2005
Audrey se hace de un amigo
agosto de 2005


Para los más pequeños

Audrey se hace de un amigo

“Antes sed benignos unos con otros” (Efesios 4:32).

Basado en una experiencia de la familia de la autora

Audrey se sentía inquieta; le parecía que esa reunión sacramental nunca iba a terminar. Se dio vuelta y se puso de rodillas en el banco, mirando hacia atrás. Su madre la hizo que se diera vuelta, pero la niña se deslizó hacia el suelo y se sentó debajo del asiento. Su padre la levantó y la volvió a sentar en el banco; ella le hizo una mueca a Rebekah, su hermana mayor, quien, poniéndose un dedo frente a los labios, susurró: “¡Shh!”.

Audrey parecía estar enojada; se inclinó hacia adelante y miró a lo largo de toda la fila, y con excepción de su familia, la única persona que estaba sentada en ese banco era un anciano que tenía un bastón sobre la pierna. Audrey se quedó observando el bastón liso y brilloso del anciano; miró las manos de él, que descansaban tranquilamente en su regazo, y luego lo miró a la cara. Él parecía estar escuchando al discursante, pero cuando las otras personas se reían, él ni siquiera sonrió. Audrey pensó que él tenía una mirada triste.

Ella quería ayudarlo, de modo que, lenta y calladamente, se deslizó del banco, y de manera suave y reverente se fue de puntillas hasta donde estaba el anciano. Su madre y su padre la vieron irse; ella se puso el dedo en los labios y les sonrió. Después, se subió al banco para sentarse a un lado del anciano.

Él bajó la mirada; Audrey se le acercó y le dio una palmadita en sus arrugados dedos; él los abrió y cubrió la manita de ella con la de él. Audrey recostó la cabeza en el brazo del anciano y le apretó la mano suavemente. “Sea feliz” era lo que ella deseaba decirle. La niña inclinó la cabeza para mirar el rostro de él, quien le sonrió y le hizo un guiño.

Durante el último himno, Audrey lo oyó cantar; tenía la voz baja y áspera, pero a la niña no le pareció que sonaba triste. Después de la reunión, los padres de Audrey fueron a saludarlo.

“Somos los hermanos Noe”, dijo el padre, “y ésta es nuestra hija Audrey”.

“Encantado de conocerlos; soy el hermano Campbell”, respondió.

Después de ese domingo, los padres de Audrey invitaron al hermano Campbell a sentarse con ellos durante la reunión sacramental todas las semanas. Audrey siempre estaba más tranquila cuando se sentaba a un lado del hermano Campbell; y lo mejor aún era que el hermano Campbell siempre estaba sonriente.

Lurley Noe es miembro del Barrio Chilhowee, Estaca Cumberland, Knoxville, Tennessee.