mensajes de la conferencia general que pueden ampliar tu entendimiento; escoge uno y escribe las respuestas que te acudan a la mente: Russell M. Nelson, “Tesoros espirituales”, Liahona, noviembre de 2019, págs. 76–79; Dale G. Renlund, “El sacerdocio y el poder redentor del Salvador”, Liahona, noviembre de 2017, págs. 64–67.

Véanse también Doctrina y Convenios 84:19–22; Temas del Evangelio, “Convenio”, Biblioteca del Evangelio.

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Hombres jóvenes en la mesa sacramental

Las ordenanzas del sacerdocio nos ayudan a acudir a Jesucristo para la redención

Alma 13

El Señor me invita a entrar en Su reposo

La invitación a “entrar en el reposo del Señor” (Alma 13:16) se repite con frecuencia en Alma 13. Tal vez podrías prestar atención a cada versículo en el que aparezca la palabra “reposo” y meditar en lo que cada uno de ellos te enseñe sobre lo que “el reposo del Señor” podría significar. ¿En qué se diferencia del reposo físico? ¿Cómo lo hallamos?

Véanse también Russell M. Nelson, “Vencer al mundo y hallar descanso”, Liahona, noviembre de 2022, págs. 95–98; “Venid a Cristo”, Himnos, nro. 60.

Alma 14

En los momentos de sufrimiento, debemos confiar en el Señor

Tal vez te preguntes, como muchos otros, por qué les suceden cosas terribles a personas que tratan de vivir en rectitud. Quizás no halles todas las respuestas a esta difícil pregunta en Alma14, pero se puede aprender mucho de la forma en que Alma y Amulek respondieron ante la tragedia. ¿Qué aprendes de sus palabras y acciones en cuanto a por qué el Señor a veces permite que las personas rectas sufran? ¿Qué consejo podrían darnos Alma y Amulek cuando afrontamos pruebas difíciles?

Véanse también Romanos 8:35–39; 1 Pedro 4:12–14; Doctrina y Convenios 122:5–9; Dale G. Renlund, “Las injusticias exasperantes”, Liahona, mayo de 2021, págs. 41–45.

Estar siempre preparados. Las oportunidades de enseñar pasan muy rápidamente; por eso es importante que las aproveches cuando surjan. Una tragedia en el mundo, por ejemplo, podría servir de ocasión para compartir principios de Alma 14 en cuanto a por qué el Señor a veces permite que los inocentes sufran.

Alma 15:16, 18

El discipulado requiere sacrificio

Podría ser interesante hacer una lista de las cosas que Amulek sacrificó para aceptar el Evangelio (véanse Alma 10:4–5; 15:16) y compararla con una lista de lo que recibió (véanse Alma 15:18; 16:13–15; 34:8). ¿Qué estás dispuesto a sacrificar para llegar a ser un discípulo de Jesucristo más fiel?

Para obtener más ideas, consulta los ejemplares de este mes de las revistas Liahona y Para la Fortaleza de la Juventud.

Ideas para enseñar a los niños

Debido a que este domingo es el quinto domingo del mes, se alienta a los maestros de la Primaria a que utilicen las actividades de aprendizaje del “Apéndice B: Cómo preparar a los niños para toda una vida en la senda de los convenios de Dios”.

Alma 13:1–2, 16

El poder del sacerdocio me ayuda a acercarme más a Cristo

  • Una manera de ayudar a los niños a reconocer cómo el poder del sacerdocio nos dirige a Cristo es mostrarles imágenes de formas en las que se ejerce el poder del sacerdocio (véase Libro de obras de arte del Evangelio, nros. 103–110). Los niños podrían ayudarte a pensar en maneras en las que Jesús usó Su poder (véanse, por ejemplo, Mateo 26:26–28; Marcos 5:22–24, 35–43; Libro de obras de arte del Evangelio, nros. 38–41). Luego podrían leer juntos Alma 13:2 y hablar sobre cómo el poder del sacerdocio nos ayuda a “esperar anhelosamente a[l] Hijo [de Dios]” y llegar a ser más semejantes a Él.

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    bautismo
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    Jesús ordena a los Apóstoles
  • ¿Por qué Dios nos dio las ordenanzas del sacerdocio? Ayuda a los niños a hallar la respuesta en Alma 13:16. Si necesitan ayuda para entender lo que es alguna ordenanza, hay listas en el Manual General, 18.1 y 18.2. Quizás podrías hablar con los niños sobre tus experiencias al recibir esas ordenanzas. ¿De qué modo nos ayudan a “esperar anhelosamente de [Jesucristo] la remisión de [nuestros] pecados”? Alguna canción como “Cuando me bautice” (Canciones para los niños, pág. 53) puede ayudar a los niños a pensar en otras razones por las que debemos estar agradecidos por las ordenanzas del sacerdocio.

Alma 13:10–12

Jesucristo puede purificarme

  • Después de leer juntos estos versículos, piensa en maneras de ayudar a los niños a visualizar lo que estos enseñan. Tal vez podrían lavar algo juntos. ¿Cómo nos sentimos cuando estamos sucios? ¿Cómo nos sentimos cuando volvemos a estar limpios? ¿En qué se parecen esos sentimientos a lo que sentimos cuando pecamos, y luego nos arrepentimos y llegamos a estar limpios por medio de la expiación del Salvador?

Alma 14:18–29

El Padre Celestial me fortalece cuando tengo fe en Jesucristo

  • La hoja de actividades de esta semana podría ayudarte a ti o a los niños a relatar la historia que se encuentra en Alma 14:18–29 (véase también “Capítulo 22: La misión de Alma en Ammoníah”, Historias del Libro de Mormón, págs. 58–63). Haz hincapié en que Alma y Amulek recibieron fuerza debido a su “fe que est[aba] en Cristo” (Alma 14:26). También podrías hablar sobre alguna ocasión en la que Dios te haya dado fuerza “según [tu] fe”. ¿Cómo podemos ser fieles como Alma y Amulek?

Alma 15:3–12

Jesucristo puede cambiar el corazón

  • El cambio de corazón que experimentó Zeezrom es inspirador. Considera repasar con los niños lo que aprendieron la semana pasada sobre Zeezrom. Luego podrían leer juntos Alma 15:3–12 para descubrir cómo cambió. ¿Qué aprendemos de la experiencia de Zeezrom en cuanto al poder del Señor? (Véase “Zeezrom es sanado y bautizado” [video], Biblioteca del Evangelio).

Para obtener más ideas, consulta el ejemplar de este mes de la revista El Amigo.

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Alma y Amulek en la cárcel

Alma and Amulek in Prison [Alma y Amulek en la cárcel], por Gary L. Kapp