2005
Preguntas y respuestas
agosto de 2005


Preguntas y respuestas

“La pornografía está arruinando mi vida, pero cada vez que intento dejarla vuelvo a caer. ¿Qué puedo hacer?”

Liahona

La pornografía, al igual que las drogas, crea adicción y puede llegar a ser demasiado poderosa como para vencerla por uno mismo. La persona que te ayude a cambiar este comportamiento debe estar informada al respecto. Tu obispo o presidente de rama, tus padres y los Servicios Familiares SUD (véase www.providentliving.org) pueden resultar útiles; todos ellos necesitan saber qué es lo que está pasando antes de que se adquiera el hábito del consumo de pornografía y se convierta en una adicción descontrolada. Ellos serán amables, pacientes y comprensivos porque desean lo mejor para ti.

Tu obispo o presidente de rama puede ayudarte a vencer la pornografía. El poder que ésta tenga sobre ti disminuirá en el momento en que le hables en cuanto a ello. Además, puedes pedirle a él o a otro poseedor del Sacerdocio de Melquisedec que te dé una bendición.

Mientras que otras personas te ayuden con este problema, hay ciertas cosas que puedes hacer tú mismo:

  • Fortalécete espiritualmente mediante la oración y la lectura diaria de las Escrituras, asiste a las reuniones de la Iglesia y a seminario, y guarda los mandamientos. El Señor es el que nos sana por medio de Su Expiación, la cual se aplicará a tu vida a medida que te arrepientas. Con el tiempo, el llevar una vida recta te hará cambiar para que esta tentación ya no tenga ningún atractivo para ti.

  • Evita aquellas situaciones en las que sepas que vas a ser tentado. No hagas uso de Internet a solas. Deshazte de revistas o videos inapropiados y apaga la televisión.

  • No basta con dejar de consumir pornografía; es necesario evitarla y hacer algo positivo, como por ejemplo practicar deporte, leer buenos libros, escuchar buena música, tener un pasatiempo o estar con tu familia y tus amigos.

  • Fija metas para progresar en el Evangelio. Vence la pornografía para que no te impida disfrutar dignamente de bendiciones como el servir en una misión, casarte en el templo o servir en el sacerdocio, en caso de que seas varón.

A pesar de tus mejores esfuerzos, al principio seguirás teniendo la tentación de consumir pornografía. Cuando sea así, modifica inmediatamente tus pensamientos y cambia de situación. Invita al Espíritu por medio de la oración, del canto de un himno o de la lectura de las Escrituras. Si tan sólo te detienes a pensar en si vas a ceder o si podrás resistir, el problema terminará por vencerte.

Aunque la tentación te venza de vez en cuando, ¡no pierdas la esperanza! No todo está perdido. No importa el tiempo que cueste, podrás vencer este problema con tus mejores esfuerzos y con la ayuda del Señor y de otras personas.

Lectores

También yo tuve un problema con la pornografía y he descubierto algunas cosas que me ayudan a resistir la tentación. Cuando leo las Escrituras y oro cada día, la tentación no es tan fuerte. Si me siento débil, apago la computadora y me dedico a otra cosa. En ocasiones he tenido que rodearme de otras personas para dejar de pensar en ello. Me esfuerzo por buscar cosas en las que pensar porque si se empieza a pensar en pornografía luego cuesta mucho abandonar esos pensamientos. Es algo muy difícil, pero el Señor te ayudará. Él te ama y te perdonará mientras te esfuerces por arrepentirte.

Nombre omitido

En primer lugar, ¡no pierdas la esperanza! El Señor desea ayudarte. Ora por Su guía y jamás olvides que desea que ores a Él no importa cuán grave sea el pecado que hayas cometido. En segundo lugar, habla con tus padres sobre tu problema. Ellos pueden ayudarte a evitar situaciones en las que se presenten tentaciones. Habla después con tu obispo. Él te ama y puede ayudarte a pensar en maneras de vencer las tentaciones y llevarte por el camino del arrepentimiento.

Matt Smith, 18, Barrio Oak Forest 2, Estaca Layton Norte, Utah

Si de verdad quieres mantenerte alejado de la pornografía, ora y ayuna para buscar la guía de Dios. Siempre que la tentación acuda a tu mente, lee las Escrituras y piensa en Cristo y en las palabras de los profetas.

Ejokeoghene Faith Imoh, 19, Barrio Mini-Okoro, Estaca Port Harcourt, Nigeria

Para dejar de consumir esas abominaciones, arrepiéntete profundamente de todo corazón. Dedica más tiempo a orar, ayunar y leer las Escrituras, y pide ayuda a nuestro Padre Celestial y a tus líderes locales. El Señor te ayudará a salir victorioso porque Él ama al pecador pero no al pecado.

Rodrigo Barros Soares, 19, Barrio Nilo Wulff, Estaca Porto Alegre Sur, Brasil

Ten siempre presente que eres un hijo o una hija de nuestro Padre Celestial. Haz de Él el centro de tu vida para que no caigas en la trampa de Satanás. Matricúlate en seminario o instituto; los maestros pueden ayudarte a tomar buenas decisiones. La Iglesia también nos proporciona buenas revistas para leer.

María Verónica S. Peñafiel, 15, Barrio Bata, Estaca Bacolod Norte, Filipinas

Aléjate lo máximo posible de Internet; ahí es donde más te tentará Satanás. No te relaciones con personas que hablan de pornografía, pues eso te incitará a consumirla.

Kyle Rushton, 13, Barrio Crescent Valley, Estaca Tacoma, Washington

Intenta bloquear los sitios pornográficos en tu computadora, pero si accidentalmente te topas con alguno, apágala y estudia las Escrituras hasta que dejes de pensar en ello. Deshazte de todo aquello que sea pornográfico o que se le parezca. Trata de pasar más tiempo con personas que te alienten a no ver pornografía.

Lauren Semadeni, 17, Barrio Skyline, Estaca Queen Creek Este, Arizona

Acude a tu obispo en busca de orientación. Juntos podrán fijar metas que te edifiquen espiritualmente. Descubrirás que los placeres del mundo son efímeros mientras que las alegrías del Evangelio son eternas.

Moisés Francisco da Silva, 18, Barrio Brazlândia, Estaca Taguatinga, Brasilia, Brasil

Ora al Señor. Él no te desamparará; pero tienes que seguir luchando contra ese deseo. No te quedes despierto hasta tarde, porque la tentación será mayor. Lee las Escrituras cada noche antes de acostarte y si vas a utilizar la computadora, hazlo con alguien a tu lado.

Natalie Hill, 16, Barrio Harrogate, Estaca York, Inglaterra

Las respuestas de Liahona y de los lectores tienen por objeto servir de ayuda y exponer un punto de vista, y no deben considerarse como pronunciamientos de doctrina de la Iglesia.

“Un paso importante para la obtención de la cura del veneno espiritual es arrodillarse y pedir a nuestro Padre Celestial que les perdone; pídanle que puedan desarrollar el deseo de hacer lo correcto; pídanle que puedan desarrollar el valor para hablar con sus padres y con su obispo… A pesar de sus temores, ellos seguirán amándoles. No tienen que hacerlo solos… Los padres y los líderes pueden proporcionar apoyo y aliento muy valiosos”.

Élder David E. Sorensen, de la Presidencia de los Setenta, “Con las serpientes de cascabel no se juega”, Liahona, julio de 2001, pág. 50.