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Moroni 8: “Los niños pequeños viven en Cristo”


“Moroni 8: ‘Los niños pequeños viven en Cristo’”, Libro de Mormón: Manual del maestro, 2024

“Moroni 8”, El Libro de Mormón: Manual del maestro

Moroni 8

“Los niños pequeños viven en Cristo”

Imagen
un niño pequeño jugando con un reloj

En sus escritos, el profeta Moroni compartió una carta que le había escrito su padre, Mormón, sobre el bautismo de los niños pequeños. Los escritos de Mormón sobre este tema provienen de una revelación que recibió de Jesucristo. La revelación demuestra el poder de la expiación del Salvador y su efecto en los niños pequeños. El objetivo de esta lección es ayudarte a comprender mejor por qué los niños pequeños no necesitan el bautismo y lo que eso nos enseña sobre el Padre Celestial y Jesucristo.

Dar a los alumnos oportunidades de analizar las verdades del Evangelio. Dé tiempo a los alumnos para que practiquen cómo hablar sobre lo que están aprendiendo acerca del Salvador y Su evangelio. Esto puede ayudar a los alumnos a interiorizar y recordar esas verdades y expresarlas con claridad. Esta práctica también puede aumentar la confianza de los alumnos en que pueden compartir verdades en otros lugares.

Preparación del alumno: Podría compartir el relato del principio de la lección o algo similar y pedir a los alumnos que piensen en cómo podrían responder a la situación.

Algunas posibles actividades de aprendizaje

¿Cómo responderías?

Podría mostrar el video siguiente o contar el relato con sus propias palabras.

Lee el siguiente relato que compartió el presidente Boyd K. Packer (1924–2015), del Cuórum de los Doce Apóstoles, o mira “Y un niño los pastoreará” desde 4:42 hasta 5:59, disponible en LaIglesiadeJesucristo.org. Imagina que eres uno de los misioneros en esa situación.

Dos misioneros estaban trabajando en las montañas del sur de los Estados Unidos. Un día, desde la cima de una colina, vieron que varias personas se estaban reuniendo en un claro, más abajo. A menudo, los misioneros no tenían mucha gente a la que predicar, así que bajaron hacia el descampado.

Un niño se había ahogado e iba a haber un funeral. Sus padres habían llamado al ministro religioso para que “dijera unas palabras” de su hijo. Los misioneros se hicieron a un lado mientras el ministro viajante contemplaba al padre y a la madre desconsolados y empezó su sermón. Si los padres esperaban recibir consuelo de ese clérigo, se decepcionarían.

Él los reprendió severamente por no haber bautizado al niño; lo habían pospuesto por una u otra razón, y ahora era demasiado tarde y les dijo sin rodeos que su niño había ido al infierno y que eso era culpa de ellos; ellos eran los culpables del tormento sin fin del pequeño.

Después de que concluyó el sermón y se cubrió la tumba, los élderes se acercaron a los afligidos padres. “Somos siervos del Señor”, le dijeron a la madre, “y hemos venido con un mensaje para ustedes” (véase Boyd K. Packer, “Y un niño los pastoreará”, Liahona, mayo de 2012, pág. 7).

Valora tu respuesta a la siguiente pregunta en una escala del 1 al 4, en la que (1) significa nada seguro, (2) algo seguro, (3) seguro y (4) muy seguro.

  • ¿Cuán seguro te sentirías enseñando y consolando a esos padres afligidos y ayudándolos a sentir el amor del Señor?

Los alumnos tendrán la oportunidad más adelante en la lección de compartir cómo podrían responder a la situación.

Al estudiar Moroni 8, piensa en cómo podrías ayudar a esos padres a comprender mejor la expiación de Jesucristo en relación con los niños pequeños. Piensa también en cómo las verdades de Moroni 8 podrían ayudarte a entender mejor la bondad y la misericordia del Padre Celestial y de Jesucristo.

Los niños pequeños son sanos

Poco después de haber sido llamado al ministerio de Jesucristo, Moroni recibió una carta de su padre. Mormón escribió a su “amado hijo” (Moroni 8:2) que siempre “[lo] ten[ía] presente en [sus] oraciones” (Moroni 8:3), y aconsejó a Moroni en cuanto a las disputas que habían surgido entre los nefitas en relación con el bautismo de los niños pequeños. Más adelante en su vida, Moroni agregó esa carta a su registro en las planchas de oro.

Lee Moroni 8:4–8 para saber cómo reaccionó Mormón cuando se enteró de la disputa.

Invite a los alumnos a compartir las ideas que hayan obtenido de estos versículos.

Podría dibujar el cuadro siguiente en la pizarra y organizar las respuestas de los alumnos en las columnas correspondientes. Pida a los alumnos que expliquen por qué sus reflexiones podrían ser importantes o significativas.

Copia el cuadro siguiente en tu diario de estudio y anota lo que aprendas de estos versículos. Irás añadiendo anotaciones a este cuadro más adelante en la lección.

Por qué los niños pequeños no necesitan el bautismo

Lo que aprendemos sobre el Padre Celestial y Jesucristo

Una verdad que podemos aprender de esos versículos es la siguiente: Los niños pequeños son sanos mediante la expiación de Jesucristo.

Una herramienta útil para el estudio de las Escrituras es utilizar las notas al pie de página. Fíjate en la nota c al pie de página junto a la palabra “sanos” en el versículo 8.

Lee al menos uno de los pasajes siguientes para saber por qué los niños pequeños son sanos:

  • ¿Qué significa en Moroni 8:8 que “los niños pequeños son sanos”?

Los niños pequeños no necesitan el bautismo

Valore la posibilidad de colocar a los alumnos de dos en dos e invitar a cada compañero a leer uno de los siguientes grupos de versículos.

Mormón dio más información que nos ayuda a aprender más acerca del Padre Celestial y de Jesucristo a partir de esta doctrina relativa a los niños. Lee los versículos siguientes y busca lo que puedes agregar a ambos lados del cuadro.

Invite a los alumnos a completar el cuadro. Si le resulta útil, pregunte qué ideas falsas podría tener la gente y que estos versículos corrigen.

Dedica un momento a repasar las verdades que has escrito en la segunda columna del cuadro. Reflexiona sobre esta pregunta:

  • ¿De qué manera el comprender estas verdades acerca del Padre Celestial y de Jesucristo nos puede ayudar en nuestra vida en la actualidad?

Invite a varios alumnos a responder la pregunta anterior. Si lo considera útil, podría pedir a los alumnos que hablen de situaciones que podrían afrontar en las que el conocer esas verdades podría ser útil. Esto podría incluir ocasiones en las que ellos u otras personas se sientan tentados a creer que Dios permite que solo algunas personas sean salvas. Siga las impresiones del Espíritu y busque oportunidades de ayudar a los alumnos a sentir el amor del Señor.

Recuerda la historia de los dos misioneros del principio de la lección.

  • Basándote en lo que has aprendido hoy, ¿qué les dirías a los padres de este niño para ayudarlos a hallar paz en Jesucristo?

Invite a los alumnos a escribir una respuesta a esta pregunta valiéndose de al menos dos versículos que estudiaron en esta lección. Otra opción consiste en que los alumnos practiquen decir su respuesta en voz alta en una dramatización en lugar de limitarse a escribirla. Asegúrese de que los alumnos entiendan que la finalidad de esta práctica es ayudar a las personas a sentir esperanza y paz por medio de la expiación de Jesucristo, no criticar las prácticas religiosas de otros.