2021
Hallar la fortaleza y la valentía para volar
Febrero de 2021


Hallar la fortaleza y la valentía para volar

Como hijos de Dios, nuestra naturaleza divina nos brinda el potencial para volar espiritualmente.

Imagen
bird flying out of a nest

Hace poco, dos palomas comenzaron a construir un nido en un árbol de mi jardín. Observé cómo reunían pequeñas ramas, para crear lo que más tarde se convertiría en su hogar.

Unos días después, vi cáscaras de huevo vacías sobre la hierba; dos hermosos pichones habían salido del cascarón. Crecieron tan rápido que no tardaron en ser casi tan grandes como la madre.

Una mañana, vi cómo uno de los pichones, estando al borde del nido, realizó varios intentos de volar. Al final, la paloma bebé despegó, volando hacia el techo de nuestra casa. A los pocos días, esa valiente paloma emprendió el vuelo con su madre.

El otro pichón, mientras tanto, miraba desde el nido, tal vez pensando que un día se uniría a ellos. Yo tenía mis dudas; esa paloma bebé no parecía tener deseos de volar.

Sin embargo, para mi sorpresa, unos días más tarde encontré al pichón caminando por la hierba, debajo del nido. Parece que había intentado volar. Durante varios días, el pichón realizó muchos intentos torpes para volar. Por fin tuvo éxito, volando de regreso al nido y desde allí hacia las alturas.

Como hijos de Dios, nuestra naturaleza divina nos brinda el potencial para volar espiritualmente. Sin embargo, podemos cometer el error de medir nuestro progreso de la misma forma en que comparé al principio el progreso de la reacia paloma bebé con el de su hermano. Cuando comparamos nuestros esfuerzos espirituales con el de otras personas que consideramos más valientes, quizás pensemos que no estamos progresando.

El adversario también desea que pensemos que no podemos progresar en lo espiritual. Quiere que creamos que solo importan las cosas temporales, así que nos tienta con distracciones como las modas y las cosas vanas del mundo.

Durante la prueba terrenal, enfrentamos muchas pruebas, tribulaciones y fracasos, pero nuestro Padre Celestial nos ha dicho: “Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo dondequiera que vayas” (Josué 1:9). Cuando no lo logremos, el Señor espera que sigamos intentándolo, que recordemos nuestro potencial y que, al igual que el pichón, mantengamos la mirada fija en el cielo.